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Chanel rompe su silencio: "Me vi en el ojo del huracán después del Benidorm Fest"
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Chanel rompe su silencio: "Me vi en el ojo del huracán después del Benidorm Fest"

Hace algo más de un mes, le atrapó la polémica. Resultó vencedora en el festival gracias a los votos del jurado y con 'Slo Mo' representará a España en el concurso de la canción europea

Foto: Entrevista a Chanel. (Patricia J. Garcinuño)
Entrevista a Chanel. (Patricia J. Garcinuño)

Entre pose y pose para los retratos de esta entrevista, a Chanel Terrero se le escapa un bostezo. Ríe, se disculpa y vuelve a posar. A la hora en la que nos encontramos, acaba de dejar su local de ensayo, en el que ha trabajado durante unas seis horas. No para su actuación en Eurovisión, donde representará a España en mayo con su canción 'SloMo', sino para protagonizar el próximo musical de Nacho Cano, 'Malinche'.

Chanel (Cuba, 1991) bosteza y reconoce con naturalidad que está cansada. Hace algo más de un mes, el Benidorm Fest la colocó en el huracán de la polémica. Resultó vencedora en el festival gracias a los votos del jurado y con 'SloMo' representará a España en el concurso de la canción europea. Aunque en esta exposición y polarización mediática sí era novata, no era la primera vez, ni de lejos, que Chanel pisaba un escenario. A sus 31 años, ha pasado por los musicales de 'El Rey León', 'Mamma Mia!', 'El guardaespaldas', 'Flashdance', 'Nine' o 'Fiebre Hamilton'. Antes de convertirse en un rostro eurovisivo, Terrero ha transitado ese camino del actor de musical y de su exigencia física, tanta que se suele comparar con la de un atleta. Para preparar el 'show' de 'Slo Mo', como ella misma confesaba, corría con tacones de aguja sobre una cinta mientras cantaba.

Comenzó a estudiar danza con cuatro años y tocó todos los palos: ballet clásico, contemporáneo, jazz... Los pasos de 'Slo Mo' los preparó en pocos días junto a Kyle Hanagami, el coreógrafo de Jennifer López o Justin Bieber. Se la comparó, por su puesta en escena y la infrasestructura que la sustentaba, con una diva del estilo Beyoncé. Como adelantaba 'El Periódico de España', la cantante fue una apuesta de la discográfica BMG, lo que añadió más polémica a su victoria inesperada en la preselección de Eurovisión. Mientras contiene otro bostezo, Chanel Terrero sonríe ante la cámara y ante todas las preguntas, aunque rehúye aquellas polémicas tuiteras que le llevaron a borrar su perfil de la red social por los ataques que recibió. Repite una frase en varias de las respuestas, como si lo hiciera también para sí misma: "Ante todo, estoy orgullosa de mi trabajo".

Foto: Chanel, ganadora del festival, posa con el premio en Benidorm. (EFE/Manuel Lorenzo)

PREGUNTA. ¿Sabía dónde se metía cuando se preparaba para el Benidorm Fest?

RESPUESTA. Sabía que era algo muy grande. Obviamente, nunca te esperas la magnitud, aunque puedes prepararte psicológicamente. Yo estaba centrada en el trabajo, en coger buen fondo, en ensayar... En lo artístico.

P. Su caso tiene una particularidad. Cuando la propuesta le llegó, la canción de 'Slo Mo' ya estaba escrita y más o menos confeccionada. ¿Qué pensó al escucharla?

R. A mí me llamó Tony Sánchez-Ohlsson [compositor y productor de otras canciones que han ido a Eurovisión, asesor de RTVE en el festival]. Me dijo que había una canción que me pegaba mucho y me contó todo el proyecto. Pensé que todo dependía de la canción, pero cuando la escuché pensé que estaba hecha para mí. Me pegaba muchísimo, está dentro de mi tesitura, es una canción en la que tengo que bailar... Me gustó muchísimo. Como en un puzle, cuando todas las piezas encajan. Está todo correcto y todo fluye.

P. El del Benidorm Fest no es, ni de lejos, el primer escenario que pisa. Viene de un mundo muy exigente física e interpretativamente: el de los musicales. ¿Cómo se ha preparado?

R. Llevo muchos años haciendo musicales y tele. He bailado mucho en televisión. Esta mezcla de mi carrera ha hecho que me sintiera muy a gusto en el escenario. No es lo mismo que un musical, pero tiene esas dos facetas: la del escenario y la música, pero también bailar y jugar con las cámaras. Me he sentido muy cómoda.

placeholder Chanel, la artista que representará a España en Eurovisión. (P. J. G.)
Chanel, la artista que representará a España en Eurovisión. (P. J. G.)

También he trabajado mucho. Es verdad que ahora estoy contándolo, pero este es mi día a día casi desde que tengo uso de razón. Hay veces que duermes mucho y otras que toca dormir menos. Es algo que llevo bien porque toda mi vida he trabajado con más exigencia de tiempo, y es algo que llevo bien porque es lo que conozco.

P. La preparación para este tipo de papeles se parece más a la de un atleta que a la de un artista...

R. Antes del Benidorm Fest, en todas las entrevistas, era consciente de que lo que estábamos preparando era fuerte. Por eso decía que me iba a esforzar por todo lo que estuviera en mi mano, que es lo artístico. Es cierto que se parece a la vida de un deportista: hay que llevar una dieta concreta, unas horas para dormir, para que la voz descanse, calentamientos, estiramientos, clases de técnica vocal, preparación física... De todo.

Foto: Chanel gana el Benidorm Fest. (EFE/Manuel Lorenzo)

P. Antes del Benidorm Fest, ¿cómo es la vida de una actriz de musicales?

R. Es un trabajo muy volátil. No tengo un horario de oficina y mi día depende mucho del proyecto que esté preparando. Cuando estamos montando un musical, sí que hay un horario más estable. Como ahora, que estoy preparando 'Malinche', con Nacho Cano. Pero en los días de funciones, los horarios son de noche... Aunque si estás trabajando para la tele, igual te tienes que levantar a las seis de la mañana. Mi rutina depende mucho del proyecto en el que esté metida. Pero no se me hace raro porque es a lo que estoy acostumbrada.

P. Los ensayos y la constancia influyen, pero si algo tiene este tipo de trabajos es que dependen de un momento sobre el escenario. La música, el baile, la interpretación. Un mal día y...

R. Sí, eso es un poco duro. Muchas veces no se ve, pero también es nuestro trabajo que no se vea. Da igual lo que te haya pasado, que cuando tú entras al teatro y fichas, como cualquier otro trabajador, tus problemas se quedan fuera. Una vez te subes al escenario, la gente que ha pagado y que tiene la ilusión por ver la función se merece la misma calidad y entrega que cualquier otro día. Nuestro motor no es lo que nos ha pasado antes de subir al escenario... Nuestro motor es contar la historia en cuestión y transmitirla al público lo mejor posible. Lo demás tiene que quedarse apartado. Es muy difícil, pero se consigue.

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Foto: P. J. G.

P. Jugársela en un solo momento, ¿es lo más difícil?

R. Es un 'all in'... Cuanto más preparada vayas, más vas a disfrutar sobre el escenario. Yo me concentro mucho para superar los nervios antes de actuar. Y también entra en juego esto que te comentaba, el trabajo y los cimientos para que el cuerpo recuerde todos los movimientos de una coreografía. Que no estés pensando en lo que estás haciendo, sino hacerlo tuyo y disfrutar.

P. A veces, los escenarios no son agradecidos. Y el de Eurovisión, tampoco. Los últimos representantes españoles no quedaron bien parados en las clasificaciones. ¿Le da vértigo?

R. No me da vértigo, para nada. Me ha llegado en un momento supervital. Me siento profesional y personalmente preparadísima y sigo haciendo por estar preparada. Sigo haciendo 'coaching', clases de canto y ensayando mucho. También pienso en la experiencia de los musicales, que es un poco dura. Tener que dar el callo todos los días y todas las funciones es difícil. Conozco perfectamente mi voz: cuántas horas tengo que dormir, cuántas horas tengo que dejar de cantar, incluso de hablar... No me da vértigo. Al revés: tengo muchas ganas.

Foto: Alaska, en el Benidorm Fest. (TVE)

P. ¿Cómo se prepara mentalmente?

R. Yo tengo una niña pequeña dentro que hace que no pierda la ilusión jamás y que la magnitud del festival en sí no me nuble al pensar por qué me dedico a esto.

P. Como actriz, está acostumbrada a los castings y las pruebas. El Benidorm Fest no dejaba de ser uno más, pero en forma multitudinaria. Aunque se podría decir que el casting más importante que ha tenido últimamente fue ante Steven Spielberg, como una de las cinco finalistas mundiales para Anita, de 'West Side Story'.

R. ¡Fue una locura! 'West Side Story' es mi película preferida y me encantaría interpretar el papel de Anita alguna vez. La cosa es que habían hecho castings mundiales y la convocatoria estaba cerrada, pero aun así yo lo envié porque me enteré tarde, acababa de salir de otro casting que me había ido un poco mal... Total, que lo envié rollo: 'A ver si hay suerte...'. A los meses, me pidieron vídeos y fotos. Me llamaron y me dijeron que era finalista, que a ver si podía ir a Nueva York. Me lo dijeron un viernes y fui un lunes. Allí hice un montón de pruebas y las pasé todas hasta que apareció Spielberg en la sala. Entre todas las del mundo, éramos cinco actrices las que quedábamos. Me dijo que muchas gracias por haber ido desde tan lejos, que era muy talentosa. Al mes, me llamaron para comentarme que al final habían decidido ir por otro camino, pero que mi nombre había estado en la mesa hasta el último momento porque a Spielberg le había gustado. Eso es algo que también voy a contar a mis nietos, además de lo de Eurovisión (ríe).

Y respecto al Benidorm Fest, es verdad que no dejaba de ser un casting de gran magnitud. Pero eso no me cegaba para ponerme nerviosa. Yo pensaba: "Esto es lo que hay, esta es nuestra propuesta". Yo confío cien por cien en mi equipo, en mis bailarines y en mí. Y 'palante'.

placeholder Foto: P. J. G.
Foto: P. J. G.

P. Uno de los últimos representantes españoles, Manel Navarro, contaba en varias entrevistas que fue difícil enfrentarse al 'hate' tras su famoso gallo en su actuación. Un evento como Eurovisión también le expone a eso, como ha podido comprobar con las reacciones al Benidorm Fest. ¿Cómo lo vivió?

R. Pues estoy segura de mí misma. Sé que soy pesada con esto, pero es importante: estoy muy segura de mi trabajo. Intento no tener muy en cuenta este tipo de cosas, no tenerlo muy presente. Al final, lo que a mí me compete es mi trabajo: ensayar, dar lo mejor de mí misma y centrarme en el 'show'. Es una aventura única, épica. Estoy segura de que se lo contaré a mis nietos. ¿Por qué no voy a vivirlo de la mejor manera posible?

P. ¿Cree que la exposición forma parte de su trabajo?

R. Cien por cien. Opiniones siempre hay. Se trata de acostumbrarse a estar en la palestra y no distraerse de lo importante.

P. Como reveló Televisión Española días después, su candidatura no era la preferida entre el público, que votó más por las canciones de Tanxugueiras o Rigoberta Bandini. Estas sonaban más como favoritas antes del festival. ¿Cómo veía sus opciones al principio? ¿Se esperaba ganar el Benidorm Fest?

R. Nosotros íbamos con toda la energía para ganar. Ya te digo que estábamos súper fuera de estos comentarios. Lo que sucedió, ya fue. Yo me siento superorgullosa de lo que hemos hecho encima del escenario, dimos nuestra mejor versión como artistas y como personas. Es una victoria de la que me siento orgullosísima, voy con la cabeza bien alta y me siento feliz de poder representar a España en Eurovisión. Me parece un regalazo.

Foto: Chanel, en el backstage. (Instagram/chanelterrero)

P. Aunque no sonaba como favorita, muchos coincidían en que la de 'SloMo' era la propuesta más trabajada en lo televisivo, en su coreografía, vestuario, puesta en escena... Eso requiere mucho trabajo, pero también una infraestructura e inversión discográfica. Cuando resultó elegida para interpretar la canción y aceptó el proyecto, ¿sentía presión por este motivo?

R. No, en absoluto. Quienes me conocen saben perfectamente que lo que se hizo en el escenario soy yo, cien por cien. Kyle Hanagami, el coreógrafo de 'SloMo', fue el que pidió unirse a este barco. ¿Sabes? Fue él que dijo que quería formar parte de ello. Uno de mis mejores amigos fue al ensayo y me dijo: 'Tía, es muy fuerte, porque todo esto eres tú'. No hubo ningún tipo de presión. Al contrario: todo era a favor del arte, de la cabeza visible que en este caso era yo. Los pasos que a mí me iban bien, las voces que me resultaban cómodas... Todo el mundo estaba muy pendiente de cómo me sentía y todo era mucho más artístico que impuesto.

P. ¿Cómo fue la competición?

R. No me gusta hablar de contrincantes ni oponentes. El ambiente era muy guay, si hasta nos hicimos un grupo de WhatsApp. Aunque había grupos burbuja por el covid, estábamos todos de muy buen rollo. Fue una competición súper sana y creo que se vio.

P. Pero en el exterior, la competición se polarizó de manera evidente: estaban los 'chanelistas', los de Rigoberta, los de Tanxugueiras... Por no hablar de los insultos que recibió y que le llevaron a borrar su cuenta de Twitter. ¿Tenemos un problema?

R. A la vista está. Es algo que nos tenemos que cargar a la espalda como sociedad, la responsabilidad de lo que decimos, por la salud mental de la gente. Y que luego no nos llevemos las manos a la cabeza cuando pasan las cosas.

Es verdad que me he visto en el ojo del huracán, pero luego he recibido tanto apoyo... Por parte de mucha gente. Ha sido muy importante el calor de la gente de la profesión, porque conoce el trabajo del escenario y todo lo que hay detrás. Pero también el de la gente que no me conoce de nada. Ha sido bonito. Lo he llevado bastante bien porque estoy tranquila artísticamente, orgullosa de lo que hemos hecho. Mi profesión, en general, tiene muchos picos y hay que saber jugar con eso. Hay que recordarse a menudo por qué estamos haciendo esto, qué es lo que nos mueve... A veces es frustrante, pero es mucho más gratificante que frustrante. Así que gana por goleada.

Entre pose y pose para los retratos de esta entrevista, a Chanel Terrero se le escapa un bostezo. Ríe, se disculpa y vuelve a posar. A la hora en la que nos encontramos, acaba de dejar su local de ensayo, en el que ha trabajado durante unas seis horas. No para su actuación en Eurovisión, donde representará a España en mayo con su canción 'SloMo', sino para protagonizar el próximo musical de Nacho Cano, 'Malinche'.

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