Sánchez defiende la amnistía para "olvidar el trauma" y avisa de que la legislatura "se le hará larga" a la derecha

Pedro Sánchez ha defendido este sábado la ley de la amnistía como la mejor herramienta para "olvidar el trauma" vivido en Cataluña. "Con la ley de amnistía, como fueron antes los indultos, estamos haciendo de la democracia española una democracia más fuerte, y, por tanto, una España más fuerte", ha asegurado en un acto en Bilbao para conmemorar que se cumplen 20 años de la primera victoria de José Luis Rodríguez Zapatero. De esta manera, Sánchez ha reivindicado la utilidad de la medida dos días después de cerrar un acuerdo con Junts y ERC en la comisión de Justicia para sacar adelante el texto.

Sánchez ha dedicado una gran parte de su intervención a diseccionar los problemas territoriales del país, y a defender la “reconciliación” en Cataluña. El líder de los socialistas se ha dirigido a los ciudadanos que son escépticos con la ley de amnistía "que confíen" en la medida como la mejor forma de restablecer los puentes rotos en 2017. "La tarea de un gobernante no es mirar para otro lado. La tarea de un gobernante es afrontar los desafíos y hacerlo desde el ejemplo, la coherencia, con una actitud de generosidad y reconciliación", ha asegurado. "Nuestro país es extraordinariamente complejo, y diverso", ha remarcado Sánchez.

También ha tenido palabras para el PP, al que le ha augurado una legislatura larga en la oposición. Sánchez ha pedido al PP que haga una oposición de Estado y no una "destructiva en la que no se hace responsable" de las consecuencias de las políticas llevadas a cabo por los populares, y que a juicio del presidente, desembocaron en la declaración unilateral de independencia en 2017 por parte de la Generalitat.

Además, ha solicitado al PP que cumpla con la Constitución y renueve el CGPJ. "Las lecciones que da el PP sobre constitucionalismo son las mismas que da sobre corrupción", ha continuado el presidente. El estallido del caso Koldo, la presunta trama de cobro de comisiones en la compra de mascarillas en el seno del Ministerio del Interior, es el primer caso de corrupción que salpica a Sánchez desde que llegara al Gobierno en 2018 tras una moción de censura contra Mariano Rajoy. "No hay corrupción buena y corrupción mala. Hay partidos políticos que amparan, que protege, que institucionalizan esa corrupción. Y hay otros partidos, como el PSOE, que la cortan de raíz", ha enfatizado, sin mencionar explícitamente el caso.

Sánchez ha defendido la necesidad de la "reconciliación" en Cataluña para pasar página y que el debate político y la sociedad se centren en "los problemas reales y trascendentes", como la crisis climática, la vivienda, la dignidad en el mercado laboral y la desigualdad entre hombres y mujeres. Precisamente, en referencia a este último tema, el presidente ha avanzado que su partido político prepara una proposición de ley para abolir la prostitución "una realidad" en España, un tema que ha situado como un "compromiso" y uno de los ejes de la política feminista del Gobierno. El día de ayer, varias voces destacadas del feminismo socialista, como Carmen Calvo o Susana Díaz, hicieron público un manifiesto en el que exigían expulsar del partido a las personas que han consumido prostitución.

Zapatero le muestra "lealtad"

Antes de Sánchez, ha tomado la palabra el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que ha defendido su etapa al frente del Ejecutivo como un momento en el que se lograron grandes avances en la agenda feminista o para los derechos de las personas LGTBI. Aunque Zapatero ha reivindicado el fin de ETA como el momento más importante de sus años en la Moncloa.

"Yo soy de lealtades profundas", ha aclarado Zapatero, entre aplausos y vítores de los asistentes. “No me cuesta nada defender al Gobierno”, ha insistido, enfatizando que la acción del Ejecutivo de Sánchez forma parte de una línea de continuidad con la historia del socialismo español. "¿Cómo es posible que haya un solo socialista que no esté contento?", se ha preguntado.

Zapatero ha sido uno de los apoyos más constantes de la llamada vieja guardia del partido a las políticas de Sánchez. El expresidente ya se implicó de forma vehemente en la campaña electoral del 23-J, y se ha mostrado públicamente favorable a la agenda de Sánchez en Cataluña, tanto con los indultos como con la amnistía. No obstante, algunas voces dentro del PSOE, como la del expresidente de Aragón Javier Lambán, o la del presidente de Castilla y La-Mancha, Emiliano García-Page, sí han mostrado su descontento con los pactos con los independentistas, y, en especial, con la aprobación de la amnistía.