Cinco formas en las que el estrés provocaría que ganes peso en lugar de adelgazar

Médicos y expertos en nutrición señalan que el estrés y el aumento de peso están relacionados. Tanto si estás pensando en adelgazar como si deseas simplemente llevar un estilo de vida saludable, hay una serie de comportamientos típicos que sufren las personas que experimentan un mayor 'nerviosismo' y observan cómo su cuerpo engorda.

Varios estudios señalan que el cuerpo libera una hormona conocida como adrenalina en momentos de mayor estrés para poder abarcar la 'amenaza' que está provocando la ansiedad. Junto a la adrenalina, el cuerpo 'deposita' glucosa en los vasos sanguíneos y, una vez agotados los niveles de azúcar, entra en juego una hormona conocida como cortisol (que libera a su vez la insulina, encargada de controlar el nivel de glucosa en sangre).

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El cortisol hace que nos sintamos hambrientos y es capaz de ralentizar el metabolismo, entre otras funciones. Sin embargo, el impacto del estrés en nuestro peso no reside únicamente en los niveles de cortisol. En primer lugar, las emociones influirían en la forma que tiene el ser humano de alimentarse.

Una manera de sentir placer

Tal y como muestran muchas películas y series, es común tomarse más helado del habitual después de una ruptura. En palabras del Dr. Youdim a Women's Health "cuando una persona está estresada o tiene dificultades con sus emociones, busca diferentes formas de sentir placer".

Sin embargo, esta tendencia puede suponer entrar en una rutina de malos hábitos en la que el individuo acaba consumiendo productos poco saludables. Los expertos señalan que la mayoría de los alimentos 'placenteros' son muy calóricos y poco nutricionales. En definitiva, aunque atraiga más consumir un trozo de tarta de nata, es preferible decantarse por un brócoli.

Este primer comportamiento está relacionado con el segundo: una manera de ganar peso consiste en ingerir comida rápida en tiempos de estrés. Algunas personas con prisa debido al nerviosismo suelen acortar su tiempo de almuerzo y tomar platos preparados.

Esos alimentos que "nos hacen sentir mejor" no cuentan con un gran valor nutricional

El Dr. Youdim recuerda que, aunque estos productos tienen un sabor "delicioso que está pensado para agradar al paladar, son en realidad ricos en azúcar y grasa y engañan al cerebro". Es decir, esos alimentos que, aparentemente, "nos hacen sentir mejor" no cuentan con un gran valor nutricional, lo que provoca una subida de peso.

Un arma de doble filo

Aunque más de uno puede pensar que saltarse una comida fomenta el adelgazamiento, esto es en realidad un error. El tercer comportamiento que han identificado algunos médicos y expertos en nutrición implica que las personas que se saltan comidas tienden a engordar. El Dr. Illuri señala que esto provoca no solo un menor consumo de azúcar y grasas, sino también "una deficiencia de nutrientes al final del día, por lo que no es lo más recomendable".

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Al igual que algunas personas pueden sentir que no tienen tiempo para comer debido al estrés, otras tienden al 'binge eating' o al consumo de comida de forma compulsiva. Médicos y especialistas en alimentación han observado que algunos de sus pacientes toman una cantidad elevada de productos poco saludables en momentos de estrés.

Esta forma de combatir un sentimiento negativo con la comida puede convertirse en un arma de doble filo: al aumento de peso puede seguirle una sensación de culpabilidad. En caso de estar experimentando síntomas de este tipo, sería fundamental ponerse en manos de un especialista.

Un quinto patrón que han encontrado los expertos en sus pacientes tiene que ver con el ejercicio físico. Aunque adelgazar está relacionado con el consumo de calorías, todo estilo de vida saludable implica el abandono del sedentarismo. De hecho, el Dr. Illuri recuerda que "el deporte es fundamental para la salud cardiovascular y el desarrollo de la musculatura y el sistema óseo".