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Ennio Morricone se despide de España, el país que adoptó su música
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Ennio Morricone se despide de España, el país que adoptó su música

Impecablemente vestido de negro y sentado en una silla, Morricone llegó a poner en pie a su propia orquesta, del coro al último violinista, y demostró por qué su música es historia del cine

Foto: El compositor y director de orquesta italiano Ennio Morricone, durante el concierto ofrecido este martes en el WiZink Center de Madrid. (EFE)
El compositor y director de orquesta italiano Ennio Morricone, durante el concierto ofrecido este martes en el WiZink Center de Madrid. (EFE)

Contaba Guillermo de Oliveira, el director de 'Desenterrando Sad Hill', ese documental que repasa el rescate de una de las localizaciones españolas de 'El bueno, el feo y el malo', que logró entrevistar a Ennio Morricone a base de llevarle vino y aceite. El compositor de la banda sonora de la cinta de Leone, residente en Roma desde hace décadas, siempre ha dicho que detesta las preguntas de los periodistas. Sin embargo, el anciano gruñón (tiene 90 años) hizo una excepción con el equipo de españoles involucrados en el documental. Quizá recordó su especial vínculo con un país, el nuestro, que sirvió de escenario para sus músicas en aquellos 'spaguetti westerns' que Sergio Leone rodó en tierras almerienses y burgalesas. Tras pasar por Bilbao, Morricone trajo su gira de despedida al WiZink Center de Madrid este martes. En ambas ciudades ha dejado algo claro: el público de este, el país emparentado con los inicios de su carrera, adora sus composiciones.

Morricone emociona en su despedida

Impecablemente vestido de negro y sentado en una silla, Morricone llegó a poner en pie a su propia orquesta, del coro al último violinista, y demostró por qué su música es historia del cine. A veces necesitó de ayuda para subir a su atril, pero ninguno de los presentes habría jurado que tiene más de nueve décadas de vida.

El concierto comenzó con el inquietante ritmo de 'Los intocables' y esa armónica que ha sido fundamental en gran parte de su obra. Cuando muchos se preguntaban si aparecería por alguna parte la música que compuso para Leone, llegaron los violines, flautas, trompetas y ocarinas de 'El bueno, el feo y el malo'. Tras la orquestación épica, el maestro se permitió innovar, añadiendo un coro femenino al más suave 'Il forte', el corte más solemne de aquella banda sonora. En la película de Leone, el tema (sin coro) sonaba, precisamente, sobre las imágenes del cementerio de Sad Hill recreado en el Valle de Mirandilla (Burgos).

placeholder Ennio Morricone en Madrid. (EFE)
Ennio Morricone en Madrid. (EFE)

Otro guiño al público español llegó a través de los temas musicales del 'Átame' de Almodóvar, director con el que nunca se acabó de entender. O, al menos, eso dejó ver en alguna entrevista en la que dijo que no estaba seguro de que al manchego le hubiese gustado su trabajo.

Tras la primera parte y la referencia obligada al 'spaguetti western' (cuentan que Morricone odia ese término) la orquesta volvió con el único Oscar de su carrera, 'Los odiosos ocho'. Por el escenario también apareció Dulce Pontes, para la que ha compuesto varias piezas a lo largo de su carrera. La cantante portuguesa dio especial relevancia a la parte del concierto que resaltó las películas de corte social a las que Morricone puso música, que no todo van a ser silbidos del 'Far West'. Pontes cantó la balada de 'Sacco e Vanzetti' y al público le costó no arrancarse a aplaudir.

Pero por cada desvío hacia la música más periférica de su obra (faltaron sus aportaciones al 'giallo' italiano), hubo un deseo de escuchar al Morricone más popular. Y por supuesto, este llegó con la espectacular belleza de los temas de 'La Misión' ('Gabriel's Oboe' y 'On Earth As It Is In Heaven') y la melancolía de 'Cinema Paradiso', que hizo que todo el recinto se pusiese en pie.

Con los móviles apagados, tal y como ordenaba la megafonía del principio, el público aparcó los 'selfies' y agudizó los oídos para despedir a uno de los grandes músicos del siglo XX. 'The Final Concerts World Tour' ha traído a Morricone a una España que siempre tendrá mucho que ver con su obra.

Contaba Guillermo de Oliveira, el director de 'Desenterrando Sad Hill', ese documental que repasa el rescate de una de las localizaciones españolas de 'El bueno, el feo y el malo', que logró entrevistar a Ennio Morricone a base de llevarle vino y aceite. El compositor de la banda sonora de la cinta de Leone, residente en Roma desde hace décadas, siempre ha dicho que detesta las preguntas de los periodistas. Sin embargo, el anciano gruñón (tiene 90 años) hizo una excepción con el equipo de españoles involucrados en el documental. Quizá recordó su especial vínculo con un país, el nuestro, que sirvió de escenario para sus músicas en aquellos 'spaguetti westerns' que Sergio Leone rodó en tierras almerienses y burgalesas. Tras pasar por Bilbao, Morricone trajo su gira de despedida al WiZink Center de Madrid este martes. En ambas ciudades ha dejado algo claro: el público de este, el país emparentado con los inicios de su carrera, adora sus composiciones.

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