Una mujer decide cambiar su vida y adelgazar 62 kilos para cuidar de su hijo

Era el verano de 2018 y Laura McNemee estaba de vacaciones con su hijo Jacob cuándo este, de repente, echó a correr. El niño sufre autismo severo y puede sufrir un brote en cualquier momento, por lo que siempre hay que estar preparado para actuar. Pero, por aquel entonces, Laura tenía un problema: pesaba más de 135 kilos y no podía correr detrás de su hijo.

Laura reconoce a 7 News que "casi no pude atraparlo. En ese momento me di cuenta de que, si no cambiaba algo, no iba a poder cuidarle. Para que él estuviera a salvo, necesitaba cambiar algo en mí". Así que dio un paso adelante y tomó la decisión de eliminar los kilos de más que le sobraban. Llevaba demasiado tiempo sin cuidarse y le había pasado factura.

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Los problemas de esta mujer con su peso comenzaron en el mismo momento en el que recibió la confirmación de la enfermedad de su hijo: "Estaba en un estado bastante oscuro y deprimido debido a su diagnóstico. Me sumergí profundamente en tratar de ayudarlo y me olvidé de mí. Me estaba comiendo mis sentimientos y mi estrés en lugar de lidiar con ello".

Cómo adelgazar 62 kilos

Después de aquel episodio veraniego, Laura prometió cuidarse. Lo hizo haciendo un trato consigo misma: durante las dos semanas siguientes, cambiaría su estilo de vida, comenzando por una alimentación más saludable y combinándola con ejercicio a primera hora de la mañana: "Me dije a mí misma que si no me sentía mejor, podía parar".

Hizo un pacto consigo misma: si en dos semanas no funcionaba, lo abandonaría

Laura reconoce que, "para ser honesta, los primeros dos o tres días fueron bastante duros. Todavía me estaba desintoxicando, supongo. Pero me hice esa promesa. Y después de eso, comencé a sentir más energía". Pero, además, también se sintió más feliz. Así que comenzó a perder peso poco a poco centrándose en tres pilares: alimentación sana, ejercicio y apoyo a su alrededor.

El deporte fue fundamental ya que le ha proporcionado muchos beneficios a su salud mental. Agregó el levantamiento de pesas a su rutina diaria de entrenamiento y ha conseguido que esa primera hora de cada día sea, a veces, su momento favorito. Pero tan importante como desarrollar musculatura fue rodearse de personas que querían llevar un estilo de vida saludable.

Salían a comer fuera de forma sana, a hacer deporte… Se convirtieron en una piña y para Laura fue fundamental. En solo nueve meses había adelgazado 45 kilos, pero siguió adelante para seguir bajando peso hasta los 62 kilos perdidos en total. Ahora pesa 74, una cifra mucho más acorde a su físico, y sigue utilizando una app que le permite controlar todo aquello que come.

Dieta para perder peso

Hoy en día, Laura sigue llevando a cabo una dieta saludable. Asegura que "la gente me llama aburrida porque sigo el mismo plan, pero me funciona". Por ejemplo, a la hora del desayuno, toma una magdalena integral con huevos, beicon y queso. Para la hora de comer, algo de proteína, arroz integral y una buena ración de verduras. Y para cenar, proteínas y más verduras.

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Además, ha conseguido comer entre horas alimentos saludables cuando tiene hambre, como un batido de proteínas, fruta o yogures. Viendo este proceso de adelgazamiento con perspectiva, Laura reconoce que "no te das cuenta de cuánto te reprimes cuando pesas tanto, cuando no te sientes como tú misma. Antes, estaría cansada a la hora del almuerzo o poco después. Ahora, sin embargo, siento que mi energía está por las nubes, como antes".

Lo mejor de todo es que su vida ha cambiado por completo en poco más de dos años: "Todos los aspectos de mi vida son más fáciles porque he perdido peso". Muchas personas se acercan a ella para preguntarle cuál ha sido su truco para adelgazar, pero ella tiene claro que "realmente, no hay ningún secreto. Solo que tienes que quererlo lo suficiente como para estar comprometido con ello".

"Siento que mi energía está ahora por las nubes. Soy una persona mucho más feliz"

Hoy, Laura echa la vista atrás y puede recordar todo lo que le llevó a cambiar su vida por completo. Tomó la decisión de adelgazar por su hijo Jacob, pero después descubrió que tenía que "evolucionar para encontrarme a mí misma de nuevo, querer ser más feliz". Lo ha conseguido todo, pesa 62 kilos menos y ahora lleva una vida equilibrada, saludable… y feliz.