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Semana Santa en Málaga, 1978: un “carnaval” militar con música nazi y de circo
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Semana Santa en Málaga, 1978: un “carnaval” militar con música nazi y de circo

Se cumplen 40 años del documental ‘Por la gracia de Dios’ dirigido por Carlos Taillefer. La polémica cinta reflejaba la contradicción de una fiesta religiosa y “espectáculo” callejero

Foto: Cartel promocional de 'Por la gracia de Dios'.
Cartel promocional de 'Por la gracia de Dios'.

No tenían título. Carlos Taillefer, el director, había enseñado partes del montaje a varias personas de su confianza. Al final, el musicólogo José Luis Téllez, comentarista de RNE y TVE, dio con la tecla. “Por la gracia de Dios, como la pesetas o los duros”. Por la gracia de Dios”, la frase que simboliza al ‘Caudillo’, a todo un ‘Generalísimo’ muerto hacía apenas tres años. Y se quedó la cinta con este título.

Estamos en Málaga, en la Semana Santa de 1978. “España ya es cristiana”. Un saetero arranca la cinta con esta expresión. Y sale un trono, esas moles de cinco toneladas que no pueden atravesar calles estrechas. Y hay militares, muchos militares. El Ejército omnipresente en aquellos años y ahora. La Legión. La Guardia Civil. Los Regulares. Los Paracaidistas. Taillefer pilotaba un equipo de apenas cuatro personas para ofrecer una visión heterodoxa de siete días de procesiones donde se entremezclan música nazi, del circo (la del compositor Nino Rota en ‘Ocho y medio’ de Fellini), marchas militares y mucho sonido ambiente. "Esto es un carnaval y sin música no hay carnaval", se resalta en el documental.

La cinta tuvo premios como el “Especial Calidad” del Ministerio de Cultura. Fue galardonada en el Festival de Lille (Francia) como primera obra y participó en más de 30 certámenes nacionales e internacionales. Tras su paso este invierno por la Filmoteca Nacional y la de Andalucía, se proyecta esta semana (desde ayer y hasta el Sábado Santo) en la Cineteca de Madrid. El 3 de abril, en Málaga.

“La Semana Santa siempre me pareció un espectáculo fascinante cinematográficamente hablando por la iconografía y como definición de cómo se vive en el sur de España”, apunta a El Confidencial Carlos Taillefer (Málaga, 1954), productor ejecutivo de ‘El Camino de los Ingleses’ y con más de 25 años de experiencia como director de producción.

placeholder Acto de liberación de Jesús 'El Rico' en la Semana Santa de 2016 (Efe).
Acto de liberación de Jesús 'El Rico' en la Semana Santa de 2016 (Efe).

El documental (es uno de los grandes valores artísticos) carece de voz en off. Nadie narra qué es lo que está sucediendo. Aparecen testimonios de gente de la calle y de expertos de la Semana Santa, pero no están identificados. Se les había grabado en un magnetófono de cinta UHER, esos que usaban los periodistas en la época de la serie Lou Grant. Ellos hablan libres, con respeto del anonimato. Sí, también aparece monseñor Ramón Buxarrais, entonces obispo de Málaga y hoy retirado en Melilla, azote en la década de los años ochenta de la ‘jet-set’ marbellí, en el acto de liberación del preso por parte de Jesús ‘El Rico’. El recluso se muestra desconcertado y no se sabe cuándo va a hablar. O si tiene que hacerlo.

Militares y política

“Un acto de penitencia para una gran minoría… Una acto religioso para otra minoría… y un espectáculo público para la gran mayoría”. Los ‘grises’, la policía de la época, el mono de la Legión con el ‘chapiri’, la cabra y la policía militar pidiendo paso, más paso, que llegan los legionarios y los mandos. “Hay que eliminar todo lo que huela a militar y política”. “Yo lo que digo es que Málaga está muy puerca”, apunta otra voz, que reclama: “Un Cristo no debe llevar fusiles a su lado”. La réplica: “Un malagueño auténtico no puede decir que la Semana Santa está muy puerca. Eso es una cosa muy injusta. Así que este señor tiene que ser de Sevilla, no de aquí. Si quisiera a Málaga no hablaría de ella así”.

"No tengo un duro. Ayer saqué un trono [seis horas de recorrido], me dieron 1.000 pesetas y estoy 'reventao'"

El contexto de una época. La provincia andaluza era una de las que sufría más desempleo de toda España. “Dicen que es una Semana Santa y no es santa. Es jolgorio. Es increíble. Con el dinero que tienen las cofradías se podría en invertir en otras cosas, por ejemplo, en darle de comer a la gente”. “La gente sale, se emborracha, se divierte”. Un testimonio: “Llevo ya 11 meses parado. Estoy en la mili y casado. Mi mujer ya está a punto de ‘parir’. No tengo un duro. Ayer saqué un trono [seis horas de recorrido], me dieron 1.000 pesetas y estoy ‘reventao’. Está muy mal pagado”.

“¡Como el Rocío no hay ninguna!”

Y los hombres de trono, la mayoría seguían cobrando (ya desde la década de los ochenta los que quieren portar un imagen son hermanos y pagan), fumaban y bebían mientras se desarrollaba la estación de penitencia. “¡La cola, la cola, la cola es cojonuda! ¡Como la cola, no hay ninguna!”. La cola es la parte trasera del trono y los cánticos eran en este plan o como este de “¡Gitanos, unidos, jamás será vencido! ¡Arriba el ‘Moreno’!” en un pique entre la cofradía ‘popular’ de los Gitanos con la de los Estudiantes, impulsados por antiguos alumnos del Colegio de San Agustín y los “¡Rocííío, Rocííío! ¡Guapa, guapa y guapa! ¡Como el Rocío no hay ninguna!”.

placeholder Adela Utrera, segunda por la izquierda (Agustín Rivera).
Adela Utrera, segunda por la izquierda (Agustín Rivera).

Existía una crisis de hombres de trono y, sobre todo, de nazarenos. Casi una 'desbandá'. Cuatro años antes se empezaron a incorporar las mujeres a la procesión, mucho antes que en otras Semanas Santas. Son chicas jóvenes y no se vislumbra que una mujer pudiera sacar un trono. Adela Utrera, ya en el siglo XXI, fue la primera que oficialmente portó una imagen. Un testimonio del documental negaba que alguna vez eso pudiera pasar: “El hombre y la mujer no son iguales, como no son iguales el toro y la vaca o el gallo y la gallina. No creo que haya mujeres con fuerza para llevar tronos tan pesados. Será difícil que lo veamos a pesar del movimiento feminista tan importante”.

‘Sangre verde’

El trabajo audiovisual culmina con el Nazareno del Paso, titular de la Archicofradía de la Esperanza, una de las más populares de la ciudad, bendiciendo en la Tribuna de la Plaza de la Constitución, junto a la calle Larios. Campanillas y aplausos. “A mí me parece surrealista que a un Cristo se le mueva la mano mientras suena el himno nacional”, precisa. Hace una década, tras una reposición de ‘Por la gracia de Dios’ en Canal Málaga TV, le comentaron a Taillefer que la única cofradía que salía “bien parada” era la Esperanza. “Se le nota su ‘sangre verde’”. “Me encantó eso de ‘sangre verde’. Es lo más bonito que han dicho nunca del documental. En efecto, tengo ‘sangre verde’ porque salí hasta los 14 años de nazareno en la Esperanza”.

placeholder Carlos Taillefer (Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga).
Carlos Taillefer (Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga).

A esa edad, en plena adolescencia, Taillefer empieza su rumbo al agnosticismo y se plantea las contradicciones de la Semana Santa en pleno franquismo. Eran aquellos días que recuerdan la Pasión y Resurrección. Y también en verano, durante la Feria, se ofrecía un ambiente de libertad porque las familias permitían, aunque se fuera menor de edad, salir a la calle y llegar tarde a casa. La primavera. Los amigos. Las primeras parejas.

Dos rechazos en París

El origen de ‘Por la gracia de Dios’ es un proyecto presentado por el cineasta al IDHEC (Instituto de Altos Estudios de Cinematografía) de París. Tras estudiar Psicología en la Universidad Autónoma de Madrid y licenciarse en la primera promoción (1971-1976) de la Facultad de Ciencias de la Información (rama imagen y Sonido) de la Universidad Complutense, intentó dos veces el acceso al IDHEC, pero no pudo. Al menos el trabajo presentado no se quedó olvidado en un cajón.

El documental costó 400.000 pesetas (200.000 pesetas las puso el propio Taillefer y 200.000 le prestaron varios amigos). Y se rodó en 16 milímetros, una novedad para la época. Hasta entonces, solo películas de Wenders y Herzog se habían estrenado en 16 mm. ‘Por la gracia de Dios’ fue la primera cinta española estrenada en este formato en salas comerciales. Compartió estreno cinematográfico, en programa doble, junto a ‘El proceso de Burgos’, de Imanol Uribe.

placeholder Imagen del Nazareno del Paso antes de dar la bendición en la Tribuna (Web de la cofradía).
Imagen del Nazareno del Paso antes de dar la bendición en la Tribuna (Web de la cofradía).

La cámara se la prestó el productor Elías Querejeta y para el montaje (de noche y en inacabables madrugadas) utilizaron una moviola de seis platos situada en las instalaciones del Instituto Oficial de Radio Televisión Española en la Dehesa de la Villa (Madrid). “Era una película de bajo coste. Antes de empezar a filmar teníamos una escaleta de las cosas que me parecían imprescindibles de rodar como el desembarco de la Legión, con todo el simbolismo de un barco militar que atraca, baja a la ciudad y la ‘toma’ por sus calles principales. Es muy fuerte”, cuenta Taillefer.

Javier G. Salmones fue el director de fotografía del documental. En esos momentos estaba empezando en el cine. Ahora, con 70 películas de experiencia, es uno de los más reputados profesionales españoles. Salmones era el operador de cámara y el foquista. Durante casi cuatro décadas no vio ‘Por la gracia de Dios’. El año pasado volvió a verlo. “Fue una conmoción. Está absolutamente vigente. Es reconfortante como un producto tan imperfecto por mi parte sea tan auténtico”.

Salmones, director de fotografía: “Es un fervor popular que raya en lo pagano, con la fiesta, el alcohol y el fanatismo”.

“A veces, como ocurrió conmigo, con las cosas que desconocemos podemos ofrecer un punto de vista más interesante que los que están cerca del fenómeno. Realmente salí bastante impresionado personalmente. La unidad de religión y ejército en determinados círculos socioeconómicos y geográficos sigue existiendo. Es un fervor popular que raya en lo pagano, con la fiesta, el alcohol y el fanatismo. La Semana Santa es muy visual. Se mezclan un montón de artes”, cuenta Salmones a este diario.

El director de fotografía, que no se jubila a sus 65 años (acaba de rodar en Tailandia, tiene proyectos en cine, televisión y publicidad), recuerda que en esos días de 1978 nadie del equipo dormía. “Nos pasábamos 20 horas rodando. Fue un esfuerzo físico importante. Al llevar todo el día la cámara en mi hombro derecho, cuando acabamos de filmar, me di cuenta que la tenía en carne viva”. Y remata: “Hay algo muy mío en ‘Por la gracia de Dios’. Una mirada particular sobre lo que retrato. Somos consecuencia de lo que tenemos en el disco duro y poseemos una mirada”.

Bronca en Benalmádena

El documental gozó (y goza) de muchas vidas y miradas, como apunta Salmones. El estreno en noviembre de 1978 en la Semana Internacional de Cine de Autor de Benalmádena, referencia de la cinematografía española entre 1969 y 1989, fue un escándalo. Al término de la proyección un grupo de cofrades empezó a gritar: “¡Hereje, hereje! ¡Vete de aquí!”, mientras golpeaban las butacas en señal de protesta. Otra parte del público aplaudía. “Yo soy un ‘niño’ de Benalmádena. Iba al festival desde 1974, con una acreditación de estudiante, y tuve todas las facilidades por parte de Julio Diamante, el director de la Semana. Julio decidió pasar la película en una sesión especial. Fue un miércoles y en la sala había 1.000 personas”, rememora Taillefer.

placeholder Una imagen del documental anunciada por el programa 'La ventana electrónica' de TVE.
Una imagen del documental anunciada por el programa 'La ventana electrónica' de TVE.

El cineasta recuerda otro momento de polémica cuando en un pase por televisión en la entonces segunda cadena de TVE, en el programa ‘La ventana electrónica’, una suerte de ‘La clave’ de la ya desaparecida UHF se organizó una bronca por parte de cofrades malagueños indignados por esa imagen nacional que se daba de la Semana Santa de Málaga. “Tuve incluso que organizar una rueda de prensa en mi ciudad para contestar a lo que me estaban diciendo en las cartas al director de los periódicos”.

Tras esa inmersión total, no volvió a la Semana Santa de Málaga hasta la segunda mitad de la década de los noventa, aunque el documental se ha seguido exhibiendo y lo compraron 12 televisiones extranjeras. Anoche, en la Cineteca, en el coloquio posterior a la proyección, un grupo de cristianos se le acercó al artista tras saber que José María González Ruiz, uno de los teólogos españoles más sobresalientes del siglo XX, el más influyente en las tesis renovadores del Concilio Vaticano II, canónigo de la Catedral de Málaga, defendió la cinta. “Pon lo de González Ruiz, por favor”, solicita Taillefer al periodista.

Y el director del documental, que conserva una fotografía suya con tres años saliendo en la Pollinica, la cofradía de los niños y que incluso probó un año a sacar un trono, no quiere dejar de recordar el trabajo en el sonido directo de Luis Ignacio Ávila, recientemente fallecido; el de Milagros Viñas como ayudante de dirección y el de montaje de Iván Aledo, el amigo de Téllez, el de RNE, quien nada más ver aquellos 40 minutos tan disidentes tuvo muy claro que aquel maremágnum de sensaciones no se podría llamar de otra forma que ‘Por la gracia de Dios’.

No tenían título. Carlos Taillefer, el director, había enseñado partes del montaje a varias personas de su confianza. Al final, el musicólogo José Luis Téllez, comentarista de RNE y TVE, dio con la tecla. “Por la gracia de Dios, como la pesetas o los duros”. Por la gracia de Dios”, la frase que simboliza al ‘Caudillo’, a todo un ‘Generalísimo’ muerto hacía apenas tres años. Y se quedó la cinta con este título.

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