Así pueden ayudar las células madre a tratar la enfermedad de Crohn

En los últimos años, se está produciendo un extraordinario desarrollo de la terapia con células madre, un enfoque médico que tiene como objetivo tratar o prevenir enfermedades y lesiones. Estas células son especiales porque tienen la capacidad de transformarse en diferentes tipos celulares, lo que las hace muy valiosas para la medicina regenerativa. La terapia se está utilizando para la reparación y regeneración de tejidos, para el tratamiento de enfermedades degenerativas, para el trasplante de órganos y tejidos, para el tratamiento de enfermedades sanguíneas o para la investigación y desarrollo de medicamentos.

Recientemente, también se ha iniciado una línea terapéutica para una de las complicaciones de la enfermedad de Crohn. Esta afección crónica e inflamatoria del tracto gastrointestinal que puede afectar cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, pero suele ser más común en la parte final del intestino delgado (íleon) y en el colon. En más de un 20 % de casos también tiene afectación perianal con fístulas, fisuras y erosiones.

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Su prevalencia en España puede variar según las regiones y si el hábitat es urbano o rural, pero, en general, se estima que la tienen alrededor de una a tres personas por cada 1.000 habitantes y los estudios epidemiológicos recientes indican que esta cifra va en aumento.

Se trata de una patología crónica que cursa a brotes de manera 'caprichosa'. Esto significa que sin razón aparente, a veces los pacientes presentan brotes sintomáticos que alteran significativamente su calidad de vida, y otras pueden pasar largas temporadas con muy buen estado general. Durante estos episodios, los síntomas pueden variar en intensidad y duración, lo que puede afectar a la vida diaria en diferentes escalas.

No obstante, en sus comienzos, la sintomatología puede incluir desde diarrea persistente y dolor abdominal, hasta pérdida de peso, fatiga y fiebre. En casos evolucionados pueden aparecer complicaciones como fístulas, abscesos, estenosis intestinales y otros.

“La causa exacta de la enfermedad de Crohn no se conoce completamente”, explica el doctor Damián García Olmo, jefe del Departamento de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, “pero se cree que es el resultado de una combinación de factores, que incluyen predisposición genética, respuesta inmunológica anormal y factores ambientales como la dieta y el estrés. En cualquier caso, todo parece indicar que el origen es un fenómeno de autoinmunidad que comparte con otras muchas enfermedades humanas y que están en proceso de investigación”.

El diagnóstico de la enfermedad de Crohn, explica el cirujano, “se inicia por un estudio detallado de los síntomas. Para establecer formalmente este diagnóstico necesitamos una combinación de pruebas, que incluyen análisis de sangre y heces, estudios de imagen como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM), endoscopias y biopsias. Suele ser un proceso diagnóstico largo y complejo por las grandes implicaciones que tiene para el tratamiento y seguimiento del paciente”.

Terapia con células madre

En cuanto al tratamiento, se inicia con medicamentos para controlar la inflamación y modular la respuesta inmunológica, cambios en la dieta, suplementos nutricionales y, en algunos casos, cirugía para abordar complicaciones o áreas afectadas. Debemos tener en cuenta que estamos ante una enfermedad inflamatoria crónica, así que su tratamiento será mantenido a lo largo del tiempo. Hay que remarcar que ante el diagnóstico es imperativo abandonar el hábito tabáquico si lo hay.

Pero, ahora, hay nuevas líneas: “Para el abordaje de la fístula de la enfermedad de Crohn, recientemente hemos desarrollado la primera terapia basada en células madre de donante (se utilizan células madre mesenquimales procedentes de la grasa de donantes)”, continúa el doctor García Olmo. Esta opción "potencia la capacidad regeneradora del organismo, así como de reducir la inflamación en el tejido afectado, lo que contribuye a una curación más efectiva y rápida de la lesión. La técnica debe aplicarse mediante un proceso quirúrgico mínimamente invasivo. Supone abrir una puerta a la esperanza de los enfermos. Estimamos que se pueden curar el 60% de los casos, aunque el número exacto de pacientes que se pueden beneficiar es desconocido".

Es preciso remarcar, concluye el especialista, “que hay una gran variabilidad interpersonal, pero un buen control de la enfermedad puede disminuir los brotes y atenuarlos en sus consecuencias. Este control a menudo implica adaptaciones en la dieta y el estilo de vida, así como la gestión del estrés. Algunas personas pueden experimentar periodos de remisión con pocos o ningún síntoma, mientras que otros pueden enfrentar desafíos más constantes. La atención médica regular y el apoyo emocional son importantes para manejar la enfermedad. Por eso mi principal recomendación para los pacientes es que tengan un médico especialista de referencia y sigan sus indicaciones”.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con la Fundación Jiménez Díaz​.