"A los políticos no les importamos: podemos ser violadas y traficadas y no pasa nada"

A Vanessa Silva (Río Verde, Goiás, Brasil, 1972) no le ha pillado de sorpresa que la presunta trama de corrupción de Tito Berni cerrara buena parte de sus negocios con fiestas en puticlubs. “Yo misma he tenido a varios clientes políticos. Y a clientes policías, abogados, médicos…”, nos cuenta esta superviviente de la trata sexual.

Prostituida durante años, esta mujer con nacionalidad tanto brasileña como española se deja desde hace tiempo la piel en luchar activamente por la abolición de la explotación sexual de las mujeres. Desde Las Independientes, asociación de la que es cofundadora, trabaja para ayudar a mujeres prostituidas a salir de la esclavitud sexual por la que ella pasó.

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El Tito Berni fue a un burdel el mismo día que el PSOE condenó la prostitución en el Congreso

Alejandro Requeijo José María Olmo

PREGUNTA. ¿Cuál es su historia?

RESPUESTA. Yo he sido víctima de la trata de mujeres. Traficaron conmigo desde Brasil hasta España. Y cuando llegué aquí, tenía una deuda interminable, me quitaron el pasaporte y me prostituyeron… Es la misma historia de los cuatro millones de mujeres prostituidas que hay en Europa, solo en España hay 500.000 mujeres migrantes prostituidas. Y en esa cifra no están computadas las menores de edad. En nuestra asociación, tenemos casos de niñas de 12 años que han sido traficadas y han estado más de 10 años encerradas en un sótano en Valencia.

P. Habiendo sido víctima de la trata de personas, ¿qué le parece que el diputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias Tito Berni, acudiera asiduamente a burdeles?

R. Pues qué me va a parecer… Es una vergüenza, una vergüenza gigantesca. Se supone que las autoridades están para cuidarnos, los políticos deberían hacer leyes que protejan a las niñas y a las mujeres. Y, sin embargo, no lo hacen. Ni siquiera se hacen inspecciones en los burdeles, si no es con la colaboración de políticos y policías corruptos. Cuando va a haber una redada en un prostíbulo, se avisa por la mañana a los proxenetas para que les dé tiempo a esconder a las niñas y a las mujeres y a ocultar la droga.

"En un puticlub, se pagan 250 euros por una hora, y tienen 6-8 mujeres durante 24 horas. ¿Quién crees que acude allí?"

P. El 23 de septiembre de 2020, Día Internacional contra la Explotación Sexual, y después de que el PSOE condenara en el Congreso la prostitución, Tito Berni se fue a un prostíbulo…

R. Es una hipocresía absoluta. Pero así están las cosas: no podemos contar con nadie, las mujeres en España no les importan nada a los políticos. Podemos ser violadas, podemos ser traficadas… y no pasa nada. Nosotras y otras asociaciones luchamos por la abolición, pero las autoridades están todas involucradas y por eso no tienen ningún interés en abolirla. Como el Tito Berni, muchos políticos hablan de sus negocios, de sus corruptelas y de sus rollos en un puticlub, así que cómo van a abolirla. El varón español está acostumbrado a hacer negocios dentro de un puticlub, sin importarle que allí haya mujeres que son violadas diariamente.

P. ¿Cree entonces que puede haber más diputados que públicamente se declaren a favor de la abolición y luego, a escondidas, son puteros?

R. Sí, estoy segura al 99%. Las estadísticas dicen que en España, de cada 10 hombres, cuatro frecuentan a mujeres prostituidas, pero la cifra real es mucho más alta. Solo hay que ver la cantidad de puticlubs que hay en España. Solo en Alicante hay 77, en la Comunidad Valenciana son 168. Y a los puticlubs hay que sumarles los pisos en que hay mujeres prostituidas, las mujeres que son prostituidas en la calle… Hay muchas mujeres prostituidas que hacen 30 servicios diarios, 30, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre, sin parar ni un solo día. No, los puteros en España no son cuatro de cada 10 hombres, son muchísimos más. Y entre ellos hay muchos políticos, jueces, abogados, médicos… Lo sé porque lo he visto con mis propios ojos. ¿Quién tiene dinero para gastárselo todas las semanas en un puticlub? La clase obrera frecuenta los pisos de sube y baja, donde pagan cinco, 10, 15 euros. En un puticlub, se pagan 250 euros por una hora, y tienen 6-8 mujeres durante 24 horas. ¿Quién crees que acude allí? Políticos, empresarios, jueces, personal sanitario…

P. Cuando usted fue prostituida, ¿tuvo clientes relacionados con el poder?

R. Sí, claro, por supuesto. El propio dueño del club se encarga de que sepas que es un cliente especial, un cliente vip, y te pide que te portes bien con él, que le dejes hacer contigo todo lo que quiera. La mujer en esos lugares es solo una mercancía.

"El propio dueño del club se encarga de que sepas que es un cliente especial y te pide que te portes bien con él"

P. ¿Le consta haber tenido algún político entre sus clientes?

R. Sí. He tenido clientes políticos, policías, abogados, médicos… Hombres de todas las clases y de todas las edades. Y están todos involucrados. La prueba es que el Ministerio de Igualdad se va a sentar de nuevo con el lobby proxeneta a discutir la posible regulación de la prostitución, y no ha sido capaz de sentarse con ni una asociación abolicionista y de escuchar nuestras demandas. Los políticos trabajan en su propio beneficio, los lobbies pagan propinas gordas a los diputados para que saquen adelante leyes que les interesan y luego lo celebran con jamón, vino y putas.

P. En su opinión, ¿qué habría que hacer con el Tito Berni?

R. Lo mínimo sería despojarle del cargo de diputado e inhabilitarle de por vida para desempeñar cargos públicos. Una persona así no puede estar en política. Y lo mismo habría que hacer con los policías puteros: habría que retirarles la placa.