La increíble historia del 'Espartaco Negro' que liberó a los esclavos aliado con España

"Nací esclavo, pero la naturaleza me dio el alma de un hombre libre", escribía Touissant Loverture, un esclavo de origen africano nacido en 1743 en la colonia francesa de Saint Domingue, actual Haití, quien consiguió no solo emanciparse él y alcanzar el estatus de hombre libre, sino que también lo logró para todo su pueblo a través de la única revolución en la historia de la esclavitud que tuvo éxito.

Touissant se alió a tal fin con los españoles de la limítrofe Santo Domingo —actual República Dominicana—, quienes le ayudaron en su rebelión durante los primeros años hasta que consideraron que había ido demasiado lejos con sus ideas abolicionistas, con ese objetivo final inamovible de acabar con todo tipo de esclavitud en la isla de La Española. En el Santo Domingo español existía también la esclavitud, por supuesto, aunque en un grado menor debido a la naturaleza ganadera de la colonia frente al de las grandes plantaciones de la francesa. En cambio en París acababa de producirse la Revolución Francesa (1798), que lo cambiaría todo.

En el año 1791 Touissant Loverture, apodado el Espartaco Negro, lideraba la revolución de esclavos en Saint Domingue, pero para 1801 era ya más bien el Napoleón Negro, después de haber tenido éxito en la colonia francesa y de invadir precisamente lo que constituía el Santo Domingo español. La apasionante historia de Touissant Loverture parte no tanto de una de tantas revueltas de esclavos negros contra los amos blancos que se dieron en las plantaciones y explotaciones del Caribe, sino por el resultado de la misma y aún más, por el alcance que tuvo.

En todas ellas se repetía un mismo esquema: revuelta de maltratados esclavos negros originarios de África o nacidos en esclavitud, que masacraban a todos los colonos y amos blancos europeos de las plantaciones. Un esquema que con algunas diferencias llegaría incluso hasta el siglo XX, cuando el Mau-Mau de Kenia actuó contra los británicos entre 1952 y 1963.

Dos siglos antes, en Saint Domingue, la revolución fue muy diferente, según explica a El Confidencial vía Zoom el historiador de Isla Mauricio Sudhir Hazareesingh, miembro de la Academia Británica y quien acaba de publicar El Espartaco negro. La épica vida de Toussaint Louverture (Ático de los Libros): "Para finales del siglo XVIII ya había una buena cantidad de intentos revolucionarios antiesclavistas en las colonias del Caribe, pero con una idea fundamentalmente de odio hacia los blancos y con el objetivo de su destrucción. Eran revueltas que pretendían restablecer esas colonias, pero con una mayoría negra, una separación racial de nuevo, que es lo contrario de lo que busca Loverture".

De hecho, la revuelta de 1791 en Saint Domingue había comenzado de forma similar, pero Touissant —que ya era un hombre libre y aún así había decidido mantenerse en la plantación para seguir cerca de su familia— reformula el objetivo con el concepto "no solo de la abolición de la esclavitud, sino la de la armonía entre todas las razas de franceses de la isla", según cuenta Sudhir Hazareesingh.

"Había recibido educación religiosa humanista por parte de los jesuitas y, había trabado incluso cierta amistad con el dueño de la plantación"

Resulta que el antiguo esclavo había recibido educación religiosa humanista por parte de los jesuitas y, como en otros casos, había trabado incluso cierta amistad con el dueño de la plantación denominada Breda donde naciera en esclavitud. La dirigía un francés llamado, irónicamente, Bayon de Libertad. El contexto clave, sin embargo, fue el de la Ilustración primero y el de la Revolución Francesa de 1789 después, que abriría la brecha en la cuestión de esa esclavitud del sistema atlántico, de América y el Caribe, que era netamente racial.

"Hay que tener en cuenta que el tipo de esclavitud de esas colonias tiene una característica racial muy definitoria, ya que son esclavos negros provenientes de África o criados en las plantaciones sobre la base de esa diferencia racial, de superioridad de los blancos sobre los negros. Ahora, por ejemplo, hay otras formas de esclavitud, porque esta no ha desaparecido, sino que se ha adaptado, pero no sobre esa base racial", explica el historiador de Isla Mauricio. Para mediados del siglo XVIII figuras de la Ilustración más radical como es el caso de Diderot, que había publicado Historia filosófica de las dos Indias, criticaban abiertamente esa desigualdad racial a favor de una concepción más humanitaria y anticolonialista que acabaría teniendo su eco a partir de 1789 en Francia.

El mismo Touissant escribía: "Los negros seguramente son ignorantes y toscos, ya que la falta de educación solo puede producir ignorancia y tosquedad. Pero ¿deberíamos responsabilizar a los negros por su falta de educación, o deberíamos culpar a quienes les impidieron adquirirla con amenazas y castigos terribles?", haciendo notar la increíble necesidad de hacer comprender la naturaleza de esa desigualdad racial. Entre 1791 y 1793, Touissant a partir de esa revuelta como tantas en el Caribe, alcanza, sin embargo, a articular un movimiento diferente que tiene éxito, para empezar por su gran liderazgo y pericia en el terreno militar y porque el contexto en las colonias es un tanto caótico y se aprovecha de ello.

Lo cuenta detalladamente Sudhir Hazareesingh en Espartaco Negro, incluyendo la suerte de alianzas y tácticas que despliega en esos años para tener éxito y abolir la esclavitud y donde los españoles curiosamente tienen un papel destacado: "Es un tanto complicado porque Loverture no tiene el control absoluto de la situación, así que durante esta época se comporta constantemente de forma táctica para conseguir su verdadero objetivo final, que es el de la abolición".

Por ejemplo, en 1794 piensa que la mejor esperanza para él y sus hombres es la de la alianza con los españoles, que se consigue porque estos están en contra de los revolucionarios franceses, alianza que pretende mantener: "De hecho, les propone que abolan la esclavitud, pero es una oferta que rechazan, por lo que cambia hacia los franceses de nuevo ese año, ya que además es en ese momento cuando en Francia se acaba con la esclavitud".

Touissant incluye en su revolución a todo el mundo: también a los propietarios de las antiguas plantaciones

¿Pero era Touissant un republicano o más bien un realista que apoyaba al rey? "Es cierto que es realista, pero no implicaba un sentimiento antifrancés, ni antirrevolucionario, porque de hecho en esos primeros años de la Revolución Francesa es un sistema mixto, que cuenta con el rey, pero sí es verdad que su concepto de la fraternidad, por ejemplo, es muy diferente de la que se tiene en Francia. Touissant incluye en su revolución a todo el mundo: también a los propietarios de las antiguas plantaciones, quienes a lo mejor en Francia, en París, se podían considerar contrarrevolucionarios".

Es el aspecto clave del liderazgo de Touissant antes de su caída en 1802: la revolución exitosa del esclavo no implicaba esa inversión de la sociedad, una rareza en ese tipo de revueltas. Es más, cuando ya es gobernador de Saint Domingue y está al mando de una suerte de colonia con un poder y bastante independencia de Francia, se elabora una Constitución que, sin embargo, no excluye a los antiguos propietarios de las plantaciones, más bien todo lo contrario. Es la época más que del Espartaco negro, la del Napoleón negro. Efectivamente, la sociedad haitiana con Touissant no separa blancos de negros.

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De hecho, los negros están en el ejército y en la administración, pero no son propietarios de tierras porque Loverture se las devuelve a los antiguos propietarios para salvar el colapso económico. "Desde mediados de la década de 1790 la producción agrícola había colapsado completamente en Saint Domingue. No se producía absolutamente nada: no había azúcar, ni algodón, ni café, nada, justo cuando la revolución negra está comenzando a triunfar la economía había colapsado totalmente", explica Hazareesingh.

¿Qué se podía hacer entonces? Una opción era la de nacionalizar la tierra y hacer una reforma agrícola: repartirla entre los antiguos trabajadores esclavos, pero se considera inviable porque requería de una legislación y de un tiempo para ponerla en marcha que podía durar años.

Es lo que define en parte a Touissant en eses aspecto: se ha conseguido abolir la esclavitud, pero no solo no se ataca a los blancos, sino que "se vuelve a poner en marcha el antiguo sistema de las plantaciones con los propietarios que quieran regresar", aclara Hazareesingh. "No es una vuelta a la esclavitud, por supuesto, porque son trabajadores pagados, pero trabajan en unas condiciones duras, en un régimen de disciplina muy severo, hasta el punto de que en el último año del gobierno de Touissant hubo bastantes revueltas en el norte".

La osadía de Loverture y el nuevo gobierno en Francia de Napoleón Bonaparte, que quería restituir el sistema de la esclavitud en las colonias, provocó que cayera en desgracia. Un ejército francés desembarcó en 1802 en Saint Domingue, depuso a Touissant y lo llevó a Francia, donde moriría encarcelado en el Castillo de Joux el 27 de abril de 1803. Y mientras tanto su lugar teniente, Jean-Jacques Dessalines, desató otra revolución que, esta sí, acabó en el exterminio de la minoría blanca que quedaba en el país.