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Del gulag a la Constitución: por qué no es tan raro el sello del PCE, pese a la sombra de Stalin
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Del gulag a la Constitución: por qué no es tan raro el sello del PCE, pese a la sombra de Stalin

La decisión de Correos de celebrar el centenario del PCE divide al país. Un partido que, según sus responsables, no reniega de su papel en la Guerra Civil, ni equipara a Hitler con Stalin, como hizo el Parlamento Europeo en 2007

Foto: Santiago Carrillo, líder del PCE en el exilio. (Cedido)
Santiago Carrillo, líder del PCE en el exilio. (Cedido)

Fueron pocos, pero ni siquiera los exiliados republicanos españoles en la URSS, comunistas, se salvaron del terror estalinista del gulag. Ocho pilotos fueron procesados en enero de 1940; 6 oficiales de la Marina Mercante republicana, en abril de 1940; dos maestros, a principios de 1941; un grupo de 48 marinos, 25 pilotos y un maestro se vieron afectados por el ucase del comisario del Pueblo del NKVD, Lavrenti Beria, quién ordenó en junio de 1941 el internamiento de estos españoles en el campo de trabajo forzado de Norilsk (Círculo Polar Ártico). Lo detallan Luiza Iordache y Casilda Güell en su estudio Memoria del Gulag; El exilio y la emigración española en la URSS y la represión estalinista.

Otra cosa sería el trato que dispensaron los dirigentes soviéticos a la misma cúpula del partido, miseria, suspicacias, el miedo a ser señalado, la podredumbre de la derrota y el no paraíso comunista, tal y como recogió Manuel Tagüeña, responsable del XV cuerpo de Ejército de la República en la Batalla del Ebro —M. Tagüeña, Testimonio de dos guerras (Crítica)—. Había que estar a muy buenas con José Díaz y Dolores Ibárruri, la Pasionaria, quienes ocuparon la secretaría general del partido en el exilio tras la derrota. Tampoco era una gran divisa.

La bronca ha sido tal que una denuncia particular ha llevado a un juez a suspender la emisión del sello elaborado por Correos

El PCE recibe ahora por su centenario tardío, que en realidad se cumplió hace justo ahora un año, un sello conmemorativo que queda impreso con la hoz y el martillo y los colores de la bandera republicana, provocando la indignación en una parte del país. Tanto, que un juez lo ha parado antes de que saliera a la calle el día 14 por una demanda de la plataforma Abogados Cristianos. Salen a relucir las cuentas pendientes de siempre: la matanza de Paracuellos del Jarama, las checas, los muertos y torturados del otro bando durante la Guerra Civil, lo que no examina la reciente ley de Memoria... En fin, se preguntan en redes: ¿Para cuándo lo de Falange Española? ¿Merece el PCE el reconocimiento en su centenaria historia como partido que luchó por la libertad y la democracia? ¿Dónde queda el terror del comunismo en Europa, España incluida?

PCE sí, AP, no

Lo que está claro es que ni Falange Española, ni Fuerza Nueva estuvieron a favor de la Constitución de 1978 y el PCE sí. Tampoco estuvieron por el sí ni el PNV, ni HB, ni ERC, ni otros muchos que ahora se sientan en la cámara, en el caso de HB —ETA—, con el nombre de Bildu. El PCE, como partido reintegrado al juego político fuera de la clandestinidad —obligado entonces por el régimen franquista— fue indudablemente una pieza importante en su desarrollo, aunque no por su relato.

placeholder Stalin, Lenin y Trotski. (Cedido)
Stalin, Lenin y Trotski. (Cedido)

Habían abandonado el estalinismo en 1956 con la política de Reconciliación Nacional, a la estela de Nikita Kruschev y su denuncia del régimen del terror de Stalin y después vendrían la primavera de Praga y la invención del Eurocomunismo a la que se sumó tarde Santiago Carrillo a partir de 1968: un encaje para las democracias occidentales en el bloque capitalista. Serían estas quizás las razones por las cuales el Partido Comunista de España, legalizado en abril de 1977 y actor principal del proceso democrático que desmanteló la dictadura franquista, una vez que esta se había autoinmolado, serían acreedores de esa distinción. Pero no es un relato que compren en el PCE. Para nada.

"El PCE ha luchado por la libertad y la democracia, no como la derecha de Franco"

Lo explica a El Confidencial Mauricio Valiente, del PCE y responsable de la política de conmemoración del centenario: "El PCE ha luchado por la libertad y la democracia siempre, no como Fraga y la derecha heredera de la dictadura de Franco, no es una cuestión del eurocomunismo ni de Carrillo, ellos eran los opresores. Desde los años 20 el partido se fajó contra la opresión de las clases dirigentes como el mismo sistema de la Restauración con Cánovas del Castillo al frente". La verdad es que lo del sello no lo sabía nadie y ha sorprendido además porque ha saltado un año después. Correos, vino a decir en su nota algo así como que el primer congreso fue en marzo de 1922 y que por eso se sacaba ahora.

Terror estalinista

La realidad es otra, como aclara Mauricio Valiente: "Sí, se lo pedimos hace bastante tiempo porque está claro que con el centenario del partido había que resaltar la gran contribución en esos años de historia para las libertades de los españoles". No salió antes sencillamente porque la maquinaria burocrática demoró su emisión. Es igual, nueva bronca a costa del pasado y con la ley de Memoria Democrática recién sacada del horno por una mitad de la cámara. La cuestión es que la distinción de ahora trae inevitablemente a la cabeza la evolución del PCE en el marco del siglo XX, porque nadie en su sano juicio defendería hoy a Stalin. O sí.

El PCE se negó a votar a favor de la resolución de 2007 del Parlamento Europeo que condenaba los crímenes de Stalin porque lo equiparaba con el totalitarismo del III Reich. Según argumenta Mauricio: "Cualquier equidistancia en ese aspecto está destinada a destruir la ideología comunista por una cámara en la que está representada la extrema derecha. Stalin no era igual que Hitler y desde luego el comunismo no se puede entender así, nos negamos porque sencillamente la URSS luchó de forma decisiva para la victoria sobre el totalitarismo nazi y no se puede equiparar de ninguna forma".

placeholder Rubén y Dolores Ibárruri. (Cedido)
Rubén y Dolores Ibárruri. (Cedido)

Es muy claro también el escritor e historiador Mario Amorós, biógrafo de Dolores Ibárruri: "Yo no estoy de acuerdo con lo de que existan dos partidos, uno antes de 1956 y la Reconciliación Nacional y luego más adelante con el Eurocomunismo, el partido es el mismo y siempre ha luchado por la libertad". —Mario Amorós, ¡No pasarán! . Biografía de Dolores Ibárruri, Pasionaria (Akal)—. El veterano historiador no elude el espinoso tema de Paracuellos y los asesinatos y matanzas en la retaguardia republicana: "Hay estudios muy serios y la historiografía es muy clara con eso, existieron esas matanzas pero no en nombre del comunismo. De hecho, ya en la Guerra Civil, Dolores Ibárruri condena ese tipo de crímenes y jamás estuvo en la política del partido actuar de esa forma. Nunca formó parte de las directrices del PCE".

Mario Amorós: "Yo no distingo dos partidos comunistas. Es un único PCE que evoluciona"

Lo que ocurre es que la enconada defensa del PCE de su historia no ayuda para hacer entender que el sello pueda tener un significado. De alguna forma, está en la memoria colectiva del país que el PCE aglutinó el antifranquismo durante el régimen y que tanto el abandono de la política estalinista como la idea del eurocomunismo, además del éxito estratégico de sumarse a la Constitución y al proceso iniciado por los mismos franquistas, es la mejor divisa para que sea digno del sello conmemorativo por su aportación a la democracia. Es decir, a la reconciliación del 78.

Evolución o ruptura

Aun así, Mario Amorós incide en que no hay dos partidos: "Yo no distingo dos partidos comunistas. Es un único Partido Comunista que va cambiando, que va evolucionando. El lenguaje de los comunistas no es el mismo del año 23 que el año 77. La Pasionaria no habla igual, el año 71 que el año 36 o el año 22, evidentemente. Pero ni ella ni ningún otro partido político serio, ningún otro dirigente político ha cambiado muchas cosas, lo que cambió fue España, el mundo. Pero en definitiva, esta iniciativa de Correos es una reivindicación. A pesar de que les moleste mucho a determinados sectores, que siempre levantan estos discursos en contra de la reivindicación de lo que supone el Partido Comunista en la historia de España, es uno de los partidos fundadores de la democracia del año 77, uno de los partidos que defendió la Constitución del 77. Solo unos sectores minoritarios de la derecha española defendieron la Constitución del 77, que sí defendió el Partido Comunista o el Partido Socialista".

La doctrina es no ceder, ni una paso atrás. Tanto Amorós como Valiente, y en fin, la doctrina del partido, es la de no hacer diferencias entre el PCE de los años 30 y 40 y el de la Transición. Así, validan de alguna forma la bronca sempiterna y las rémoras de un partido que evidentemente durante la Guerra Civil no actuó en pos de la democracia y la libertad, o al menos no como la entendemos ahora. La sociedad ha podido evolucionar, pero los planteamientos del PCE no eran compatibles con la diversidad de ideas que caracteriza a las democracias, incluida la Segunda República. El PCE que se puede vender a los españoles es otro, el que renegó de las purgas y los gulags, el que abogó por la Reconciliación Nacional y mantuvo firmeza y calma en los siete días de enero y que se integró, en fin, en el juego político de las democracias occidentales.

Fueron pocos, pero ni siquiera los exiliados republicanos españoles en la URSS, comunistas, se salvaron del terror estalinista del gulag. Ocho pilotos fueron procesados en enero de 1940; 6 oficiales de la Marina Mercante republicana, en abril de 1940; dos maestros, a principios de 1941; un grupo de 48 marinos, 25 pilotos y un maestro se vieron afectados por el ucase del comisario del Pueblo del NKVD, Lavrenti Beria, quién ordenó en junio de 1941 el internamiento de estos españoles en el campo de trabajo forzado de Norilsk (Círculo Polar Ártico). Lo detallan Luiza Iordache y Casilda Güell en su estudio Memoria del Gulag; El exilio y la emigración española en la URSS y la represión estalinista.

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