Es noticia
'Deadpool 2': no, amigo, no eres tan gracioso como te crees
  1. Cultura
  2. Cine
estrenos de cine

'Deadpool 2': no, amigo, no eres tan gracioso como te crees

El superhéroe más gamberro y posmoderno de Marvel está de vuelta en una secuela que, aunque con destellos de genialidad cómica, acaba por resultar cargante

Foto: Ryan Reynolds y T.J. Miller, en un fotograma de 'Deadpool 2'. (20th Century Fox)
Ryan Reynolds y T.J. Miller, en un fotograma de 'Deadpool 2'. (20th Century Fox)

Seguramente usted también sufrió uno de estos en su clase, en el instituto, en la universidad. Quizá también tenga que soportarlo en su grupo de amigos. Ese tipo al que un día alguien le dijo que era gracioso y que se tomó el cumplido como el propósito último de su existencia. Ese tipo que aplaude su propio ingenio y que repite las gracias cuando piensa que las caras de póquer de su público son producto de una repentina sordera colectiva transitoria y no de que en realidad sus intentos desesperados de ser agudo provocan fatiga crónica. Ese tipo. Pues en ese tipo se ha convertido Deadpool en la segunda entrega de la saga protagonizada por el superhéroe más 'punk' de la factoría Marvel.

Cuando hace dos años 'Deadpool' irrumpió en la cartelera con su propia franquicia, lo hizo como un revulsivo alejado del formulismo habitual exprimido por las películas de superhéroes que en los últimos años revientan la cartelera: ni la oscura solemnidad de DC Comics ni las comedias de aventura para —casi— todos los públicos de las franquicias de Marvel. Deadpool es un antihéroe de moral laxa, socarrón y descreído, una suerte de detective 'noir' vestido con mallas ajustadas y aterrizado en una fantasía tarantiniana, siempre con el comentario mordaz a punto mientras intenta sobrevivir a una lluvia de miembros cercenados y situaciones grotescas y/o homoeróticas.

placeholder Julian Dennison ('A la caza de los ñumanos', 2016) es Russell. (20th Century Fox)
Julian Dennison ('A la caza de los ñumanos', 2016) es Russell. (20th Century Fox)

Cine autorreferencial que hace chanza de los clichés del cine superheroico, que rompe la cuarta pared, que interpela al espectador y en el que, además de la acción y las explosiones, prima el ingenio para subvertir cualquier código subvertible, un número de funambulismo al filo del mal gusto —esa área tan placentera para los amantes del humor retorcido— del que el director novato Tim Miller y los guionistas Rhett Reese y Paul Wenick (responsables también de la fantástica 'Bienvenidos a Zombieland') salieron más que victoriosos.

'Deadpool 2' es una película demasiado consciente de sí misma

Pero lo que en aquella primera entrega era frescura y desvergüenza, en 'Deadpool 2' se convierte en un ejercicio de estilo demasiado consciente de sí mismo. Y aunque sigue siendo divertida e irreverente, toda la película trasluce una necesidad casi dolorosa de resultar ocurrente. La secuela, a cargo de David Leitch, antiguo doble de acción de Brad Pitt y Jean-Claude Van Damme reconvertido —y con acierto— en director con 'John Wick (Otro día para matar)' y 'Atómica' —ambas bastante aplaudidas dentro del género—, vuelve a ser un frenesí de vísceras, cameos y humor posmoderno que, si bien funciona y entretiene, a medida que avanza la película resulta algo indigesto.

placeholder Josh Brolin siempre es un punto a favor de una película. (20th Century Fox)
Josh Brolin siempre es un punto a favor de una película. (20th Century Fox)

'Deadpool 2' comienza desde la cúspide, con el protagonista (Ryan Reynolds) saltando en pedazos por los aires en un intento de suicidio con explosivos: "Toda película familiar que se precie empieza con un cruel asesinato: 'Bambi', 'El rey león', 'Saw VIII'...", presenta su voz en 'off', en una primera pincelada de lo que va a ser una concatenación sin tregua de coñas y peleas a muerte. Después de un par de cámaras lentas y un 'flashback' explicando el motivo de su aflicción suicida, Deadpool da paso al relato en primera persona —recordemos que uno de sus superpoderes es el de la regeneración— en su camino hacia la redención.

'Deadpool 2' comienza desde la cúspide, con el protagonista saltando en pedazos por los aires

Junto a Coloso y Negasonic de los X-Men —que ya salieron en la anterior entrega—, la primera misión de Deadpool será evitar que Russell (Julian Dennison, el joven protagonista de 'A la caza de los ñumanos', una película bastante mejor de lo que indica su título en español), un niño mutante con poderes inflamables, reduzca a cenizas el orfanato donde vive. Como es de esperar de un personaje como este antihéroe irresponsable y caótico, el plan no sale bien. ¡Oh, sorpresa! Y, para empeorar las cosas, por allí pasa Cable (Josh Brolin, siempre bienvenido), un tipo malencarado con maneras de mercenario que empieza a perseguir a Deadpool y a Russell y a liarse a tiros sin mediar palabra.

placeholder Zazie Beetz es Domino en 'Deadpool 2'. (20th Century Fox)
Zazie Beetz es Domino en 'Deadpool 2'. (20th Century Fox)

Y esta trama tan simple se alarga hasta el infinito —bueno, hasta las dos horas— con peleas, huidas, más peleas, 'flashbacks', todavía más peleas, cameos —atención a quién interpreta a Vanisher— y un delirio hiperactivo que, en realidad, sirve para demostrar que debajo de todas las capas de egocentrismo, infantilismo y malaje, Deadpool es, en el fondo, un trozo de pan. Un trozo de pan bastante cargante, eso sí. Aun así, el carisma de los personajes secundarios y las escenas de acción perfectamente coreografiadas ayudan a que la cinta no se quede en un monólogo espídico, verborreico y ombliguista. O no solo.

placeholder
Cartel de 'Deadpool 2'.
Foto: Sverrir Gudnason y Shia LaBeouf son Borg y McEnroe. (A Contracorriente)

Al final, 'Deadpool 2' peca, al igual que las películas que ella misma critica, de ceñirse demasiado a la fórmula que convirtió a su antecesora en la cinta no recomendada para menores de 18 años más taquillera de la historia. Un remedo que sigue siendo más fresco y entretenido que la mayoría de las franquicias de superhéroes, pero que aunque tiene destellos de brillante hilaridad, resulta excesivamente forzado. Y, cuando el chiste se fuerza, acaba perdiendo la gracia.

Foto: Charlie Plummer protagoniza 'Lean on Pete', un drama sobre el descenso a la pobreza de un joven estadounidense. (Diamond)

Seguramente usted también sufrió uno de estos en su clase, en el instituto, en la universidad. Quizá también tenga que soportarlo en su grupo de amigos. Ese tipo al que un día alguien le dijo que era gracioso y que se tomó el cumplido como el propósito último de su existencia. Ese tipo que aplaude su propio ingenio y que repite las gracias cuando piensa que las caras de póquer de su público son producto de una repentina sordera colectiva transitoria y no de que en realidad sus intentos desesperados de ser agudo provocan fatiga crónica. Ese tipo. Pues en ese tipo se ha convertido Deadpool en la segunda entrega de la saga protagonizada por el superhéroe más 'punk' de la factoría Marvel.

Críticas de cine Cartelera y estrenos de cine Marvel Hollywood