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'Pokémon: Detective Pikachu': un galimatías indigerible para toda la familia
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'Pokémon: Detective Pikachu': un galimatías indigerible para toda la familia

Resulta difícil concebir al ver los créditos finales de 'Pokémon: Detective Pikachu' que hasta cinco personas estén implicadas en la concepción de un sinsentido tan desatinado

Foto: Justice Smith protagoniza junto a Pikachu la nueva película de los 'Pokémon'. (Warner)
Justice Smith protagoniza junto a Pikachu la nueva película de los 'Pokémon'. (Warner)

Resulta difícil concebir al ver los créditos finales de 'Pokémon: Detective Pikachu' que hasta cinco personas estén implicadas en la concepción de un sinsentido tan desatinado como es el guion de esta película. Todo el cuidado y la atención invertida en la imagen, el diseño de los personajes animados y en los escenarios contrasta con la desatención a una trama que carece de coherencia interna y que sacrifica una narrativa efectiva por una sucesión de sorpresas y puntos de giro —a cada cual más inverosímil— que desembocan en un final excesivamente farragoso, especialmente tratándose de una película cuya única aspiración es el entretenimiento puro y duro.

Basada en el videojuego 'Detective Pikachu', lanzado en 2016, la película de Rob Letterman ('Los viajes de Gulliver', 2010) aúna la alquimia del taquillazo que se viene imponiendo en la última década: nostalgia generacional, personajes conocidos —ya sea a través de los videojuegos, los mangas, los juegos de cartas—, y una reinterpretación de un género, en este caso el cine negro, con grandes dosis de efectos especiales generados por ordenador. Sin embargo, mientras sagas como 'Transformers', nacidas a partir de unos juguetes, o 'Resident Evil', adaptación de los videojuegos de Capcom, se dirigen a un público joven y adulto, el fenómeno Pokémon se encuentra en un limbo en el que quizás no arrastre a un sector tan amplio como las anteriores, que puede encontrar los personajes demasiado infantiles, pero tampoco a un público infantil que no ha pasado por la fiebre Pokémon.

placeholder Ryan Reynolds pone la voz a Pikachu en la versión original. (Warner)
Ryan Reynolds pone la voz a Pikachu en la versión original. (Warner)

Porque la construcción de la historia responde a los códigos clásicos del cómic: personajes cliché como la reportera intrépida o el magnate parapléjico en busca de la cura de una enfermedad, y situaciones reconocibles como el experimento genético fallido o un gran evento multitudinario que puede poner en peligro a toda la población de una ciudad —planteada de forma que recuerda a la cabalgata del 'Batman' de Tim Burton—. Para darle un mayor peso dramático —y algo de enjundia, para qué negarlo—, 'Pokémon: Detective Pikachu' añade además el componente emocional de las relaciones paternofiliales disfuncionales que se ven reproducidas tanto en el protagonista como en los personajes que interpretan Bill Nighy y su hijo.

Desde la primera secuencia, la película promete persecuciones y explosiones

Desde la primera secuencia, la película promete persecuciones y explosiones: en un laboratorio secreto, Mewtwo, el primer pokémon creado por la mano del hombre, escapa de su confinamiento y emprende un camino de destrucción. Una de sus víctimas es el padre de Tim Goodman (Justice Smith), un detective que en los últimos años ha vivido centrado en su trabajo y alejado de su hijo, que se ha criado en un pequeño pueblo con su abuela. Cuando Tim llega a Ryme City para poner en orden los asuntos pendientes de su progenitor, Lucy Stevens (Kathryn Newton), la becaria intrépida y sin nómina —la precariedad ya ha llegado al mundo de la fantasía— de una cadena de televisión le advierte de que la muerte de su padre puede estar relacionada con una investigación que podría llegar a las altas esferas. Para ayudarles aparece un Pikachu amnésico que parece haber conocido de cerca al padre de Tim.

placeholder Kathryn Newton y Justice Smith en un momento de 'Pokémon: Detective Pikachu'. (Warner)
Kathryn Newton y Justice Smith en un momento de 'Pokémon: Detective Pikachu'. (Warner)

Ryme City representa un edén en el que pokémon y seres humanos conviven en armonía, complementándose —todo ciudadano está acompañado por una de esas criaturas— y trabajando codo con codo. Teniendo en cuenta que los pokémon no emiten palabra alguna más allá de su propio nombre —y en bucle—, para lograr algo de juego —al estilo dúo cómico— y una mínima química entre el protagonista humano y el pokémon, los guionistas han optado por que Tim sea el único que entiende lo que dice Pikachu.

'Pokémon: Detective Pikachu' se desarrolla como un 'thriller' noir

A partir de ese encuentro, 'Pokémon: Detective Pikachu' se desarrolla como un 'thriller' noir con algunos gags que sustenta su principal atractivo en los combates entre pokémon y el diseño de un Pikachu de aspecto entrañable que esconde un carácter corrosivo al estilo Deadpool, aunque rebajado para todos los públicos. Y, precisamente, es Ryan Reynolds, el mismo que encarna al antihéroe de Marvel, quien se encarga de poner la voz a la famosa criatura peluda y amarilla.

placeholder Cartel de 'Pokémon: Detective Pikachu'
Cartel de 'Pokémon: Detective Pikachu'

A pesar de intentar apelar al fanatismo nostálgico, 'Pokémon: Detective Pikachu' aporta poco más allá del deleite del trabajo técnico y artístico del equipo de efectos especiales y de escasas líneas de diálogo ocurrentes. No hay originalidad, el tratamiento de la historia es pueril y complaciente y el desenlace un galimatías difícil de digerir. Un sinsentido no demasiado entretenido apto, eso sí, para toda la familia y para verdaderos fans del universo iniciado en 1996 con el videojuego de Nintendo.

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Eulàlia Iglesias

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