El escultor republicano más famoso tenía todas sus obras olvidadas en un almacén (hasta ahora)
Alberto Sánchez, autor de la escultura de la entrada del pabellón español en la Exposición Universal de París de 1937, finalmente tiene un espacio expositivo fijo en su Toledo natal
Seguro que no le ha pasado inadvertida, es imposible que no la haya visto en la entrada del Museo Reina Sofía: una columna estilizada, de casi 20 metros de altura, que parece brotar del suelo y que se eleva por el cielo hasta alcanzar una estrella roja.
Se llama El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella y es obra de Alberto Sánchez (Toledo, 1895; Moscú, 1962), un artista clave de la vanguardia española. Y uno de los artistas con peor suerte del mundo.
La escultura, que originalmente medía 12,5 metros de altura, se exhibió en la entrada del mítico pabellón de la República española en la Exposición Internacional de París de 1937, donde entre otras obras se expuso también el Guernica de Picasso. Pero la obra se perdió. La que hay a la entrada del Reina Sofía es una réplica, realizada siguiendo los bocetos y la maqueta que dejó el creador.
Y esa no es la única obra de Alberto Sánchez que se perdió. En 1938, en plena guerra civil, una bomba destrozó completamente su estudio en Madrid, arrasando con todas las obras que había en él. Ese mismo año de 1938, el artista se vio obligado además a tomar el camino del exilio y puso rumbo a Moscú, donde trabajó como profesor de dibujo para algunos niños españoles allí refugiados. Murió allí en 1962 con 67 años.
Seis años después de su fallecimiento, en 1968, el Museo Pushkin de Moscú le dedicó una gran muestra. Y en España también se le hicieron algunas exposiciones; la más importante, sin duda, la que le consagró el Reina Sofía en 2001. Fue entonces cuando se instaló a la entrada de ese museo la réplica de El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella.
Durante más de 20 años las obras de Alberto Sánchez han estado guardadas en un almacén de Toledo y el artista, sumido en el olvido
Y a partir de ahí, nada. Durante más de 20 años las obras de Alberto Sánchez, propiedad del Ministerio de Cultura, han estado guardadas en un almacén de Toledo y el artista -uno de los más personales escultores españoles del siglo XX, fundador junto a Rafael Alberti y Benjamín Palencia de la Escuela de Vallecas y que colaboró con La Barraca de Federico García Lorca haciendo diseños y figurines- sumido en el olvido.
Pero Alberto Sánchez por fin ha tenido un golpe de suerte. El artista va a contar desde este martes con un espacio expositivo permanente en Toledo, la ciudad en la que vino al mundo en el seno de una familia humilde. En concreto, en el magnífico convento de Santa Fe de Toledo, sede de la Colección Roberto Polo, Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla La Mancha (CORPO). En la que fuera la sacristía, se mostrarán de manera estable 22 obras del escultor fechadas entre 1926 y 1962, de las que 13 son dibujos y 9 esculturas.
"El propio Gobierno regional estaba obsesionado con sacar a la luz las obras de Alberto Sánchez. No era de recibo que un artista tan importante como él estuviera en un almacén. Fue un creador de inmensa singularidad y originalidad, se merecía sin duda un espacio permanente, un lugar de referencia", nos cuenta Rafael Sierra, director del CORPO.
Las nueve esculturas de Sánchez que tendrán ya de manera definitiva su casa en CORPO son de pequeño tamaño, pero seguramente el artista las concibió casi como maquetas y con la idea de que pudieran realizarse en grandes dimensiones. En ellas no faltan las referencias a la cultura española, con obras como Toro o Mujer Castellana (Mujer Toledana).
Porque aunque Sánchez vivió casi un cuarto de siglo en Moscú, no dejó nunca de añorar España. "Me habló de España continuamente, me cantó cantares de tierras de Toledo (…). Su taller estaba lleno de pasión por España", recordaría el también escultor Baltasar Lobo tras visitarle en la capital rusa.
Prácticamente desconocido por el gran público, Alberto Sánchez está considerado uno de los principales representantes españoles de la escultura organicista, cercana al surrealismo, pero de gran sencillez y que hunde sus raíces en el mundo rural. Su escultura El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella es un buen ejemplo de ello. Y el espacio fijo que ahora el CORPO de Toledo dedica a su obra sin duda ayudará a dar a conocer el trabajo de ese magnífico artista que no tuvo suerte.
Además, en su nuevo espacio expositivo permanente en CORPO Alberto Sánchez no está solo. El creador establece diálogos con artistas de la colección Roberto Polo, y al revés: esa colección; se enriquece enormemente con sus piezas.
Seguro que no le ha pasado inadvertida, es imposible que no la haya visto en la entrada del Museo Reina Sofía: una columna estilizada, de casi 20 metros de altura, que parece brotar del suelo y que se eleva por el cielo hasta alcanzar una estrella roja.
- Un juez ordena el embargo de cuatro cuadros de José María Sicilia en ARCO J. Zuloaga
- ¿Qué ver en ARCO 2023? Secuestramos a Eloy Martínez de la Pera para dar en la diana Fruela Zubizarreta Fotografías: Marina G. Ortega
- El piropo de Letizia a Carmen Lomana, señoras de la limpieza y otros detalles de la visita de los Reyes a ARCO Á. Mora