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Apendicitis en la Estación Espacial: qué hacen los astronautas si tienen una emergencia médica
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Apendicitis en la Estación Espacial: qué hacen los astronautas si tienen una emergencia médica

Imagina que estás viajando hacia Marte y te pones enfermo. ¿Tendríais que daros la vuelta? ¿Hay un médico que pueda ayudarte? Resolvemos tus dudas al respecto

Foto: Fuente: iStock.
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Si eres un poco aprensivo, lo más probable es que eches la mente a volar y cuando tengas que hacer un viaje te lleves mil medicamentos por si acaso surge un contratiempo y te lo arruina. A nadie le gusta ponerse malo fuera de casa, con todas las complicaciones que conlleva estar en un lugar desconocido y en un ambiente que no es el tuyo, pero siempre tienes el consuelo de pensar que volando o en coche estarás en tu casa en unas horas. En el espacio, sin embargo, las cosas son un poco diferentes (y más complicadas).

Sabemos que los astronautas deben estar en unas condiciones físicas envidiables, pero aun así todos somos humanos y puede haber contratiempos. ¿Qué sucede cuando hay una emergencia médica en el espacio? ¿Se te había ocurrido alguna vez? Quizá a ti no, pero, como es lógico, a ellos sí, y por ello deben seguirse una serie de protocolos necesarios para garantizar que ninguna de las vidas que se encuentran ahí arriba corre peligro.

Una función por cada astronauta

Cada astronauta en el transbordador espacial tiene asignada una función específica y, como tal, cada uno ha recibido el entrenamiento intensivo requerido para esa tarea especializada. El oficial médico está capacitado no solo para dar primeros auxilios, también para otros asuntos médicos como coser heridas y administrar inyecciones. Y todos los astronautas están capacitados para reanimaciones de emergencias en caso de que alguien sufra un ataque cardíaco.

El oficial médico está capacitado no solo para dar primeros auxilios, también para otros asuntos como coser heridas y administrar inyecciones

También cuentan con un botiquín médico que no solamente sirve para tratar enfermedades y lesiones menores, sino también para estabilizar el estado del paciente durante el vuelo de regreso a la Tierra.

Igual que el teletrabajo, la telemedicina

En una entrevista a la 'CNN', el doctor Scott Parazynski contaba que ha volado en cinco misiones de transbordador para la NASA, ha llegado a la cima del monte Everest y ha supervisado la atención médica para el Programa Antártico de la Fundación Nacional de Ciencias (y estar en la Antártida fue lo más difícil y desafiante, pues las evacuaciones médicas son casi imposibles).

Una solución serían las herramientas de inteligencia artificial que pudieran ayudar a la tripulación a diagnosticar y tratar afecciones

Por ello quizá, el doctor es un firme partidario de la telemedicina y la teletutoría, especialmente cuando se trata de enseñar cómo administrar anestesia y proporcionar otros tipos de procedimientos diagnósticos y terapéuticos especializados. "Creo que es el futuro para misiones en la Luna o Marte". Aunque en este último todavía hay algunos problemas por los retrasos en la comunicación.

Inteligencia artificial, el futuro

Algunos expertos también consideran que para misiones largas (como un viaje a Marte), la capacitación médica básica debería extenderse a toda la tripulación. Si el médico oficial sufriera una lesión o una enfermedad grave en pleno viaje y tuviera que ser tratado por alguien sin conocimientos médicos, supondría un problema. Como tener un supercirujano a bordo parece difícil, otra solución serían las herramientas de inteligencia artificial que pudieran ayudar a la tripulación a diagnosticar y tratar afecciones médicas.

Adaptándose al nuevo ambiente

Pero está todo pensado. Los cuerpos de los astronautas tardan unos días en adaptarse a la ingravidez, y pueden experimentar síntomas que van desde dolores de cabeza hasta vómitos. La NASA tiene un sistema para lidiar con estos últimos: llevan bolsas especiales para vomitar, junto con toallitas húmedas para la cara, que puedan usar cuando se encuentren mal. Una vez usadas, las bolsas se tiran a la basura.

Algún que otro constipado

En 1968, la tripulación del Apolo 7 se resfrió en el espacio y aquello tuvo un impacto significativo. Lo más probable es que Wally Schirra subiera a bordo con un leve resfriado y se lo contagiara a los demás miembros de la tripulación: se quedaron sin medicamentos o pañuelos y se negaron a usar sus cascos mientras volvían a entrar en la atmósfera.

Resfriarse no es muy común porque los astronautas hacen cuarentena antes del vuelo

Según se explica en 'Space', los virus como la gripe o el coronavirus también podrían transmitirse más fácilmente en un entorno de microgravedad, como en la Estación Espacial Internacional. Esto sucede porque la ausencia de gravedad impide que las partículas se asienten, por lo que permanecen suspendidas en el aire y podrían transmitirse más fácilmente. De cualquier manera, que esto suceda es bastante raro porque los astronautas están de cuarentena antes del vuelo espacial.

Golpes y otras lesiones

Los astronautas que flotan en gravedad cero tienden a chocar contra cosas, lo que a veces puede causar lesiones. Cuando quieren revisar una herida, abrasión u otra condición, llaman por teléfono a un médico en la Tierra y especializado, quien les aconsejará qué hacer.

Ataques al corazón

Si vas camino a Marte y se te para el corazón, por suerte ya se ha estudiado cuál es la mejor manera de realizar una RCP en el espacio (por si te interesa: una opción es poner los pies en el techo y extender los brazos hacia abajo para comprimir el pecho del paciente). Debido a su rango de edad y condición física, es poco probable que los astronautas sufran un derrame cerebral o que sus apéndices 'exploten' repentinamente. Aunque a veces hay sorpresas: en 2020 trascendió que un astronauta anónimo sufrió un coágulo, lo que sirvió para estudiar si realmente pueden sufrir mayores problemas de este tipo estando en el espacio (especialmente las mujeres que tengan que tomar la píldora). Es verdaderamente importante saber este tipo de cosas si queremos enviar misiones largas a otros planetas como Marte, al que se tarda en llegar tres años.

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Volviendo a lo de que te explote el apéndice de golpe o te dé un derrame cerebral: poco hay que se pueda hacer al respecto (como en la Tierra). Aunque esto nos lleva al siguiente punto: las operaciones y la cirugía.

¿Y si hay cirugía?

Si se trata de algo demasiado serio, los astronautas pueden volver a la Tierra, aunque en realidad eso solo ha sucedido una vez: en 1986, el soviético Vladimir Vasyutin tuvo que abandonar el laboratorio orbital Salyut-7 debido a una infección de próstata, indica 'Mental Floss'. Pero en el caso de que surja una verdadera emergencia médica que requiera cirugía, la evacuación a la Tierra es en la actualidad la única forma posible de que los astronautas puedan recibir tratamiento: en gravedad cero no se puede operar porque la sangre saldría flotando directamente de una herida y contaminaría toda la cabina. Eso sí, a medida que los viajes al espacio se vuelvan más factibles es posible que algún día sea necesario un quirófano espacial (y se está desarrollando tecnología para que las posibles cirugías sean más fáciles y limpias).

En gravedad cero no se puede operar porque la sangre saldría flotando directamente de una herida y contaminaría toda la cabina

Porque desde la Estación Espacial puede considerarse la vuelta a la Tierra, pero cuando estemos viajando hacia Venus (por poner un ejemplo), esto se volverá bastante más difícil. La condición física de los astronautas, los medicamentos de los que puedan disponer en el viaje, las consultas telemáticas a doctores especializados y, en última instancia (y quizá la más importante), la inteligencia artificial serán los aliados fundamentales para todos aquellos que se atrevan a emprender la aventura de colonizar el espacio.

Al fin y al cabo, desde el momento en que te pones el traje de astronauta ya incurres en un riesgo (desde posibilidades de ahogarse a que se les caigan las uñas). No solo eso, también se enfrentan a la radiación y al desgaste óseo en el tiempo que pasan en el espacio. Con el tiempo, los astronautas que permanecen durante meses en la estación pueden experimentar el debilitamiento y la pérdida de huesos y la atrofia de los músculos, así como pérdidas del volumen de sangre. Pero para algunos, merece la pena exponerse al peligro si pueden llegar hasta el infinito y más allá. Además, si logramos hacer complicadas y exitosas operaciones médicas en cualquier lugar de la Tierra, solo es cuestión de tiempo hasta que lo hagamos en cualquier otro planeta de esta galaxia o de otras aún por descubrir.

Si eres un poco aprensivo, lo más probable es que eches la mente a volar y cuando tengas que hacer un viaje te lleves mil medicamentos por si acaso surge un contratiempo y te lo arruina. A nadie le gusta ponerse malo fuera de casa, con todas las complicaciones que conlleva estar en un lugar desconocido y en un ambiente que no es el tuyo, pero siempre tienes el consuelo de pensar que volando o en coche estarás en tu casa en unas horas. En el espacio, sin embargo, las cosas son un poco diferentes (y más complicadas).

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