La evolución de la influencer Bri Blank Alexander hasta conseguir adelgazar 70 kilos
Las elecciones poco sanas la llevaron a boicotear su proceso de adelgazamiento, pero nunca se limitó a dejarse ir, sino que luchó por conseguir su peso ideal
En enero de 2012, Bri Blank Alexander pesaba 139 kilos. Toda su vida había sufrido sobrepeso y eso la había llevado a alejarse todo lo posible del ejercicio físico tanto en su niñez como en su adolescencia. Sin embargo, cuando vio que la báscula marcaba ese récord fue consciente de que tenía que dar un giro a su vida y adelgazar, si no quería que su salud se viera afectada.
Ahí comenzó su proceso de adelgazamiento. Durante los dos años siguientes aprendió a cocinar, lo estudió todo sobre cómo alimentarse bien y olvidó su miedo al ejercicio físico haciendo deporte. Estableció una media diaria de entre 1.200 y 1.300 calorías y consiguió el objetivo que se había marcado: en ese tiempo adelgazó 68 kilos quedándose en apenas 70.
Además de perder peso, Bri aprovechó para convertir su nueva pasión en su profesión. Creó Bri Healthy, una web donde explica su proceso, y se hizo un perfil en Instagram donde acumula más de 15.000 seguidores y con el que quiere ayudar a otras personas que tienen problemas similares a los suyos a realizar cambios saludables en su vida.
Adelgazar… y mantenerse
Después de completar su proceso de adelgazamiento de dos años, Bri Healthy amplió su ingesta calórica diaria en 300 calorías más y se permitió una comida no del todo saludable a la semana como pizza, hamburguesas, nachos, etc. Su maniobra dio resultado y, durante el año siguiente, esta joven influencer se mantuvo en el peso ideal que había logrado.
El problema llegó cuando conoció al que hoy es su marido, tal y como Bri ha explicado a Today: "Es una de esas personas que puede comer lo que quiera y mantenerse delgada", así que las galletas y los procesados volvieron a su vida: "Una vez que empecé a comerlos, sentí que los había echado de menos durante mucho tiempo. Volvieron a mi cabeza sentimientos de 'puedo tener cosas como esta otra vez'. Cualquier cosa con moderación es buena. Pero me sentí un poco demasiado cómoda".
Bri recuperó buena parte del peso perdido y eso fue un lastre para su cabeza porque "comencé a verme a mí misma como un fracaso. Todo mi viaje ha sido 'Bri Healthy'. Soy esta chica que perdió todo este peso y se lo demuestro a la gente. Empecé a sentirme desconectada de mí misma y me preguntaba en quién me he convertido o cómo me dejé llegar hasta este punto".
Bri trató de volver a instalarse en lo que le había funcionado durante los dos primeros años de proceso y recuperó sus viejos trucos para adelgazar, pero no funcionaron. Finalmente, encontró la solución: "Una vez que comencé a amarme más a mí misma y a poner energía en eso, el peso comenzó a descender". Aunque no llegó a bajar hasta 70 como la primera vez, consiguió instalarse en un peso cómodo para ella y que le permitió seguir teniendo buena salud".
La pandemia y el peso
Durante mucho tiempo Bri consiguió mantenerse en buena forma física, pero con la llegada de la pandemia volvieron los viejos fantasmas. Bri aplicaba la máxima de que se puede comer de todo con moderación, así que cuando le apetecía una galleta, se la comía. Pero pronto comenzó a querer galletas a diario, a encargar comida para llevar y, en definitiva, a volver a comer mal.
En los dos primeros años, Bri pasó de 139 kilos a tan solo 70
No solo eso: con el confinamiento dejó de caminar para ir al trabajo y apenas hizo deporte. Así que a finales de 2020 volvió a subirse a una báscula y se llevó un susto: 90 kilos. No era la barbaridad que pesaba antes, pero era el peso más alto desde que terminara su proceso de adelgazamiento en 2014. Así que volvió a hacer lo posible por eliminar sus kilos de más.
Hoy en día, Bri se sigue esforzando por volver a su peso ideal, aunque no es fácil conseguirlo. Reconoce que es una persona vulnerable a la que no es fácil decir que no a sus comidas favoritas. Por de pronto, ha vuelto a llevar una dieta de 1.700 calorías diarias y, aunque "el progreso es más lento, al menos no siento que me esté reprimiendo de comer nada".
Hoy Bri pesa unos 75 kilos, por lo que está muy cerca de conseguir de nuevo su peso ideal. Así es como se siente "cómoda, ligera y libre", pero sabe que será una parte más de este difícil viaje: "En este viaje, me he estado amando a mí misma. Estoy muy orgullosa de permitirme disfrutar este viaje, confiar en el proceso y seguir adelante incluso a través de todos los desafíos. Me encanta aprender más sobre mí y sé que encontraré el equilibrio que deseo. No siempre es fácil, pero siempre vale la pena".
En enero de 2012, Bri Blank Alexander pesaba 139 kilos. Toda su vida había sufrido sobrepeso y eso la había llevado a alejarse todo lo posible del ejercicio físico tanto en su niñez como en su adolescencia. Sin embargo, cuando vio que la báscula marcaba ese récord fue consciente de que tenía que dar un giro a su vida y adelgazar, si no quería que su salud se viera afectada.