Distopía en el centro comercial: volver a ir de compras no será como lo imaginas

Volver a un centro comercial será posible en la fase 2 de la desescalada. Sin embargo, el regreso a los centros comerciales será muy diferente a lo que estábamos acostumbrados. Entrar a un centro comercial será muy parecido a circular por una carretera o por un circuito de karts, con pasillos de dos direcciones para evitar que la gente se cruce por los pasillos y distancias de seguridad de dos metros bien señalizadas en el suelo. Incluso rotondas para indicar el sentido de los flujos de circulación con el objetivo de facilitar la circulación y el acceso a determinadas tiendas.

El aforo a los centros comerciales estará limitado y también lo estará en los aseos, donde se instalarán sistemas 'don't touch' para grifos y secadores de manos. Será necesario mantener tres escalones de distancia en las escaleras mecánicas, se habilitarán máquinas de 'vending' para comprar mascarillas y guantes y habrá dispensadores de geles en cada uno de los accesos al centro y papeleras específicas para desechar las EPI. También será necesario mantener dos metros de distancia para pedir comida para llevar y se habilitarán sistemas 'contactless' para realizar cualquier pago con tarjeta. Bienvenidos a la nueva era en los centros comerciales en la era poscovid.

El aforo estará limitado, los visitantes deberán guardar una distancia de seguridad de dos metros y circularán por el centro en dos direcciones

Hasta la irrupción del coronavirus en nuestras vidas, los centros comerciales se habían convertido en auténticos centros de ocio para miles de familias. Familias que acudían en masa los fines de semana a pasar el día o la tarde, a realizar compras —o no—, mientras los más pequeños vaciaban sus reservas de energía en algunas de sus múltiples zonas infantiles. Todo eso se acabó, al menos hasta que se restaure la normalidad. En la fase 2 del desconfinamiento, a la que solamente han llegado Formentera, La Gomera, El Hierro y La Graciosa, los centros comerciales podrán abrir sus puertas. Pero lo harán con ciertas precauciones.

El aforo estará limitado, mientras que las zonas comunes, incluyendo las zonas infantiles, permanecerán cerradas. Tampoco podrán utilizarse las áreas de descanso y se desactivarán las pantallas táctiles de los centros. Quien acuda a un centro comercial deberá, básicamente, circular por él. La mecánica es sencilla: entrar, ver y comprar.

Más de 500 centros y parques afectados

La crisis sanitaria desencadenada por el coronavirus provocó el cierre de más de 500 centros y parques comerciales en España. Todos ellos recibieron en 2019 cerca de 2.000 millones de vistas y registraron unas ventas de 46.163 millones de euros, lo que da idea del gran impacto económico que ha generado su cierre durante más de dos meses. Los expertos no prevén que ninguno de ellos eche el cierre ni que se frene ninguna de las aperturas previstas durante los próximos meses. Sin embargo, coinciden en que es necesario que poco a poco se vaya recuperando la normalidad. Una normalidad que pasa, inicialmente, por que vuelvan a abrir sus puertas con las máximas garantías de seguridad e higiene para todos sus clientes.

La apertura de centros comerciales en España será desigual. Y Madrid está a la cola. A pesar de ello, algunos de sus centros más emblemáticos ya se preparan para la llegada de la ansiada fase 2. Es el caso de Islazul, propiedad de Nuveen Real Estate y gestionado por la consultora Cushman & Wakefield, que ha implementado en él un plan de acción para la reapertura tras la pandemia que servirá de guía para la apertura de los 37 centros comerciales que gestiona en toda España.

“El proyecto está diseñado para dar solución a propietarios e inversores, a través de elementos clave y áreas de actuación que les permitan garantizar la apertura de sus centros de forma exitosa y segura para sus operadores, empleados y visitantes, en una situación cambiante y desconocida”, ha explicado Miguel del Río, 'head of' Retail Property Management de Cushman & Wakefield en España, durante su visita con medios a Islazul. "Si el cliente se siente seguro, vendrá".

Su sistema, bautizado como '6 Feet Retail', "se basa en la información que arroja la Organización Mundial de la Salud, gracias al asesoramiento de especialistas médicos, y con la experiencia previa de nuestros compañeros en países como China, Holanda, Italia, Polonia y República Checa, que ya han iniciado su desescalada", ha explicado Miguel del Río.

Adaptar Islazul ha supuesto una inversión que representa, aproximadamente, el 25% del presupuesto total anual del centro comercial

Desde esta consultora, aseguran que se han puesto en marcha más de 350 medidas encaminadas a garantizar la seguridad de clientes y empleados, la limpieza y el mantenimiento del centro y, aunque no revelan el coste de implementar todas esas medidas, sí señalan que la inversión representa, aproximadamente, el 25% del presupuesto anual total del centro comercial.

Aunque el Gobierno aún debe determinar cuál deberá ser el aforo de los centros comerciales, sobre la base del 30% que se baraja inicialmente, si Islazul contaba con una afluencia diaria media de 12.000 visitantes, estaríamos hablando de que la afluencia se podría ver limitada en torno a 5.000 personas. Pero ¿cómo contabilizarlas?

Sistema inteligente de conteo de visitantes

Según ha explicado Miguel del Río, todos los centros comerciales gestionados por Cushman & Wakefield cuentan con un sistema de seguridad de conteo inteligente de visitantes que está preparado para avisar al equipo de seguridad del centro cuando se supere el aforo permitido. Cuando eso suceda, se desplegará un equipo de seguridad en las entradas del centro para controlar el aforo. En dicho sistema de conteo, al menos en el caso de Islazul, los datos se actualizan cada cinco segundos, es decir, prácticamente en tiempo real.

Opinión

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También a la hora de aparcar habrá novedades. Unas luces verdes, como hasta ahora, indicarán las zonas en las que se podrá aparcar. Sin embargo, será necesario dejar una plaza de 'parking' libre entre cada vehículo.

Para garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad y limpieza del centro, se ha reforzado el personal. Ocho guardias más de seguridad que dispersarán posibles aglomeraciones y siete personas extra de limpieza presentes de manera permanente, durante 12 horas, en la zona de los aseos con la misión de mantener la limpieza continua de los mismos tras su uso.

La desinfección y las medidas de higiene serán máximas, especialmente en las superficies de contacto, como pasamanos, barandillas o botoneras. De hecho, las escaleras mecánicas disponen de un sistema para limpiar los pasamanos basados en una lámpara de mercurio que irradia una radiación UV-C de banda ancha que permite romper la barrera de ADN de cualquier organismo. Una lámpara diseñada para descomponer el ADN de las bacterias, los virus y las esporas, impidiendo que se reproduzcan.

El impacto sobre los centros comerciales en general, y sobre cada negocio en particular, parece evidente. De hecho, como ya ha sucedido en Estados Unidos, no se descarta alguna quiebra. No obstante, todo dependerá de la desescalada y de si se produce un rebrote, o no, a la vuelta del verano. "El último trimestre del año es el más potente a escala de ventas con el Black Friday, la campaña de Navidad y las rebajas. De ahí que sea clave que se recupere la nueva normalidad cuanto antes y no se produzca un rebrote del virus", recuerda Miguel del Río.

Por lo pronto, "tanto propietarios de centros comerciales como arrendatarios han salido perdiendo", apunta Del Río, quien no descarta en el futuro una renegociación de las rentas". La cuenta atrás ya ha comenzado.