Avance del capítulo 86 de 'La Moderna' del viernes, 25 de enero

• Avance del capítulo 84 de La Moderna del jueves, 25 de enero
• Inés y Laurita se independizan: así es la nueva vida de las hermanas en La Moderna

​Matilde no quiere irse del Salón de té La Moderna sin hacer justicia para sus compañeras. Tras el fracaso de la propuesta sobre el reparto de propinas, en los próximos episodios la encargada adjunta planea reducir los gastos y conseguir una subida de sueldo. En el capítulo anterior, doña Carla ha dado un beso a Jacobo en un intento de proteger al máximo sus negocios. Otro, esta vez auténtico y de corazón, se han dado Pablo y Marta.

Inés ha compartido el deseo de hacer dinero como cantante en el Madrid Cabaret. Mientras, en el salón de té, Elías ha fingido una amistad con Pietro para poner celoso a Cañete. Por su parte, Matilde ha pensado en una forma razonable para subir el sueldo de sus compañeras y beneficiar al negocio de don Fermín.

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Marta le ha ofrecido a Antonia su parte del jornal como ayuda a sus problemas económicos. La joven es feliz en su trabajo y además ha echado una mano a Conchita con las labores en el taller de costura. Una alegría que ha cerrado con un broche de oro con su beso con Pablo. Otro le ha dado doña Carla a Jacobo bajo la mirada de Aguirre.

Avance del capítulo 86

La hipotética subida de sueldos continúa despertando alegrías e ilusiones en el Salón de té La Moderna. Tras la propuesta de Matilde, don Fermín le entrega a Íñigo el libro de cuentas para que compruebe si es viable reducir los gastos, como le planteó la prometida del propietario del Madrid Cabaret.

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Inés iniciará su carrera como cantante en algunos locales a los que se presentará tras la recomendación de Íñigo. Por su parte, Laurita descubrirá el engaño de Collado a través de sus compañeras. El actor puso la excusa de que estaba en Hollywood para no acompañarle al médico.

Trini no tiene suficiente con las pocas luces de Cañete como inquilino que ahora se topará con sus partes más íntimas por accidente. La misión de Aguirre sigue su curso. El exsoldado sigue empeñado en jugársela a doña Carla a través de Jacobo, que ejerce de su marioneta. Su extraña actitud despertará las sospechas de Íñigo y Matilde.