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No solo falta de hierro: otras enfermedades que puede haber detrás de la anemia
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No solo falta de hierro: otras enfermedades que puede haber detrás de la anemia

Aunque la carencia de minerales es la causa más común, esta afección también puede ser una señal de advertencia de que existe otra patología. Por ello, es importante estudiar sus causas

Foto: Foto: Freepik.
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Según una reciente investigación publicada en The Lancet, cerca de 2.000 millones de personas sufren anemia en el mundo. Se trata de una afección médica caracterizada por una cantidad insuficiente de glóbulos rojos sanos en la sangre, o bien por una disminución en la concentración de hemoglobina, una proteína rica en hierro que se encuentra en los glóbulos rojos y es esencial para transportar oxígeno desde los pulmones hacia el resto del cuerpo.

En la anemia, explica la doctora Pilar Llamas, jefa del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, “la disminución de glóbulos rojos o de hemoglobina hace que no llegue suficiente oxígeno a los tejidos, lo que puede dar lugar a cansancio, debilidad o mareos”. Otra forma habitual de manifestarse es con palidez de piel y mucosas, así como palpitaciones y sensación de falta de aire.

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“Para diagnosticar la anemia”, continúa la especialista, “debe realizarse un análisis de las células sanguíneas (hemograma), en el cual se mide, entre otros parámetros, la cantidad de glóbulos rojos de la sangre, su porcentaje con respecto a la parte líquida de la misma (hematocrito), su tamaño y la cantidad de hemoglobinas. Una vez que se detecta la anemia, y orientados por lo que el hematólogo ha visto en la extensión de sangre, habrá que ampliar las pruebas diagnósticas para saber de qué tipo de anemia se trata”.

Tipos de anemia y su tratamiento

En realidad, la anemia no es una enfermedad en sí misma, sino una manifestación de un estado carencial o de otra enfermedad, por lo que es necesario estudiar las causas y así comenzar con el tratamiento dirigido a lo que la origina. Es decir, puede ser una señal de advertencia de que existe otra patología. Por ello, además de estudiar el tipo de anemia, habrá que valorar esta posibilidad en función de la sintomatología que presente el paciente.

  • Anemia ferropénica. “La principal causa de anemia es la falta de hierro; este mineral es un elemento indispensable para la formación de hemoglobina y, en este caso, el tratamiento consistirá en pautar hierro, bien sea de manera oral o intravenosa, según el perfil de cada paciente”, indica la especialista.
  • Anemia por deficiencia de vitaminas. Otra causa también frecuente es “la carencia de vitaminas básicas para la formación de los glóbulos rojos, como son el ácido fólico y la vitamina B12”, apunta la doctora. Para este tipo, el tratamiento consistirá en que la persona tome estas vitaminas.

Por otro lado, señala la doctora Llamas, “existen situaciones en las que la anemia es muy grave o es necesario resolverla de manera urgente, por lo que debe optarse por una transfusión de sangre, a través de la que se infunden glóbulos rojos, que previamente ha donado una persona de manera altruista”.

Factores de riesgo

En general, los déficits nutricionales son los principales factores de riesgo para padecer anemia; por ello, las dietas muy restrictivas, o en las que falten algunos nutrientes básicos, pueden suponer un riesgo para desarrollarla. En este sentido, algunas enfermedades que impiden una correcta absorción de los nutrientes en el tubo digestivo, como ocurre en la celiaquía, pueden predisponer a su aparición.

Hay que tener en consideración que las pérdidas excesivas de sangre pueden suponer un desequilibrio en la capacidad que tiene el cuerpo de mantener una producción de glóbulos rojos suficiente, por lo que todas aquellas situaciones que predispongan al sangrado (medicamentos, cirugías…) constituyen un factor de riesgo.

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“Mención especial merecen las mujeres en edad fértil”, añade la especialista, “puesto que la menstruación supone una pérdida de sangre periódica, lo que hace que sea una de las causas más frecuentes de anemia por déficit de hierro. También hay que mencionar la adolescencia, periodo en el que aumentan en los requerimientos nutricionales debido al crecimiento propio de esta edad. Asimismo, hay alteraciones hereditarias de la membrana del glóbulo rojo o de la hemoglobina, que hacen que los hematíes se destruyan de forma precipitada. Este es el caso de la esferocitosis hereditaria, la anemia de células falciformes, entre otras”.

Por otra parte, existe un tipo de anemia —que se asocia a enfermedades crónicas como son la artritis reumatoide, el lupus o la enfermedad renal crónica— que hace que la médula ósea no produzca adecuadamente los glóbulos rojos. Y, por último, el cáncer y algunas enfermedades hematológicas pueden predisponer a su aparición, bien sea por la propia enfermedad o por los tratamientos que llevan asociados estas patologías.

¿Qué puede ocurrir si no se trata?

Una correcta oxigenación de los tejidos es indispensable para su buen funcionamiento; si debido a la anemia no se consigue esta oxigenación, los tejidos irán perdiendo sus capacidades según vaya empeorando esta enfermedad. En caso de que esta se instaure de manera lenta y progresiva, el cuerpo puede adaptarse y tolerarla, desarrollando solo algunos síntomas leves —como cansancio al hacer pequeños esfuerzos por mala oxigenación de los músculos—, pero estos se irán agravando conforme la anemia avance, pudiendo llegar a suponer el fallo de órganos como los riñones, el corazón, el cerebro… “Si se instaura de manera rápida, el desarrollo de síntomas y su gravedad pueden ser más llamativos”.

placeholder La doctora Pilar Llamas, jefa del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. (Foto cortesía de Quirónsalud)
La doctora Pilar Llamas, jefa del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. (Foto cortesía de Quirónsalud)

“Ya que las principales causas de anemia se deben a déficits en la ingesta de nutrientes”, explica la especialista, “una correcta alimentación, variada y rica en hierro y vitaminas, es fundamental para prevenir su desarrollo. Una mujer joven que tenga reglas abundantes, si se nota más cansada, debe acudir a su médico para ver cómo está su hemoglobina. En el caso de que esté baja, plantear suplementos de hierro antes de que se agrave más. Una persona vegana que tenga una deficiencia de vitamina B12 o hierro por no consumir carne, podría contrarrestarla tomando suplementos que le aporten estos nutrientes. El manejo adecuado de la anemia puede mejorar la calidad de vida del paciente, y anticiparse al diagnóstico de una enfermedad más o menos grave”, concluye.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con la Fundación Jiménez Díaz​.

Según una reciente investigación publicada en The Lancet, cerca de 2.000 millones de personas sufren anemia en el mundo. Se trata de una afección médica caracterizada por una cantidad insuficiente de glóbulos rojos sanos en la sangre, o bien por una disminución en la concentración de hemoglobina, una proteína rica en hierro que se encuentra en los glóbulos rojos y es esencial para transportar oxígeno desde los pulmones hacia el resto del cuerpo.

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