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La historia de un maestro represaliado por rojo y el deseo sexual femenino, las tapadas de los Goya 2024
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Han entusiasmado al público

La historia de un maestro represaliado por rojo y el deseo sexual femenino, las tapadas de los Goya 2024

'El maestro que prometió el mar' y 'Creatura', que acaba de triunfar en los Gaudí, pueden hacerse un hueco importante el próximo sábado

Foto: Enric Auquer como el profesor represaliado Antoni Benaiges en un momento de 'El maestro que prometió el mar'.
Enric Auquer como el profesor represaliado Antoni Benaiges en un momento de 'El maestro que prometió el mar'.

Las favoritas en la próxima gala de los premios Goya son claras: el drama 20.000 especies de abejas y la épica La sociedad de la nieve. Las cintas de Estíbaliz Urresola, que no deja de generar aplausos desde su estreno el pasado mes de abril, y de Juan Antonio Bayona, que incluso ha puesto su patita en los Oscar, tienen 15 y 13 nominaciones, respectivamente, incluidas las de mejor película. Sin embargo, con menos ruido hay otras dos que podrían llevarse un agraciado y buen botín: El maestro que prometió el mar, de Patricia Font, y Creatura, de Elena Martín. Tienen cinco y cuatro nominaciones en apartados de interpretación y dirección. Y también se han ganado al público y la crítica.

La primera se estrenó en noviembre y desde entonces ha alcanzado más de 270.000 espectadores y más de 1.600.000 euros de recaudación. El triple de lo que esperaban en sus mejores sueños. "Ha sido algo del boca a oreja y aún está en los cines. Ha llegado al corazón de la gente", cuenta a El Confidencial su productor Francesc Paco Escribano, también autor de la biografía homónima en la que se basa la película.

Foto: Sofía Otero es Lucía, la protagonista de '20.000 especies de abejas'. (BTeam)

Esta narra la historia del profesor Antoni Benaiges, asesinado la noche del 19 de julio de 1936 por sus ideas socialistas y republicanas, que nunca había dejado de airear, tanto en el pueblo como en los periódicos en los que escribía. También por sus métodos pedagógicos, ya que formaba parte de la escuela Freinet, un movimiento muy libertario en el que los niños trabajaban con proyectos, votaban en clase, preparaban cuadernos con una pequeña imprenta… Era un método que tuvo muchísimos seguidores en los años 30 —uno de los principales fue Herminio Almendros, padre del cineasta Néstor Almendros— y que no se recuperaría hasta los 70 y 80. "La represión de los maestros durante la guerra fue enorme", apostilla Escribano.

Un caso real que este escritor conoció en 2010, tras la apertura de la fosa común de La Pedraja, cerca de Briviesca y de Bañuelos de Bureba (Burgos), donde este maestro, natural de Mont-Roig, en Tarragona, dio clases durante dos años (1935 y 1936). En un principio, se pensó que podría estar en esta fosa, pero nunca se hallaron los restos. "Y es muy improbable que aparezca. En la película todo pasa en Bañuelos, pero él iba mucho a Briviesca y hacía mucho su vida allí. Y fue allí donde le torturaron, le pasearon por el pueblo y donde le metieron en el calabozo. Es poco probable que, cuando lo sacaran, se lo llevaran a 30 kilómetros y a una fosa que todavía no se había hecho. Así que lo más probable es que lo llevaran a un lugar a unos pocos kilómetros, lo mataran y lo dejaran ahí tirado. Porque eso es lo que se hacía al principio de la guerra. Luego ya vinieron las fosas comunes", señala Escribano.

placeholder Enric Auquer como Antoni Benaiges. (EFE/Filmax)
Enric Auquer como Antoni Benaiges. (EFE/Filmax)

El cuerpo no apareció, pero como dice este productor y escritor, sí su historia. Y de una forma que la película cuenta de forma muy veraz. Mientras se excavaba la fosa —que en la cinta aparece tal y como era—, alguien comentó que allí podría estar este maestro catalán. Aquello llegó a oídos del fotógrafo Sergi Bernal, que andaba por allí preparando el libro Desenterrando el pasado, y empezó a tirar de un hilo que llegó a la familia de Benaiges, que había guardado los cuadernos con los que trabajaba el maestro, pero que apenas sabía nada más. Solo que le habían matado y que les había dicho que prepararan la casita de la playa porque iba a ir con los alumnos a enseñarles el mar, ya que nunca lo habían visto.

También se preguntó en el pueblo, en Bañuelos, pero tanto el fotógrafo como Escribano, que ya se había embarcado en el libro —que acabaría publicando en 2013—, se encontraron con que nadie quería hablar de aquel suceso. "Se habían callado por miedo y por el dolor que todo aquello causó. Los obligaron a quemar los cuadernos y la imprenta al final de la guerra, aunque en la película nosotros lo contamos justo cuando empieza. Quemaron todo lo que había en la escuela. Y recordar aquello dolía. Por eso la gente no hablaba del maestro", manifiesta.

Precisamente este silencio fue lo que le animó para convertir su libro en película. Al principio no quería porque tenía muchas semejanzas con La lengua de las mariposas, que ya había tenido mucho éxito. Pero después se dio cuenta de que, en el caso de Benaiges, existían dos crímenes: uno era el asesinato del profesor y el otro el borrado de la memoria. "Y ahí los culpables somos todos. Eso es lo que impacta de la historia del maestro, que lo olvidamos. Y eso tiene una explicación: cuando a alguien lo matan y lo meten en una fosa común, no solo quieren matarlo, sino también borrarlo. Y el compromiso para que no consigan eso es nuestro. Esta es la historia de miles de personas que están enterradas en fosas comunes y que siguen borradas", manifiesta.

"Cuando meten a alguien en una fosa común, no solo quieren matarlo, sino también borrarlo. El compromiso para que no lo consigan es nuestro"

Así fue como hace cinco años empezó a trabajar en una cinta en la que tuvo mucha importancia la aparición de la directora Patricia Font para poder conseguir un guion más fluido y que contara no solo los hechos pasados, sino también, como vemos, estos casos desde el presente.

Mientras esto ocurría, también en el pueblo pasaban cosas. La más importante, la reparación de la memoria del maestro. "Ocurrió algo ejemplar. Se restauró la escuela y le pusieron el nombre de Antoni Benaiges, se reeditaron en facsímil los cuadernitos, se hizo un cenotafio con sus libros... Y todo con un alcalde del PP superando cualquier tema ideológico. Porque aquí estamos hablando de un tema de humanidad. Y ahora están desbordados porque no paran de llegar autocares de gente para visitar la escuela", señala Escribano.

placeholder Fotografías facilitadas por editorial Blume del libro 'Desenterrando el silencio'. (EFE)
Fotografías facilitadas por editorial Blume del libro 'Desenterrando el silencio'. (EFE)

Y se hizo el casting. Y se eligió a Enric Auquer para el papel de Antoni. Y lo bordó. "No se parecen físicamente, pero lo que definía a Antoni es su sensibilidad y humanidad, y eso lo transmite la mirada de Enric", afirma el productor. Auquer, además, introdujo una aportación que es el marcado acento catalán que podría tener Benaiges. "Es que es lógico. Antes, los acentos, pero también el andaluz, el extremeño, cualquiera, estaban más marcados porque la gente viajaba mucho menos", manifiesta Escribano. A Auquer le ha valido la nominación al Goya como mejor actor y podría ganarlo. Sería su segunda estatuilla después de A quien a hierro mata en 2019. Una trayectoria imparable.

Foto: Enric Auquer en 'Vida perfecta'

También está nominada la actriz Luisa Gavasa, el guionista Albert Val —mejor guion adaptado—, el vestuario de María Armengol y Natasha Arizu, a mejor música original. "No, nunca imaginamos esto", reafirma el productor, quien cree que películas como esta siguen siendo importantes. "Lo que no puede ser es que todavía queden muertos por desenterrar, porque esos miles de muertos que quedan son los muertos de todos nosotros. Cuántas películas se hacen todavía sobre la guerra civil americana… Una guerra civil te deja una huella que pasa más de cinco generaciones… Y aún estamos en la marca del impacto", concluye.

Para verla tienen los cines, Movistar + y después llegará a TVE, TV3 y Netflix.

Inmersión en el deseo sexual

Creatura es una película que no tiene nada que ver con la anterior. Mucho más intimista, más psicológica, aunque también con heridas traumáticas. La sexualidad infantil y el bloqueo y deseo sexual, especialmente en la mujer, contado sin cortapisas y sin concesiones. Una película que, estrenada únicamente en versión original —catalán— el pasado septiembre, ha recaudado 200.000 euros, ha llevado al cine a más de 30.000 personas y el domingo pasado se convirtió en la gran triunfadora de los premios Gaudí de cine 2024, cosechando seis galardones. Actualmente se puede ver en la plataforma Filmin.

En la bolsa de las nominaciones a los Goya ha conseguido meter a su directora, Elena Martín; a las actrices Clàudia Malagelada y Clara Segura, y al actor Alex Brendemühl. "La nominación de Elena fue increíble porque está con esos directores… Y luego el casting fue muy bueno porque hemos descubierto a una gran actriz, Clàudia Malagelada, que llegó casi por casualidad. Ella es estudiante de ballet clásico, pero nos dejó superimpresionados. Cuando hizo la película, tenía 15 años, pero nos hipnotizó por su madurez. Y luego Clara, Alex, Oriol y Elena… Es una película muy de actores", comenta a este periódico Marta Cruañas, una de sus productoras.

La cinta también ha logrado un cierto hype y, como dice su productora, "ha destapado un poco un tema que ha generado mucha conversación y mucho texto. Ha generado agenda y eso no pasa tan a menudo. Sí queríamos arrojar luz sobre la sexualidad infantil y en la mujer especialmente". Desde luego, por su presencia (y premios) en festivales y medios es una de las películas del año.

placeholder Un momento de 'Creatura', que participó en la Quincena de Realizadores de Cannes. (Avalon)
Un momento de 'Creatura', que participó en la Quincena de Realizadores de Cannes. (Avalon)

Todo empezó con la propuesta que Elena Martín, que había sido compañera de facultad de Cruañas y con quien también había trabajado en la anterior película, Julia ist, le hizo a esta productora y a Lastor Media (curiosamente es una de las productoras de El maestro que prometió el mar también). "Nos dijo el tema del que quería hablar y del personaje central. Y a partir de ahí empezamos a trabajar", comenta Cruañas, quien confirma que al principio hubo un poco de shock. "Pero luego fue cambiando porque también hubo un proceso muy teórico con toda la documentación de Elena con terapeutas y con un grupo de performance que estaba explorando sobre el cuerpo. Y ahora es un tema que no lo miramos igual que cuando empezamos a hacer la película, porque también tenemos nuestros bloqueos. Con la película nos hemos podido conocer a nosotras mismas", añade.

El proceso de casting no fue fácil porque tenían que elegir a personajes en distintas épocas. También contrataron a una coordinadora de intimidad —"una experiencia increíble"— y después, gracias a un laboratorio audiovisual en San Sebastián, consiguieron su salida a la industria, donde sumaron la financiación del ICAA y TV3. "Tuvimos casi todo el apoyo que buscábamos menos el de TVE, que nunca llegó a entrar y eso comprometió nuestras expectativas de presupuesto y tuvimos que hacer ajustes", revela. Después, fue todo sobre la seda. "El estreno fue inolvidable y tuvimos una ovación de siete minutos con la gente de pie", asegura Cruañas.

La noche de los Goya es ya un aldabonazo más en la carrera de Elena Martín como directora, y en las de las actrices y el actor nominados. Ahora solo queda saber quiénes recogerán las estatuillas.

Las favoritas en la próxima gala de los premios Goya son claras: el drama 20.000 especies de abejas y la épica La sociedad de la nieve. Las cintas de Estíbaliz Urresola, que no deja de generar aplausos desde su estreno el pasado mes de abril, y de Juan Antonio Bayona, que incluso ha puesto su patita en los Oscar, tienen 15 y 13 nominaciones, respectivamente, incluidas las de mejor película. Sin embargo, con menos ruido hay otras dos que podrían llevarse un agraciado y buen botín: El maestro que prometió el mar, de Patricia Font, y Creatura, de Elena Martín. Tienen cinco y cuatro nominaciones en apartados de interpretación y dirección. Y también se han ganado al público y la crítica.

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