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Hay quien prefiere morir en catalán a sanar en español
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Hay quien prefiere morir en catalán a sanar en español

El vídeo de la enfermera es zafio. Sin embargo, la reacción es muchísimo peor. Lo típico: amenazas de muerte en redes sociales, insultos y, más grave, las autoridades del lazo amarillo con el rollo de las sanciones

Foto: Una manifestación en Barcelona a favor de la inmersión lingüística en catalán. (EFE/Quique García)
Una manifestación en Barcelona a favor de la inmersión lingüística en catalán. (EFE/Quique García)

Una enfermera que hace las prácticas en Barcelona subió un vídeo a TikTok desde el hospital. Decía que vaya mierda tener que aprobar el C1 de catalán para sacarse una oposición aquí, y que el idioma lo va a estudiar su madre. Ante todo, una consideración sobre TikTok y la atención hospitalaria: si yo pudiera elegir, preferiría que me operase alguien que no haya bailado nunca para un TikTok. La cosa es que no puedo elegir.

En Cataluña nadie puede elegir a no ser que vaya a la privada. Las listas de espera de quirófanos, atención primaria y especialistas son tan disparatadas como en otras tierras más virales. Incluso más disparatadas: hay áreas en las que el tiempo de espera para que te vea un especialista son menores que el tiempo de espera para que se declare la República Catalana. Lo que pasa es que no tenemos a Ayuso, lo cual es una desgracia, porque los problemas de nuestra sanidad pública no le importan a los que van a la gala de los Goya.

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En fin. Volviendo al vídeo de la enfermera, es zafio. Sin embargo, la reacción es muchísimo peor. Lo típico: amenazas de muerte en redes sociales, un cojón de insultos y, más grave, las autoridades del hospital, la Conselleria de Sanidad y políticos de lazo amarillo en el corazón con el rollo buroterrorífico de las sanciones y los expedientes y cosas de estas. No sé cómo narices la van a expedientar si no es más que una enfermera en prácticas que dice que no le da la gana de estudiar catalán ni de sacarse la oposición aquí.

Se mueren por castigarla, porque ha dicho algo que no les gusta, pero no pueden. ¿Y qué hacen? Lanzarle las hordas. Instituciones públicas, sindicatos y políticos azuzando a las masas digitales contra un ciudadano. No sé si será buena profesional de la enfermería, pero desde luego ha sabido encontrar la llaga.

Paréntesis. Entre los vituperios y las amenazas que ha recibido, dos tuits se llevan mi premio de honor. Primero, el tuit de un teniente de alcalde de Badalona, de nombre David Torrens, que ha publicado el nombre y apellidos y la foto de la enfermera, y resulta que es el responsable... ¡de "Protección de las personas" de su ayuntamiento! Es para echarle de comer pienso, pienso. En segundo lugar, el tuit del sindicato UGT.cat, que ataca a esta trabajadora y se burla de ella, demostrando que el nacional-sindicalismo no es cosa del pasado.

Foto: Hospital Vall D'Hebrón en Barcelona. (Google)

Sin embargo, hay una cosa en la que estoy de acuerdo con quienes atacan a esta enfermera como si hubiera matado a ochocientos viejos en la pandemia: ha demostrado una profunda ignorancia sobre lo que es Cataluña. ¿Acaso no sabe que aquí la lengua es un sinónimo de Dios Padre Todopoderoso? ¿No se ha dado cuenta de que la lengua ocupa en el nacionalismo contemporáneo el lugar que ocupó la raza en nacionalismos ya erradicados de la faz de Europa? ¿No se enteró de que aquí hay peña que considera fascista que se dé un 25% de asignaturas en español?

Hay que conocer la tierra en la que vive, señora. Hay que estudiar un poco, y de este modo habría podido calibrar los riesgos que supone quejarse por una barrera laboral caprichosa, en tanto que más o menos el 100% de los pacientes catalanes comprenden perfectamente el español. No se trata de comunicar de forma efectiva, se trata de someterse a la norma tribal. Conocer el idioma local no es algo que suma puntos, sino central. Los hospitales están antes para hacer muro contra el Imperio español que para curarse. Se piensa a lo María Antonieta con el pan y los pasteles: si no hay sanitarios suficientes, que aprendan catalán.

Foto: Hospital Vall d'Hebron donde trabaja la enfermera.

Curar heridas está muy bien, pero aquí hay que curar sobre todo la herida histórica, o histérica, o algo así. ¿Qué más da que sepas mucho o poco de enfermería? He visto a la gente más ofendida por la opinión de esta enfermera que por ocupar el puesto número 21325345214 de una lista de espera. He visto más gente pidiendo que vuelva a Andalucía que en las manifestaciones por la sanidad pública catalana.

Quizás, dado que la Generalitat pone pancartas a favor de la "Llibertat d’expresió", la enfermera en prácticas creyó que podía expresar su opinión en un vídeo sin pagar un duro castigo. Tal vez las constantes llamadas de las autoridades políticas locales a que el Estado central permita por fin que se oiga la voz del pueblo catalán la confundieron, llevándola a la fatal consideración de que la lengua es un tema sobre el que se puede tener una opinión. O peor: de que solo por vivir aquí eres parte del pueblo.

Una enfermera que hace las prácticas en Barcelona subió un vídeo a TikTok desde el hospital. Decía que vaya mierda tener que aprobar el C1 de catalán para sacarse una oposición aquí, y que el idioma lo va a estudiar su madre. Ante todo, una consideración sobre TikTok y la atención hospitalaria: si yo pudiera elegir, preferiría que me operase alguien que no haya bailado nunca para un TikTok. La cosa es que no puedo elegir.

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