Doña Carla prepara una nueva venganza contra Matilde en 'La Moderna'

• Avance del capítulo 143 de La Moderna de este jueves, 18 de abril
• El pasado siempre vuelve: Laurita empieza a desconfiar de César en La Moderna

​El inspector Medina está a punto de destapar un oscuro secreto sobre el pasado de Íñigo en un nuevo episodio del Salón de té La Moderna. Doña Carla empieza a perfilar cómo será su nuevo golpe contra Matilde, mientras que Antonia tiene un admirador secreto y Pietro no puede ocultar sus celos.

En el capítulo anterior, Jacobo se ha presentado en casa de Íñigo para pedirle que le escuche por última vez. El empresario no se ha mostrado muy conforme, ya que si ese joven ya ha mentido, puede volver a hacerlo en cualquier momento. Por su parte, Teresa se ha acercado a Cañete, al que no desatiende ni un momento por su aparatosa caída. Además, Laurita e Inés han discutido a causa de César Morel.

Matilde convence a Íñigo para que escuchen a Jacobo. El joven quiere explicar el motivo de la entrevista que ha concedido al periódico. El impostor deja claro que no le interesa el dinero de Carla, sino hacerle daño donde más le duele. "No voy a parar hasta verle detenida y entre rejas", confiesa. Ahora que la gente sabe de su existencia a través de la prensa cree que será más fácil que las sospechas se centren en la villana de La Moderna.

Desenmascarar la verdad

Félix les pide un último favor: que sean sus cómplices hasta que la verdad salga a la luz. Mientras Matilde sospecha de Carla, Íñigo hace lo propio con Jacobo. La dependienta cree que lo que les ha contado sobre su secuestro es cierto. Por su parte, Laurita tiene una nueva idea para hacer una cuña radiofónica. En ese momento, César se presenta en la buhardilla para hablar con Inés.

Laurita comparte con su tío sus intuiciones sobre César. La publicitaria piensa que el encargado no es una buena compañía para su hermana. La joven teme que esconda algo oscuro. La manera de actuar con tanta sangre fría le hace sospechar que su elegante fachada es solo una forma de ocultar su verdadera cara.

Alguien se ha olvidado una carpeta en La Moderna. Laurita descubre unas fotografías artísticas. También hay una tarjeta con unas señas que refieren a Celia Silvia Gallardo. La publicitaria intentará ponerse en contacto con ella para que esas imágenes retornen a su autora.

Jacobo vuelve a casa de Íñigo, a petición del empresario. "La única certeza que tengo es que se mueve por el dinero", asegura el prometido de Matilde sobre sus intenciones. El propietario del Madrid Cabaret no puede perdonar ni olvidar que ese joven se hizo pasar por el hijo de don Jaime. Según él, si suplantó la identidad del verdadero vástago de Morcuende fue porque no le quedó más remedio. En ese momento, Íñigo le pide que le enseñe las muñecas. De esta forma, se da cuenta de que esas heridas podrían corroborar su encierro, aunque continúa escéptico.

Íñigo le deja claro que esa es la última vez que van a verse las caras. Por su lado, doña Carla quiere mantener a su madre alejada de sus problemas. En el salón de té, Teresa disfruta de las canciones de Gardel, mientras Lázara aprovecha para poner en valor su trabajo (es la dama de la hipocresía). La joven, en cambio, le pone en evidencia frente a los empleados, a sus espaldas. La joven se ofrece a ayudarle en sus funciones: está deseando cambiarse de uniforme.

Antonia está ilusionada con el ramo de flores que acaba de recibir de un admirador secreto. Los celos de Pietro salen a relucir, mientras ha vuelto a escribir a su hijo con el deseo de tener una conferencia telefónica. Mientras tanto, Cañete le pide recomendación a Miguel para regalarle un libro a Teresa.

Doña Bárbara quiere casarse con Fabio para que cambie la legislación y su manipuladora hija pueda construir su complejo hotelero en Bilbao. Mientras, Marta ha dado unas monedas a una joven de la corrala: se ha gastado el poco dinero que tiene para comprarle flores a Antonia y que piense que se las ha regalado Pietro. Por su lado, César accede a que Inés ensaye en el Madrid Cabaret para sus clases de canto.

El inspector Medina asegura que se está ganando la confianza de Matilde, aunque la joven tampoco es una ilusa. Doña Carla ya sabe que Jacobo e Íñigo se han vuelto a reunir. "Hay que tomar medidas ya", dice tajante la empresaria. La villana de La Moderna quiere abrirle los ojos a Matilde: entre manos tiene una revelación que no le va a gustar a la prometida de Íñigo.