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Perder peso después de las vacaciones de verano: qué debes hacer y cómo afrontarlo
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Perder peso después de las vacaciones de verano: qué debes hacer y cómo afrontarlo

Como todos los años por estas fechas, muchas personas ya piensan en cómo será la vuelta a la rutina. Retoma tus propósitos de 'fitness' con estos útiles consejos de expertos

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Son muchas las personas que a finales de agosto se comprometen a retomar sus hábitos saludables después de haberse relajado durante el verano. Septiembre se presenta como el mes de vuelta a la rutina, como una especie de enero alternativo en el que vuelven a aparecer esos propósitos que apuntan a una vida mejor, más plena y recargada de bienestar. Sin embargo, este año la pandemia del coronavirus ha producido que mucha gente haya perdido un poco la perspectiva en lo que se refiere al cuidado de uno mismo a raíz de contar con una preocupación sanitaria mucho más severa, real y latente.

Este año, la 'vuelta al cole' será diferente, al igual que la vuelta al trabajo, a los quehaceres cotidianos y, por supuesto, al gimnasio. ¿Cómo será para los españoles este regreso a la senda de la vida saludable? Si hay algo claro que tienen los expertos es que será mucho más difícil y complicada que en otras temporadas. Básicamente, por la presión emocional que va a suponer y por el hecho de habernos relajado más de la cuenta en verano en lo que respecta a alimentación sana y ejercicio físico regular, al haber pasado por una situación de crisis tan dura como la que vivimos en los meses de primavera y la necesidad imperiosa de desconectar con la llegada de las vacaciones.

Lo primero es no exigirse demasiado. Y, ante todo, vencer ese sentimiento de culpabilidad o de miedo al fracaso

Así lo reconoce Diego Bayón, psícologo experto en inteligencia emocional y especialista en coaching para la pérdida de peso, quien asegura que "septiembre marca el inicio de una nueva etapa vital, laboral o académica", de ahí que "la autoexigencia para perder peso sea muy alta". En este sentido, "es la época en la que más personas se proponen adelgazar y ponerse en forma junto con enero".

"Al igual que tras el fin de las vacaciones de navidad, en los últimos días de agosto y principios de septiembre abunda un sentimiento de culpabilidad al haberse excedido o relajado más de la cuenta en lo que se refiere a llevar una vida saludable", asevera Bayón a El Confidencial. "Esto hace mucha mella en las personas, las condiciona mucho a la hora de llevar a cabo sus propósitos y en muchos casos les aboca al fracaso. Por ello, lo primero que hay que hacer es no exigirse demasiado ni creer que los resultados llegarán de forma inmediata. Y, ante todo, vencer ese sentimiento de culpabilidad o de miedo al fracaso”.

Trabajar las emociones, no solo el físico

Bayón centra su metodología en la gestión emocional. Sin ella, reconoce, no se puede abordar bien la situación. “Muchas veces llevamos malos hábitos para paliar o dar salida a un mal psicológico que nos está haciendo daño y que no entendemos. En ese caso, lo primero para revertir la situación será conocer de dónde viene y cómo podría tratarse o darle una respuesta mucho más saludable”, explica. “Adelgazar implica un proceso largo que consiste en adaptarse a una serie de conductas basadas en una alimentación específica y una serie de ejercicios. No lo tomes como un reto, sino como una rutina”.

Bebe mucha agua, apuesta por frutas de temporada cuando te entre el hambre y sustituye las carnes por los pescados azules

Además, como decíamos, este año volver a la senda de la vida saludable se ha vuelto un poco más difícil. La pasada primavera nos la pasamos en casa y, aunque hubo muchas personas que a pesar de no poder salir a la calle se mantuvieron firmes en sus rutinas de dieta y ejercicio, el verano llegó y con él las cenas con familiares y amigos, las tardes de sol y siesta, las comidas copiosas y abundantes, el consumo de cerveza, y, por supuesto, los reyes de todos los postres estivales: los helados. “Todo esto se traduce, más o menos y en líneas generales, en un aumento de 3 a 4 kilos de peso”, calcula Mirta Herrero, dietista madrileña.

Herrero cree que existen más tentaciones a nuestra disposición, más rutinas, más ocio y más comidas fuera de casa. “Podemos decir que comemos menos, pero lo hacemos mal”, sentencia. “Si bien es cierto que en esta temporada tendemos a comer platos más ligeros, más ensaladas y gazpachos, con las altas temperaturas nos apetece menos cocinar y recurrimos a alimentos precocinados, que aportan gran cantidad de calorías y grasas”. Hay que prestar también especial atención a la cerveza: “Ya sea con o sin alcohol, disminuye el agua en el organismo y hace aumentar nuestro apetito”.

Los primeros pasos

¿Cómo empezar a pensar en bajar los números de la báscula al término de agosto y principios de septiembre? Herrero asegura que recomienda siempre a sus pacientes comenzar por “beber mucha agua y apostar por las frutas de temporada cuando aparezca el hambre”, especialmente la sandía, las fresas o el gazpacho. A su vez, la dietista aboga por disminuir el consumo de carnes rojas a niveles ínfimos y sustituirlas por pescados, “preferentemente azules, que son muy bajos en grasas”. Y, por supuesto, eliminar o bien reducir al máximo las bebidas alcohólicas, tengan o no tengan alcohol (la cerveza ‘sin’, aunque contiene menos calorías vacías que la original, también es perjudicial al contener azúcar). En general, Mirta concluye que lo mejor reside en elaborar “recetas sencillas”, y comidas “nunca copiosas”.

Pero con una buena alimentación no conseguirás nada si no la acompañas de ejercicio físico. Bayón, por su parte, defiende los ejercicios de alta intensidad a intervalos (conocidos por las siglas HIIT) como punto de partida y si quieres ver resultados más temprano. Y otro detalle muy importante que él defiende como una de las claves del éxito: el hecho de salir a ejercitarse en grupo, ya que “recibes el apoyo inmediato de gente que busca lo mismo que tú o tiene objetivos parecidos”. Aunque ahora no es una época muy propicia para juntarse con otras personas, si eres responsable, mantienes la distancia de seguridad y sigues las recomendaciones sanitarias, “te será mucho más sencillo adaptarte a esta nueva rutina si lo haces acompañado que de forma individual”.

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“La clave reside en fijarse metas a largo plazo y ver el reto como un proceso más como una meta que cumplir, descubriendo beneficios más allá del resultado final”, concluye el coach. Aunque este septiembre sea más especial que otros años, abunden los malos pronósticos y la alarma sanitaria colapse toda la atención, no debes olvidarte de que para sentirte bien contigo mismo, no solo desde el punto de vista físico, sino también mental y emocional, tienes que llevar una vida activa y alimentarte de una manera saludable.

Son muchas las personas que a finales de agosto se comprometen a retomar sus hábitos saludables después de haberse relajado durante el verano. Septiembre se presenta como el mes de vuelta a la rutina, como una especie de enero alternativo en el que vuelven a aparecer esos propósitos que apuntan a una vida mejor, más plena y recargada de bienestar. Sin embargo, este año la pandemia del coronavirus ha producido que mucha gente haya perdido un poco la perspectiva en lo que se refiere al cuidado de uno mismo a raíz de contar con una preocupación sanitaria mucho más severa, real y latente.

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