Los seis motivos más comunes por los que las parejas se terminan separando: ¿os ha pasado?

Si el río suena es porque agua lleva. A veces, la intuición es mucho más fiable que cualquier palabra de consuelo o alivio que nos puedan dar: una infidelidad, un secreto escondido que ya no puede ocultarse o la propia insatisfacción conyugal que hace estragos y os lleva a los dos al más puro aburrimiento. Hay muchos motivos de peso por los que las relaciones de pareja tienen fin, y es que al final compartir tu vida con alguien en un plano emocional tan íntimo y estrecho exige mucha dedicación y esfuerzo.

TE PUEDE INTERESAR

¿Te han sido infiel? Cómo recuperar la confianza en tu pareja después de los cuernos

ACyV

Como todo en la vida, hay que evitar caer en exceso en los remordimientos o en el drama innecesario. A fin de cuentas, cuando se cierra una puerta, se abre también una ventana, por lo que lejos de la frustración que supone saber a ciencia cierta de que esa persona no era la definitiva, también subyace el nuevo comienzo. Si tienes la intuición de que algo va mal y vuestra historia tiene los días contados (o las horas), aquí van una serie de pistas según expertos consultados por la Best Life por los que convencerte de que lo vuestro tiene que acabar.

Valores opuestos

La primera razón de peso para no continuar. Esto es algo que deberíais comprobar al conoceros, pero a veces los juicios morales o éticos cambian de manera imprevisible. Quizá él o ella ven con buenos ojos el hecho de poder acostarse con otras personas ajenas a la relación y tú no. O tal vez se vuelve mucho más beligerante con amigos o algún miembro de tu familia por un tema en concreto. Sea como sea, no tener una serie de mínimos morales en común es una de las razones más comunes para la ruptura.

Falta de compromiso mutuo

Si notas inseguridad o una falta de confianza a la hora de pensar en vuestros planes de futuro, es posible que vuestra relación se tambalee. A fin de cuentas, una relación de pareja pasa por establecer una serie de acuerdos que ambos están conminados a cumplir por el bien de los dos. "La falta de compromiso puede manifestarse como un distanciamiento emocional de la persona o una evasión de sus responsabilidades", asegura Lindsey Ferris, terapeuta de parejas. "Las uniones románticas necesitan reafirmar su compromiso con la relación y establecer objetivos mutuos. Una comunicación abierta sobre los miedos y las preocupaciones puede ayudar a los dos a abordar cualquier duda que pueda surgir".

La falta de intimidad

"La falta de intimidad puede conducir al deterioro progresivo de la relación y, en última instancia, al divorcio", asegura Connor Moss, terapeuta online. "La intimidad abarca no solo la cercanía sexual, sino también la conexión emocional, la confianza, el respeto mutuo y la comprensión profunda". La consecuencia más común de esto es la sensación de soledad que pueden experimentar una o las dos partes de la relación. ¿Cómo solucionarlo? Con una buena comunicación sobre "tus necesidades, emociones y pensamientos".

Infidelidad

Sin duda, uno de los motivos más comunes por los que fracasan todas las relaciones y la mayoría de los matrimonios. "La infidelidad compromete los cimientos del matrimonio, puede romper la conexión emocional y dañar la confianza de la pareja", asegura Najamah Davis, terapeuta de parejas. "El cónyuge que se ha visto herido acaba luchando con sentimientos de traición, resentimiento e inseguridad, lo que dificulta la reparación". Sin embargo, también es verdad que muchas parejas se fortalecen después de una experiencia tan crítica. Eso sí, solo si ambos se libran de "la culpa y el resentimiento", lo cual es bastante difícil.

Casaros demasiado jóvenes

Se trata de una variable a la que los expertos cada vez otorgan más relevancia. El hecho de no esperar lo suficiente para conocer a fondo al otro y lanzarse a este compromiso vital tan importante puede hacer que se tambaleen los cimientos de la relación. "Pasar por el altar a una edad temprana puede denotar que las personas no han maduro completamente ni descubierto su identidad, lo que lleva a cambios bruscos que crean incompatibilidades con el tiempo", asevera Steve Carleton, trabajador social estadounidense.

Demasiados conflictos

Todas las parejas discuten y eso es positivo porque los conflictos acaban mejorando y actualizando los códigos y pactos de las relaciones. Pero si estas discusiones se hacen demasiado recurrentes y además no carecen de fundamentos suficientes, es posible que vuestra relación este corriendo el riesgo de volverse tóxica. Entonces, será muy difícil volver al punto de partida, ya que os habréis hecho tanto daño el uno al otro que os costará volver a recuperar la confianza y el respeto mutuo.

Casaros demasiado jóvenes

Se trata de una variable a la que los expertos cada vez otorgan más relevancia. El hecho de no esperar lo suficiente para conocer a fondo al otro y lanzarse a este compromiso vital tan importante puede hacer que se tambaleen los cimientos de la relación. "Pasar por el altar a una edad temprana puede denotar que las personas no han maduro completamente ni descubierto su identidad, lo que lleva a cambios bruscos que crean incompatibilidades con el tiempo", asevera Carleton.