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Esta es la película más punki y divertida del año, que aspira al trono del cine indie
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68 EDICIÓN DE SEMINCI

Esta es la película más punki y divertida del año, que aspira al trono del cine indie

'The Sweet East', del director de fotografía Sean Price Williams, compite por la Espiga de Oro en la 68 edición de Seminci

Foto: Simon Rex y Talia Ryder en 'The Sweet East'. (Caramel)
Simon Rex y Talia Ryder en 'The Sweet East'. (Caramel)

Cuenta el guionista de The Sweet East, Nick Pinkerton -crítico de cine de revistas como Sight & Sound o Artforum-, que cuando el director de fotografía Sean Price Williams le propuso escribir el guión de su primera película como director, la única clave que le dio fue que se pasase de punki. Y vaya que si se pasó. El resultado es la película más fresca, ácida y disparatada del año, un retrato de la América freak, desquiciada, que va desde el Pizzagate, por las sectas, por el supremacismo blanco hasta el wokismo más demencial, una Alicia en el País de las Maravillas contemporánea, metida en un road trip cada vez más caótico y desopilante. ¿Qué más le puede pasar a Lillian, la protagonista, interpretada por Talia Ryder, la nueva chica de moda del cine indie? Una comedia política estrenada en la Quincena de Cineastas de Cannes y que ahora concurre en la Sección Oficial de la 68 edición de Seminci. The Sweet East tiene visos de convertirse en la sensación de la temporada de premios del cine alternativo, el Aftersun de este año.

Williams, colaborador habitual de los hermanos Safdie y responsable de videoclips de raperos como A$AP Rocky -pareja de Rihanna-, se lanza a una epopeya moderna y psicotrópica por un Estados Unidos en destrucción, dividido por el fanatismo político y religioso en la era post-Trump. A grandes rasgos, The Sweet East es la historia de una adolescente que, en su viaje de fin de curso, mientras está comiendo en una pizzería de Washington, sufre un atentado y huye por unos pasadizos junto a un grupo de punk que la salva del tiroteo. A partir de ahí, todo es posible. Una huida hacia delante en la que, en el camino, la protagonista se encuentra a personajes como el neonazi funcional al que interpreta Simon Rex, excator porno, antiguo presentador de la MTV, al que recordarán por Scary Movie 3, 4 y 5, reconvertido ahora en el muso del cine independiente gracias a Red Rocket (2021), de Sean Baker.

Con un estilo que recuerda al de Harmony Korine -Spring Breakers, 2012-, Pinkerton y Williams han elegido retratar esa América en la que la realidad supera cualquier cosa que pudiese inventarse. "Las teorías conspiranoicas que han aparecido en los últimos años son muy ridículas, muy imaginativas. Quisimos empezar con el Pizzagate porque nos parecía tan surrealista que las teorías imaginadas por gente sin oficio ni beneficio desde el ordenador de su casa llegasen a los medios de comunicación y se extendiese entre la gente…", explica Williams. "Hemos tomado prestados de la realidad muchos elementos de la época Trump, pero sin nombrarlo".

El paisaje que pinta The Sweet East debe entenderse como una caricatura, como un espejo deformante que exacerba las peores cualidades de un país que se enfrenta a una crisis de identidad, cuando la balanza de poder en el mundo está cambiando, cuando las minorías se están convirtiendo en mayorías, cuando la clase media nacida tras la Segunda Guerra Mundial está desapareciendo y perdiendo su predominancia en la pirámide social y su poder adquisitivo. "Estados Unidos se ha vuelto un país de extremos", reconoce Williams. "Fluctuamos de un lado a otro. En la película vemos armas todo el rato, porque las armas son gran parte de la identidad americana hoy en día. Es un temazo. Pero Estados Unidos también es un país multidimensional y no quiero que el público europeo piense que es sólo un país de gente estúpida e infantil, de gente escandalosa y ruidosa. Es como decir que toda la gente de Texas es redneck. En Estados Unidos una persona puede ser una combinación de cosas muy locas: puedes ser republicano y poeta. Puedes ser lo que quieras".

placeholder Jeremy y Ayo en un momento de la película. (Caramel)
Jeremy y Ayo en un momento de la película. (Caramel)

En un primer momento, el guionista y el director se inspiraron en Perspectivas (Medium Cool, 1969), una pelcula que se ambienta en los disturbios por la Convención Demócrata de 1968, marcada por la Guerra de Vietnam y el asesinato de Bobby Kennedy. En ella, el actor principal, Robert Forster, que interpreta a un cámara de noticias, se integra en las protestas reales, en una muestra de cine verité casi documental. "Primigeniamente, teníamos la idea de meter a la actriz protagonista en medio de las manifestaciones que hubo en Washington D.C. contra Trump en 2016", confiesa. "Queríamos meterla en una situación caótica y peligrosa. Medium Cool casualmente también está dirigida por un director de fotografía. Normalmente los directores de fotografía no hacen buenas películas, pero éste no es el caso". Por cierto, Williams, también es su propio director de fotografía en The Sweet East.

Es difícil explicar The Sweet East con palabras. "Para describir la película Nick y yo siempre utilizamos el término “picaresca”, “cuento”, “Alicia en el País de las Maravillas, aunque nunca pensamos en la novela de Carroll cuando estábamos escribiendo el guión. Ni siquiera pensamos en ello", reconoce. "Al principio lo planteamos como comedia, pero al escribir el guión me daba la sensación de que ya no lo era. La película ha ido cambiando mucho a lo largo del proceso. La proyectamos para un público estadounidense la semana pasada y la gente no paraba de reírse. Los personajes no son unidimensionales, las situaciones no están siempre claras y todo el rato hay sensación de peligro".

placeholder Talia Ryder es la nueva musa del cine indie. (Caramel)
Talia Ryder es la nueva musa del cine indie. (Caramel)

Williams confía en que, a pesar de la hegemonía de las superproducciones de estudio y de las plataformas, todavía hay espacio para un cine menos convencional y más subversivo. "Una de las cosas que pasaron durante la Covid -normalmente no uso Netflix ni me gusta ver películas en plataformas- es que la gente se cansó de este tipo de cine de fórmula", piensa el director. "Se dieron cuenta de las limitaciones de este tipo de películas hechas para el streaming. Todas siguen una especie de manual, y te das cuenta mientras las estás viendo, no hay originalidad ni frescura. El público es listo y saben cuándo le están haciendo tragar basura. Aunque quizás estoy siendo demasiado optimista, no sé".

La realidad es que la taquilla actual está dominada por las grandes superproducciones, cuando en los años 80 y 90 no era raro encontrarse en lo alto de la lista trabajo de autores como, por ejemplo, Ken Loach. Algo hoy impensable. "Toda la maquinaria de marketing se pone a disposición de diez películas al año", lamenta Williams. "Todo el mundo ve esas diez películas. Ese es el problema. Si piensas en las películas que hacían dinero en los años 80, ahora parece un misterio. Dramas de autor que podían tener mucho éxito, ser taquillazos. Nuestra película se dirige a la gente joven, que es en la que tengo puesta la confianza, más que en mi generación, incluso. Creo que la gente joven va a entender muy bien la película".

Cuenta el guionista de The Sweet East, Nick Pinkerton -crítico de cine de revistas como Sight & Sound o Artforum-, que cuando el director de fotografía Sean Price Williams le propuso escribir el guión de su primera película como director, la única clave que le dio fue que se pasase de punki. Y vaya que si se pasó. El resultado es la película más fresca, ácida y disparatada del año, un retrato de la América freak, desquiciada, que va desde el Pizzagate, por las sectas, por el supremacismo blanco hasta el wokismo más demencial, una Alicia en el País de las Maravillas contemporánea, metida en un road trip cada vez más caótico y desopilante. ¿Qué más le puede pasar a Lillian, la protagonista, interpretada por Talia Ryder, la nueva chica de moda del cine indie? Una comedia política estrenada en la Quincena de Cineastas de Cannes y que ahora concurre en la Sección Oficial de la 68 edición de Seminci. The Sweet East tiene visos de convertirse en la sensación de la temporada de premios del cine alternativo, el Aftersun de este año.

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