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Saltarse la Constitución: causa y solución de todos los problemas
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Juan Soto Ivars

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Saltarse la Constitución: causa y solución de todos los problemas

La ley de amnistía ha hallado un camino para convertir el hecho de saltarse la Carta Magna en el factor que desactiva cualquier tipo de reproche penal. Sí, es la idea de un genio

Foto: El Congreso aprueba el dictamen de la ley de amnistía este jueves. (EFE/Zipi)
El Congreso aprueba el dictamen de la ley de amnistía este jueves. (EFE/Zipi)
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Pido perdón a mis lectores más fieles porque hoy no habrá rastro de mi estilo fresco y atrevido, literario y sublime. No, amigos, esta vez nada de chiste o poesía. La trinchera se pone la toga y la peluca con densas líneas de contenido jurídico. Derecho Mercantil duro, perdón, Derecho de Mercadeo durísimo. Me dispongo a analizar con rigor la excelente ley de amnistía aprobada por el PSOE.

La aprobación de esta ley es un hito histórico, no sólo por su aportación a la concordia, sino por su extremada sutileza jurídica. Ante unos políticos que se saltaron la Constitución pero cuyos votos son necesarios para seguir en Moncloa, ¿qué hacer? Sánchez ha hallado un camino recto para un problema enrevesado: convertir el hecho de saltarse la Constitución en el factor que desactiva cualquier tipo de reproche penal, con una ley de amnistía también incompatible con la Constitución, pero que pasará el filtro porque "PSOE" es el horóscopo del Tribunal Constitucional.

La ley de amnistía levanta, pues, un edificio con pinta de escalera de Escher comparable en trascendencia al Derecho Romano. Es un tratado que ocupará innumerables tomos en las bibliotecas universitarias al crear una serie de salvedades a ciertas normas generales de obligado cumplimiento en virtud, precisamente, de su incumplimiento. Espero que mi exposición de esta joya legislativa sea comprensible para el vulgo.

Foto: Puigdemont con Boye en una rueda de prensa. (Reuters/Yara Nardi)

1. La norma general establece que todos los españoles tenemos en la Constitución el límite y la garantía de nuestros derechos fundamentales, el marco de nuestras obligaciones y que, por lo tanto, le debemos a la Carta Magna absoluto respeto y cumplimiento porque ella nos ofrece una vida en paz y seguridad.

La particularidad Sánchez establece una salvedad para aquellos que, siendo políticos catalanes y teniendo un escaño clave para la investidura en las Cortes Generales, se saltan la Constitución para convocar un referéndum ilegal y consumar la secesión de un territorio. A partir de esta primera salvedad se originan, como agua que brota del manantial, las siguientes.

2. La norma general establece que todos los españoles estamos sujetos al escrutinio de la Hacienda pública y hemos de cumplir las obligaciones tributarias planteadas por el Estado, bajo amenaza de severo castigo en caso de cometer la más mínima irregularidad. La particularidad Sánchez excluye a todo ciudadano catalán que haya malversado fondos públicos en relación con hechos recogidos en la salvedad primera, es decir, si el dinero se ha empleado para saltarse la Constitución o el hecho puede relacionarse con ello.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante el anuncio del adelanto electoral. (EFE/Quique García)

3. La norma general establece el uso, mantenimiento y seguridad de las carreteras e infraestructuras del Estado, garantizando el libre movimiento de todos los ciudadanos. Para quienes incumplan esta norma existe una rica gradación de multas y condenas que van de la calderilla por aparcar mal a la cárcel por homicidio imprudente o terrorismo, en caso de perturbar gravemente, por ejemplo, la vida de un aeropuerto.

La particularidad Sánchez indica, sin embargo, que quedarán excluidos aquellos ciudadanos que, de forma tumultuaria, corten, incendien o bloqueen infraestructuras esenciales en apoyo a los beneficiarios de la particularidad primera, es decir: siempre que el asalto a las infraestructuras se haga en contra de la Constitución.

4. La norma general establece que el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial son los tres pilares básicos de la democracia, y que el correcto funcionamiento del sistema depende de la independencia de estos poderes, puesto que la fusión o el solapamiento invasivo de un poder sobre otro sería el primer paso para establecer una dictadura o caer en un Estado fallido.

La particularidad Sánchez crea un ámbito alternativo para los miembros del Poder Ejecutivo autonómico que tengan cuentas pendientes con el Poder Judicial, a los que les confiere además la potestad de escribir sus propias leyes autoexculpatorias de su propio en el Poder Legislativo utilizando cientos de escaños de la mayoría, siempre que se cumpla, de nuevo, la salvedad primera. Es decir: siempre los beneficiarios se hayan saltado la Constitución.

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5. La norma general obliga a todo ciudadano acusado de un delito a presentarse, sin demora, en dependencias judiciales o policiales. En caso negativo, este ciudadano será considerado prófugo de la justicia y se le perseguirá de forma implacable, perjudicando gravemente su situación procesal. La particularidad Sánchez vuelve a evitar el engorro a los beneficiarios de la particularidad primera, es decir: no tendrás ninguna obligación de presentarte antes los tribunales si te has saltado la Constitución.

6. La norma general establece que, en caso de delito grave, el reo podrá ver aliviada su condena o al menos recibir beneficios penitenciarios si comprende y asume el daño causado y se compromete de forma expresa a no reincidir, demostrando con ello que está encaminado a una correcta reinserción social. La salvedad Sánchez vuelve a aplicarse, una vez más, a los beneficiarios de la salvedad primera, es decir: el reo podrá anunciar a bombo y platillo y de forma descarada su voluntad expresa de reincidencia siempre que se haya saltado antes la Constitución.

En suma y a modo de resumen: violentar la Constitución otorga, con esta ley, el derecho a violentar la Constitución. Y eso es básicamente la ley de amnistía: la solución al lío gordiano y la garantía —decúbito supino— para una sana convivencia. La próxima vez que te pongan una multa, di sencillamente que trabajas para Puigdemont.

Pido perdón a mis lectores más fieles porque hoy no habrá rastro de mi estilo fresco y atrevido, literario y sublime. No, amigos, esta vez nada de chiste o poesía. La trinchera se pone la toga y la peluca con densas líneas de contenido jurídico. Derecho Mercantil duro, perdón, Derecho de Mercadeo durísimo. Me dispongo a analizar con rigor la excelente ley de amnistía aprobada por el PSOE.

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