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El catálogo de cine de Netflix y HBO da pena... y lo sabes
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El catálogo de cine de Netflix y HBO da pena... y lo sabes

Las dos plataformas de 'streaming' basan su éxito en su oferta de series. ¿Pero qué pasa con su lista de películas?

Foto: Imagen de 'El príncipe de Zamunda', disponible en el catálogo de Netflix.
Imagen de 'El príncipe de Zamunda', disponible en el catálogo de Netflix.

Al desembarco de Netflix en España solo le faltó el recibimiento de una charanga con Pepe Isbert a la cabeza; con la llegada de la plataforma en 'streaming' el país por fin saldría de su oscurantismo audiovisual y de la dictadura de la 'españolada' televisiva que rige el 'prime time' de las cadenas en abierto desde tiempos inmemoriales. Aproximadamente un año más tarde, en noviembre de 2016, HBO reclamó su trozo de pastel y lanzó su servicio en nuestro país, con 'Juego de tronos' como su buque emblema y que hoy ha convertido las madrugadas del domingo al lunes en una especie de vigilia pagana colectiva con el estreno de cada uno de sus capítulos. Desde entonces, ambas cadenas han desarrollado una potente estrategia de filiación basada en el bombardeo continuo de nuevas series-que-no-te-puedes-perder que dominan el diálogo sobre la ficción televisiva dentro y fuera de los medios de comunicación.

Foto: Cabalgada dothraki en el cuarto episodio de la séptima temporada de 'Juego de Tronos' Opinión

¿Merece la pena pagar los 7,99 euros de HBO y los 9,99 —11,99 la tarifa premium— de Netflix por miles de horas de entretenimiento para los seriéfagos más sibaritas? Poder ver los capítulos de 'Juego de tronos', 'Black Mirror', 'Westworld' o 'House of Cards' a la vez que se emiten en Estados Unidos o revisionar obras maestras como 'Larry David' HBO estrenará la novena temporada en octubre—, 'Freaks and Geeks' o 'Star Trek' —Netflix— es un sí rotundo. Pero ¿merece la pena pagar eso mismo para los cinéfagos, no ya sibaritas, sino con un paladar medianamente refinado? Un no rotundo, sin ambages. El catálogo de películas tanto de Netflix como de HBO —esta última algo menos— es para echarse a llorar. De verdad de la buena.

placeholder Jon Nieve y Ser Davos en el segundo episodio de la séptima temporada de 'Juego de Tronos'
Jon Nieve y Ser Davos en el segundo episodio de la séptima temporada de 'Juego de Tronos'

Que entre los cientos de títulos que ofrece Netflix, una llegue a plantearse 'El príncipe de Zamunda', joya indiscutible de la sobremesa televisiva, como una de las opciones más apetecibles debería encender todas las alarmas. Porque no hay que olvidar que eso significa ver a Eddie Murphy vestido de peluquero discutiendo con Eddie Murphy caracterizado de anciano blanco frente a la atenta mirada de Eddie Murphy en el papel de príncipe africano y reivindicando a Joe Louis como el mejor boxeador de la historia. Pura comedia ochentera. Lo que no es un halago.

Que 'El príncipe de Zamunda' sea una de las opciones más apetecibles debería encender todas las alarmas

Revisando el catálogo de cine de Netflix España es fácil encontrar títulos tan 'imprescindibles' como 'Boyka: Invicto IV', la cuarta parte —como su propio nombre tiene a bien indicar— de una saga búlgara sobre artes marciales que, en teoría, ha tenido estreno comercial en los cines de Bulgaria, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos y poco más. O como 'Sandy Wexler', la última hecatombe fílmica de Adam Sandler, con una nota de 3,8 en Filmaffinity. O la película de 'Mi pequeño pony: equestria girls'. O secuelas venidas a menos de algún éxito más o menos reciente —¿alguien sabía que existe la continuación de 'Tigre y dragón' o que 'El abuelo que saltó por la ventana y se largó' sigue vivo en una segunda entrega que nadie fue a ver?—.

placeholder Un fotograma de 'El príncipe de Zamunda'
Un fotograma de 'El príncipe de Zamunda'

Rebuscar entre los estrenos de los últimos años, salvo la honrosa excepción del 'Okja' de Bong Joon-ho o de 'Máquina de guerra' —con Brad Pitt—, es incluso más desmoralizador. Ningún título de primer nivel hasta 2015: las estrellas de la lista son 'Star Wars: el despertar de la fuerza' y 'Jurassic World', innegablemente títulos atractivos pero que dos años después han perdido gran parte de su tirón. Y el problema es que en proporción, son mucho más los 'Boyka', las decenas de musicales de Bollywood, los cientos —o miles, quién sabe, están por todos lados— de monólogos de 'stand up comedy' y las producciones estrenadas directamente en vídeo que títulos conocidos y medianamente actuales. Reconcilia encontrar alguna gran apuesta española de la última temporada, como 'El guardián invisible', 'Los últimos de Filipinas', 'El faro de las orcas' o 'Anacleto'.

Siquiera compensa la lista de clásicos: menos de una veintena de películas anteriores a 1980

Siquiera compensa la lista de clásicos: menos de una veintena de películas anteriores a 1980, entre las que están 'Caballero sin espada' (1939), 'Desayuno con diamantes' (1961), 'Lawrence de Arabia' (1962) y 'Cleopatra' (1963), pero también un monólogo en vivo de Richard Pryor —sin subestimar la nostalgia de 'No me chilles, que no te veo'—. A todo esto hay que añadir que el catálogo estadounidense de Netflix ha mermado considerablemente en los últimos años —ha perdido más de 2000 títulos de cine desde 2014— con la excusa de que la compañía prefiere centrarse en los contenidos exclusivos que en una mayor amplitud de la oferta. Y eso sin contar con que Disney ha decidido montárselo por su cuenta y sacará todo su contenido de Netflix en 2019, aunque mantendrán la colaboración en las series Marvel que ya están firmadas.

HBO, ligeramente mejor

En HBO tampoco pueden lanzar cohetes, aunque hay que reconocer que su catálogo no tiene tanta morralla como el de Netflix. Primero, ni rastro de 'El príncipe de Zamunda'. Algún delirio hortera como el biopic sobre Phil Spector de David Mamet o, de nuevo, Adam Sandler protagonizando 'Niños grandes', otra comedia fallida según la crítica y exitosa según la taquilla. Pero en general la mayor parte de las propuestas de HBO son producciones estrenadas internacionalmente o que cuentan, al menos, con alguna estrella de Hollywood. De Bollywood ni rastro.

placeholder Fotograma de 'Mad Max: furia en la carretera'
Fotograma de 'Mad Max: furia en la carretera'

Tan sólo ocho títulos de películas estrenadas en 2017, entre ellas un documental sobre Warren Buffett, 'The Wizard of Lies' —una 'tv movie' protagonizada por Robert De Niro y Michelle Pfeiffer— y una nueva incursión de Oprah Winfrey en la ficción en un 'biopic' sobre Henrietta Lacks que no pasó por la cartelera de cine. Sin embargo, HBO ofrece más títulos de primera línea, aunque no sean los más novedosos: desde la saga de 'Los juegos del hambre' a 'Mad Max: Furia en la carretera' (2015) o 'El hombre más buscado' (2014) —que recientemente llegaron también a Netflix—, pasando por 'La gran estafa americana' (2013).

Al igual que Netflix, el catálogo de HBO obvia el cine más autoral, aunque sí deja espacio para el cine documental, con más de 160 títulos y de subgéneros que van desde la moda a la historia o la política. También hay una mayor oferta de películas españolas, con taquillazos como '8 apellidos vascos' (2014) o 'Rec' (2007) y espacio también para el cine de Pedro Almodóvar, con 'Volver' (2006) o 'Los abrazos rotos' (2009). Aunque también es verdad que la lista de clásicos se limita a 'Con faldas y a lo loco' (1959), 'El apartamento' (1960) o 'Qué fue de Baby Jane' (1962) y poco más.

Foto: 'Westworld'

Ni clásicos, ni estrenos. Si bien es verdad que el mayor atractivo de ambas plataformas es la oferta de series, no estaría de más intentar mantener un mínimo de calidad en el abanico cinéfilo, sobre todo en el caso de Netflix. Nadie pide una réplica de Filmin, pero o se apuesta exclusivamente por el contenido televisivo o se elimina la morralla, pero, por mucho que intenten hacerse hueco en los festivales de cine internacionales con producciones propias como 'Okja', mantener un catálogo donde un alto porcentaje de las propuestas son obviamente relleno no va a funcionar como un buen boca-oreja, sobre todo con la competencia de Movistar + o Amazon Prime, que se están poniendo las pilas. Porque no todo vale. ¿'El príncipe de Zamunda', en serio, Netflix?

Al desembarco de Netflix en España solo le faltó el recibimiento de una charanga con Pepe Isbert a la cabeza; con la llegada de la plataforma en 'streaming' el país por fin saldría de su oscurantismo audiovisual y de la dictadura de la 'españolada' televisiva que rige el 'prime time' de las cadenas en abierto desde tiempos inmemoriales. Aproximadamente un año más tarde, en noviembre de 2016, HBO reclamó su trozo de pastel y lanzó su servicio en nuestro país, con 'Juego de tronos' como su buque emblema y que hoy ha convertido las madrugadas del domingo al lunes en una especie de vigilia pagana colectiva con el estreno de cada uno de sus capítulos. Desde entonces, ambas cadenas han desarrollado una potente estrategia de filiación basada en el bombardeo continuo de nuevas series-que-no-te-puedes-perder que dominan el diálogo sobre la ficción televisiva dentro y fuera de los medios de comunicación.

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