Los 10 libros más refrescantes para este caluroso verano
La ola de calor ya está aquí. Para enfrentarse a las altas temperaturas, nada mejor que zambullirse en un buen y reconfortante libro, y sumergirse de cabeza en sus páginas
El verano significa, por lo general, vacaciones y pasar calor, mucho calor. En la sección de Cultura de El Confidencial, lamentablemente, no podemos hacer nada respecto a las altas temperaturas, pero, al menos, podemos sobrellevarlas mejor el calor si nos zambullimos en la lectura de un libro refrescante. Estas son nuestras recomendaciones veraniegas:
El último caso de William Parker (Alfaguara Negra), de Alexandre Escrivà
Alexandre Escrivà (Valencia, 1996) tiene a sus espaldas una importante carrera como músico y ha sido miembro de varias orquestas, pero siempre quiso ser escritor, y ahora se ha convertido en el nuevo joven prodigio del thriller español. El último caso de William Parker es su primera novela y transcurre en San Francisco. Arranca con el descubrimiento, muy cerca de la Navidad de 2018, de la cabeza de la joven Sarah Evans en medio de una concurrida calle de la ciudad. Parece un caso a la medida de William Parker, un especialista en asesinatos en serie. Sin embargo, Parker lleva tiempo retirado del cuerpo de policía después de investigar un crimen particularmente traumático. Mientras tanto, el experiodista valenciano Fernando Fons, llegado recientemente a San Francisco, sigue con interés la búsqueda del Verdugo, como ha apodado la prensa al asesino.
Los destrozos (Random House), de Bret Easton Ellis
Hay quien no soporta Los destrozos, la primera novela del siempre polémico Bret Easton Ellis en 13 años, hay quien la ha devorado con ansia y placer. En la propia sección de Cultura de El Confidencial, hay opiniones fuertemente divididas. Lo que está claro es que esta nueva incursión literaria del autor de Menos que cero y American psycho no dejará indiferente a nadie. Es un tocho de casi 700 páginas (680, para ser exactos) sobre un grupo de adolescentes megapijos de los años 80 en Los Ángeles, ciudad que en ese momento se ve acosada por un asesino en serie al que la prensa ha bautizado como el Arrastrero. Las descripciones de Bret Easton Ellis son, como siempre, milimétricas: se detiene a contar desde la ropa que visten los jóvenes en cada momento a lo que comen y a las canciones que escuchan. Para algunos es un ejercicio profundamente cansino, para otros, un recurso que consigue que el lector visualice en su cabeza la novela como si fuera una película.
Un crimen con clase (Lumen), de Julia Seales
¿Se puede mezclar el mundo de Jane Austen con una historia de asesinatos a lo Agatha Christie? La respuesta es sí. Eso es lo que ha hecho Beatrice Steele en la divertidísima Un crimen con clase, una novela que transcurre en un Swampire, un pequeño pueblecito de la campiña inglesa, en la primera mitad del siglo XIX. Se trata del típico pueblo apacible en el que todos se conocen, donde nunca pasa nada y donde los fastuosos bailes en grandes mansiones son el único entretenimiento. Hasta que un día tiene lugar un crimen…
El libro recrea a la perfección las rígidas normas sociales y de conducta de la época, así como la necesidad de las mujeres de cazar un marido (muchas veces, las herencias pasaban directamente a los varones, un enorme problema para aquellas familias que solo tenía hijas y que necesitaban casarlas por motivos económicos), pero lo hace con enormes dosis de humor y dejando en evidencia el machismo profundo de esa sociedad. Y todo ello combinado con la resolución de un crimen al más puro estilo miss Marple, el inolvidable de Agatha Christie.
Kinz (Vitruvio), de Alberto Manrique Navas
Novela histórica y thriller todo en uno. En unas obras realizadas en la ciudad marroquí de Assilah, se descubre una habitación una caja bellamente decorada con unos documentos que revelan la existencia de un tesoro escondido por las principales familias moriscas antes de ser expulsadas de España en el siglo XVIII. La clave para localizar el tesoro se encuentra en un cuadro pintado por Velázquez en su juventud que se quemó en el incendio del Alcázar de Madrid en la Nochebuena de 1734.
No todo el mundo (Sexto Piso), de Marta Jiménez Serrano
Fresco, natural e identificable son los adjetivos que definen a la perfección los relatos que conforman No todo el mundo, el último libro de Marta Jiménez Serrano. Con 14 historias sobre las complicaciones y maravillas que suponen el amor y las relaciones, la madrileña acompaña a sus personajes y sus vivencias con aires juveniles sin caer en esa literatura melosa que acaba adaptándose en películas para adolescentes de Netflix. Marcelo y Eloísa no lo saben, pero están abocados a dejarlo. Claudia y Fran piensan que esta vez todo será distinto. Nerea cree que no está enamorada de su profesor, y Luis, que se ha enamorado de su alumna. Eva no soporta tener que compartir a Pedro con la pequeña Rita en semanas alternas. Guille no sabe si le gusta Carmen o si la odia. Uno tras otro, los personajes de No todo el mundo reflejan situaciones familiares desde la ironía, la comedia y lo emotivo. Probablemente, lo más parecido a tomar un café con una amiga para ponerse al día.
El movimiento del cuerpo a través del espacio (Anagrama), de Lionel Shriver
Muchos conocimos a la periodista y escritora estadounidense Lionel Shriver (Carolina del Norte, 1957), lamentablemente, con Tenemos que hablar de Kevin (2005), novela que llevó al cine la no menos talentosa Lynne Ramsay. "Lamentablemente" porque esta era su séptima novela, y nos habíamos perdido otras tantas veces la excitación de esperar la publicación del "próximo libro" de una de las plumas más clínicas de la literatura contemporánea. Después, han llegado más de media docena de títulos —entre ellos la radiografía de la América feliz y oronda que es
Quentin por Tarantino (Ma Non Troppo), de Amazing Ameziane
Hablamos recientemente en esta sección de esta novela gráfica indispensable para los fanáticos de Quentin Tarantino. No es una biografía al uso, no solo porque utilice el lenguaje del cómic para repasar la trayectoria del rey de los diálogos, sino porque su lectura provoca algo similar a bucear en la mente compleja, imbricada y borboteante del exdependiente de videoclub. ¿Se acuerdan de Cómo ser John Malkovich? Pues en
La verdadera historia de la Panda del Moco (Ariel), de Iñaki Domínguez
Para quienes no vivimos el Madrid de los 80, La verdadera historia de la Panda del Moco es más bien una historia de marcianos. ¿Pijos que hacían kick boxing y se comportaban como quinquis marrulleros, navaja en mano? ¿Hijos de papá que se dividieron los barrios de Madrid y que se enfrentaban a puñetazos con los rockeros y los punkis? ¿Niños bien que acabaron en la cárcel y en negocios de palizas y tráfico de drogas? En una época que celebraba la recién estrenada democracia y en la que la izquierda era el lado cool del espectro político, la juventud de la clase pudiente —y franquista— madrileña se resistió a perder su estatus peleándolo calle a calle. A partir de anécdotas, de entrevistas y de memoria, el escritor Iñaki Domínguez, experto en macarrismo, pinta un paisaje urbano bastante poco conocido, sorprendente y, muchas veces, hilarante por disparatado. Una lectura entretenidísima que, además, ayuda a entender los mimbres sobre los que está construido el callejero madrileño.
Las vidas que no viví (Candaya), de Patricia Almarcegui
Anna y Pari son dos mujeres que se encuentran en Menorca, en torno a un hotel abandonado y ocupado, y a un huerto rescatado del olvido. Anna, originaria de la isla, regresa ahora en medio de una crisis íntima, después de muchos años fuera. Pari llegó desde Irán tras abandonar su vida anterior, y espera la posible llegada de un visitante. Las vidas que no viví es una novela sobre destinos y espacios en reconstrucción; sobre jardines y huertos; sobre cuerpos que habitan y cuerpos que ya no pueden habitarse. Y es, también, el relato de una isla y un país encontrados en los éxodos y la migración: a lo largo de la conversación que mantienen las dos protagonistas, emergen relatos históricos sobre Menorca e Irán: naufragios, invasiones, incendios, viajes, objetos perdidos y reencontrados.
DesMemorias de una revista satírica (Libros Cúpula), de JL Martín
¿Formó parte El Jueves de un complot judeomasónicorrepublicano para acabar con la monarquía española? ¿Es cierto que sus dibujantes trabajaban consumiendo grandes cantidades de alcohol mientras ingerían sustancias estimulantes? ¿Desapareció algún colaborador explorando los famosos límites del humor y tuvieron que indemnizar a la viuda? Ninguna de estas preguntas tiene respuesta en este libro que se limita a explicar lo inexplicable: cómo unos tipos de lo más normal editaron una revista de humor consumida cada semana, durante décadas, por entre 500.000 y 750.000 lectores, hito que alcanzaron sin ser bendecidos por el establishment cultural —más bien al contrario— y sin recibir distinciones ni subvención alguna. ¿Cómo lo consiguieron, pues? Es lo que explica este libro.
El verano significa, por lo general, vacaciones y pasar calor, mucho calor. En la sección de Cultura de El Confidencial, lamentablemente, no podemos hacer nada respecto a las altas temperaturas, pero, al menos, podemos sobrellevarlas mejor el calor si nos zambullimos en la lectura de un libro refrescante. Estas son nuestras recomendaciones veraniegas:
- Milan Kundera y el delicioso esnobismo juvenil Alberto Olmos
- 'Misión imposible: sentencia mortal - parte 1': Tom Cruise, dispuesto a inmolarse para entretenernos Marta Medina
- El mejor libro para pasar el verano en la Edad Media Ramón González Férriz