Lo que hemos aprendido del hombre que perdió 55 kilos y se volvió atractivo

La historia de Andrea Papas es motivadora para aquellos que creen que no pueden cambiar ni mejorar en la vida. Alimenta el 'sueño americano' de que todos nosotros podemos conseguir lo que queramos si de verdad nos esforzamos en ello.

Andrea siempre fue un niño gordito y sufría cierto 'bullying' por su sobrepeso. Con 18 años, en el 2000, pesaba 145 kilos, la cifra más alta de toda su vida. No estaba feliz, no le gustaba su aspecto y la ropa nunca le quedaba bien.

La constancia es la clave de la victoria, sobre todo en lo que a cambios físicos se refiere. Él tardó más de dos años en perder peso

Hoy, con 35 años, este hombre, original de Sudáfrica, pesa 89 kilos, y se ha convertido en un gurú del fitness, y a través de su cuenta de Instagram anima a todos a ponerse en forma. Si vemos las fotos del antes y el después, impresionan. ¿Qué hizo para ponerse cachas? ¿Cómo lo consiguió? Lo vemos.

1) Hay que comer de todo

Como en la mayoría de los casos de sobrepeso, la persona tiene una relación emocional insana con respecto a la comida. "Después de haber tenido una infancia muy difícil, siempre me evadía de mis problemas mentales y emocionales con la comida", cuenta Andrea a 'Men's Health'.

En su casa comía mal desde siempre. "Cereales, bollos, galletas, alimentos fritos, pizza, hamburguesas, dulces, chocolates... De una sola sentada, podía tomarme, literalmente, dos pizzas, dos tabletas de chocolate, una bolsa entera de Doritos, y dos litros de Coca-Cola".

Ya en la edad adulta vio que su problema venía desde niño y que no iba a ser capaz de reducir drásticamente la cantidad de comida que tomaba. Así que decidió investigar un poco y cambió las calorías vacías de lo que ingería por unas sanas. Es decir, las 200 calorías de un bollo las convirtió en 200 de brócoli.

Sigue comiendo pizza y hamburguesas, pero con moderación. "No hay necesidad de seguir dietas que te privan y que restringen todo", asegura

Eliminó completamente los alimentos fritos de su almuerzo y los reemplazó por pollo, patatas y muchas verduras. En cuanto a las cenas, prefería comer pescado, generalmente salmón, arroz integral y ensalada. Todo ello aderezado con un poco de aceite de oliva.

No se privaba de nada. Si vemos su Instagram, observamos que aún hoy sigue comiendo pizza y hamburguesas, pero con moderación. Ese es el secreto de todo en el fondo. Come de todo, pero con cabeza. "No hay necesidad de seguir dietas que te privan y que restringen los alimentos que te encantan", escribe en una de sus publicaciones.

Es defensor de la dieta flexible, cuyo único objetivo es comer una cantidad equilibrada de carbohidratos, proteínas y grasas. Es un sistema que uno puede usar para enseñarse a sí mismo el equilibrio y la moderación. "Es importante que la mayoría de tu dieta se base siempre en alimentos ricos en nutrientes de calidad, especialmente si quieres estar sano, delgado, fuerte y en forma", dijo en otro post.

2) Hay que hacer ejercicio

Como en la mayoría de transformaciones físicas de este tipo, el ejercicio físico tiene un papel fundamental. En el caso de Andreas también. Cuando empezó a cuidar lo que ingería, comenzó a entrenar. "Todo mi bienestar emocional, espiritual y mental es ahora más saludable y mejor que nunca. Y ahora tengo la confianza para poder quitarme la camiseta y usar ropa que nunca antes podría haber usado".

Recomienda los entrenamientos de fuerza, ya que el músculo es tejido metabólicamente activo: cuanto más lo desarrollamos, más calorías quemamos

Hace entrenamientos aeróbicos y de fuerza tres veces por semana. Levanta pesas, lo que le ayuda a desarrollar músculo magro, aumenta su metabolismo, reduce su riesgo general de lesiones e incluso le agrega años a su vida. También practica boxeo, y le encanta. Asimismo, hace ejercicio al aire libre: camina algunos kilómetros todos los días del año.

"Mi objetivo es construir tejido magro para optimizar mi metabolismo. La única forma de hacerlo es mediante el entrenamiento de resistencia". Y hace bien, ya que el músculo es tejido metabólicamente activo, por lo que cuanto más desarrollado esté, más calorías quemaremos en reposo. Lo que se conoce como acelerar el metabolismo.

Andrea confiesa que el secreto es encontrar un entrenamiento que nos guste de verdad, para que no parezca una obligación acudir al gimnasio o salir al parque. "Tienes que ser apasionado y amar lo que estás haciendo, porque si no lo haces, no será duradero".

3) Hay que ser constante y paciente

La constancia es la clave de la victoria, sobre todo en lo que a cambios físicos se refiere. "La gente necesita deshacerse de las soluciones rápidas. Date tiempo, porque el cambio no llega de la noche a la mañana. Es un proceso que requiere autodisciplina y sacrificio", asegura Andrea.

Él sabe de lo que habla, pues tardó dos años en perder 45 kilos. "Si deseas hacer cambios permanentes, debes adoptar hábitos que sean sostenibles en el tiempo. De lo contrario, terminarás dándote por vencido y recuperarás todo el peso".

No va a ser un camino de rosas, pero nunca debes perder la ilusión por conseguir lo que llevas tanto tiempo deseando. Andrea iba de una dieta a otra, consumía suplementos dietéticos... creyendo que había una solución rápida para adelgazar de forma permanente. Pero no es así. Las cosas de palacio, y las del adelgazar, van despacio. "Puedes pasar meses sin ver ningún cambio, lo que es muy desmotivador y emocionalmente agotador, pero no debes perder la esperanza. Si eres paciente y perseverante, esos desafíos se convertirán en victorias".

¡Ánimo!