¿Se puede tratar el alzhéimer? Lo que dicen los últimos avances

En una sociedad envejecida como la nuestra, la demencia se perfila como uno de los problemas de salud pública más importantes y la principal preocupación de los mayores de 65 años, según la encuesta Actitudes y percepciones de la población española sobre el alzhéimer, elaborada por la Fundación Pasqual Maragall. Se trata de un cuadro clínico caracterizado por un deterioro adquirido y progresivo de las funciones mentales superiores, que causa la pérdida de la autonomía del paciente para llevar a cabo sus actividades normales de la vida diaria. Esto ocurre sin que pueda atribuirse a alteraciones del nivel de conciencia o a trastornos psiquiátricos.

Bajo el término de demencia se engloban diversas patologías. Entre ellas, la enfermedad de Alzheimer es la primera causa de demencia a nivel mundial (60-70% del total de casos). Se estima que hay unos 55 millones de personas en el mundo afectadas de demencia atribuible a alzhéimer (según datos de marzo de 2023 de la OMS). En España, de acuerdo con la Sociedad Española de Neurología (SEN), podrían existir unas 800.000 personas con esta patología.

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En cuanto a su origen, el doctor Oriol Franch, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional, señala que, "aunque la edad es el principal factor de riesgo para desarrollar alzhéimer, esta enfermedad no es una consecuencia inevitable del envejecimiento". También existen aspectos genéticos y antecedentes familiares: "Esto no lo podemos cambiar, por lo que hablamos de factores de riesgo no modificables", asegura el experto.

Pero hay otros factores que pueden influir en su desarrollo y que sí podemos tratar de mejorar. "Múltiples estudios relacionan la salud cardiovascular con la cerebral, por lo que cobra especial relevancia aquello de que lo que es bueno para el corazón, también es bueno para el cerebro", asegura el doctor Franch. “Estos incluyen la hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, tabaco, obesidad, dieta y ejercicio físico. El cuidado de la educación, actividad intelectual, calidad del sueño y salud emocional también contribuye a disminuir la posibilidad de desarrollarla”.

Más de 90 investigaciones, en curso

"El alzhéimer es un grave problema de salud que aún carece de una respuesta terapéutica clara", señala el especialista. “Los ensayos clínicos realizados con los nuevos anticuerpos monoclonales -en concreto lecanemab y donanemab- señalan que estos fármacos enlentecen el empeoramiento en los pacientes en fases iniciales. Su utilización en poblaciones más amplias, sin duda, aportará datos más precisos al respecto. Estos serían los primeros que consiguen modificar el curso de la enfermedad, lo que implica un avance considerable en la investigación y un descubrimiento esperanzador para los pacientes”.

España participa en buena parte de los ensayos clínicos más avanzados en el mundo. Según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), en nuestro país hay 90 estudios de este tipo, con entrada en el Registro Español de Ensayos Clínicos (REEC). Por otro lado, la asociación Alzheimer Europe, en su calidad de mayor alianza de asociaciones sobre esta demencia en la UE, confirma que seis de los ocho ensayos en fase III sobre EA se desarrollan en el continente europeo, y que cuatro de los seis más avanzados en Fase II cuentan con participación española.

En el tiempo que estas terapias y otras nuevas se confirman, y junto a los avances que se produzcan en intervenciones tempranas, la realidad es que los sistemas sanitarios de la UE aún carecen de capacidad para detectar, diagnosticar y tratarla de manera efectiva y masiva, para un control de la enfermedad que pueda extenderse a la práctica clínica habitual.

A pesar de esta compleja situación, existen numerosas recomendaciones a los Estados miembros de la Unión Europea para la mejora del abordaje del alzhéimer. Ante la dificultad actual de los sistemas sanitarios europeos para conseguir un control efectivo de la patología en el medio asistencial, las autoridades sanitarias comunitarias recomiendan una serie de acciones en cada nivel asistencial:

• En el ámbito de la prevención, despertar el interés de la población general sobre la necesidad de detectar tempranamente los síntomas e identificar los síntomas de deterioro cognitivo leve en los pacientes susceptibles de evolución a demencia, articulando programas de cribado de poblaciones de riesgo para la detección precoz.
• En relación con el diagnóstico, realización de evaluaciones neuropsicológicas especializadas y test diagnósticos para la detección de biomarcadores de amiloide.
• En intervenciones y tratamientos, potenciar tratamientos activos e intervenciones multiespecializadas a largo plazo.
• Mejorar el autocuidado de los pacientes con el ejercicio físico adaptado, la actividad cognitiva y social y controlar los factores de riesgo cerebrovasculares.
• En cuanto a la monitorización, aumentar los sistemas de registro clínico y monitorización para el seguimiento de los casos de alzhéimer.

"Sin duda queda mucho camino por recorrer, pero la buena noticia es que en los últimos años empezamos a ver luces donde antes era todo oscuridad", concluye el doctor Franch.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Ruber Internacional.