¿Divorcio inminente? Las 'red flags' por las que ya deberíais haberos separado

Si el río suena es porque agua lleva. Si no paráis de discutir, incluso si ya no lo hacéis porque os da exactamente igual, o si has descubierto por casualidad que la otra persona no era para nada como creías que era, en tu cabeza posiblemente resuene la idea de seguir con vuestra vida por separado. A fin de cuentas y por fortuna, la opción del divorcio ya no es tan tabú como antes, aunque ello no debería ser óbice para elegir con sumo cuidado a la persona con la que quieres pasar por el altar, ya que el proceso de ruptura trae considerables quebraderos de cabeza.

Entre las razones más comunes por las que los cónyuges se separan están la infidelidad, los problemas económicos, las discusiones o simplemente el desamor. Para que no ocurra la ruptura, en teoría deberíais haber gestionado esos problemas antes de que se convirtieran en crónicos o irresolubles. Pero si ya has llegado tarde y tienes la sensación de que nada os separa de una separación inminente, es posible que necesites pruebas más fehacientes para salir de dudas y saber si de verdad vas a tomar la decisión correcta.

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La revista Best Life ha hablado con distintos expertos y terapeutas de pareja para dar con las red flags más comunes que avisan de que por fin ha llegado el momento de poner punto y final a tu matrimonio.

Ya no os pedís cosas o hacéis favores

En una relación en la que va todo bien, por lo general los dos miembros de la pareja tienden a hacerse favores desinteresados el uno al otro, desde los más absurdos y cotidianos como encargarse de algo del hogar hasta el hecho de realizar un improvisado masaje al final del día para que el otro se sienta mejor. Si todo esto se ignora, no hay una motivación expresa de tu pareja para hacerte feliz, como asegura Lauren Napolitano, psicóloga de Filadelfia. En otras palabras, si no prestas la suficiente atención y cuidado a tu pareja, ello podría significar que tu amor por ella está terminando.

Ni siquiera discutís

"En un matrimonio sano, cuando uno de los cónyuges está molesto o está preocupado por algo, intenta discutirlo para arreglarlo", asevera Alyse Freda-Colon, terapeuta. "Lo ideal es que recibas su apoyo con el corazón y la mente abierta. Pero si en vez de eso recibes malas palabras que te tachan de ridículo o estúpido y desvaloriza lo que sientes, dándole la vuelta o echándote la culpa de ello, todo eso es una gran señal de alerta". Puede que ya hayáis perdido la facultad para comunicaros, lo cual denotará una considerable disminución de vuestra capacidad para resolver los problemas y con ello que el divorcio esté más cerca.

Es demasiado dependiente

Uno de los rasgos que definen una relación tóxica es ser demasiado dependientes el uno del otro, ya que impera un deseo por controlar la vida del otro que en ocasiones provoca que no haya una distancia física o virtual. Si siempre te escribe al móvil para saber dónde estás y qué haces o evita constantemente que vivas experiencias al margen usando el chantaje emocional, vuestra relación está muy mal encaminada. "La falta de individualidad en la pareja puede conducir a que se viva en una especie de burbuja", asegura Callisto Adams, experta en relaciones. Para salir de ella, a veces la única forma efectiva es el divorcio o la separación.

Existen muestras de desprecio

Burlas continuas, indiferencia o el uso de un lenguaje pasivo-agresivo. "Si el desprecio está presente en vuestra relación, eso quiere decir que tu pareja no se preocupa por tus necesidades", asegura Greyson Smith, terapeuta. Evidentemente, cuando no existe algo tan básico como el respeto, lo mejor que os puede pasar es que os separéis y sigáis con vuestra vida cada uno por su lado. Si has vivido esta clase de desprecios, lo mejor que puedes hacer es pedir ayuda a tu entorno para salir de esa situación.

Ya no hay atracción física

No es lo mismo vivir juntos en pareja que ser meros compañeros de piso. Y la principal diferencia entre esos dos modos de relación es el grado de intimidad física y emocional que tenéis entre ambos. Es cierto que con el tiempo la atracción física va disminuyendo, pero si cesa de inmediato y sin ninguna razón aparente, tal vez ocurra que ya no sois compatibles el uno para el otro. Y, en esos casos, lo mejor es poner un punto y aparte.