Matilde es la heroica salvadora de un atentado fallido en 'La Moderna' y doña Carla tiene entre manos una última jugada

• Avance del capítulo 66 de La Moderna del martes 2 de enero
• Avance semanal de La Moderna: una reconciliación frustrada, un distanciamiento y la proeza de una heroína

El Salón de té La Moderna empieza el año con una tragedia. Íñigo y Matilde tenían su plan encaminado para destruir a doña Carla y descubrir sus intenciones. Sin embargo, las cosas se han torcido en el último momento. En el capítulo anterior, Aguirre ha colocado los explosivos en el salón de té bajo la mirada de Manuel con el objetivo de hacer volar el negocio de don Fermín.

Finalmente, el inquilino de los Garcés, al no querer participar de aquel criminal golpe, ha sido apuñalado a manos del socio de doña Carla. Además, Raimundo ha sido detenido mientras Íñigo ha logrado desactivar una de las bombas. El dueño del Madrid Cabaret también ha sido atacado por Aguirre, archienenemigo durante su guerra del Rif que sigue haciéndole la vida imposible.

Matilde tiene que actuar sin la ayuda de Íñigo. La dependienta encuentra la segunda bomba y se arma de valor para desactivar el explosivo. La joven es una valiente y ha actuado como salvadora de su amado y del negocio de don Fermín. El señor Peñalver ya está fuera de peligro y la pareja lo tiene claro: no van a esconderse durante más tiempo.

La última jugada de Doña Carla contra Manuel

El inspector Ocampos ya se encuentra en las galerías para investigar lo ocurrido. Matilde le cuenta al policía la misteriosa nota que recibió Manuel la noche de su asesinato. La joven le traslada sus sospechas al agente. La dependienta creía que la enfermedad de la madre del inquilino y motivo de su marcha repentina de la ciudad era una tapadera. En ese momento, don Fermín aparece en el local y se muestra completamente impresionado ante los hechos. Doña Carla tampoco se podía perder la noticia y es la última en presentarse en el salón.

La familia Garcés se levanta en medio de la noche, con gran preocupación ante la ausencia de Matilde. Su hija aparece en ese momento por la puerta, con el rostro desencajado y una pesadumbre que no puede ocultar. La joven le cuenta a su familia lo que ha pasado en las últimas horas, entre ellas, el asesinato de Manuel. La familia está destruida emocionalmente ante la triste noticia.

Trini y Miguel se arrepienten de no haber tratado a Cañete como se merecía, más aún después del arrebato de honestidad que ha demostrado el camarero al interceder por Trini justo cuando esta le iba a contar toda la verdad a Teresa. La Moderna cerrará sus puertas hasta nuevo aviso. La zona está acordonada hasta que la policía revise todos los lugares y confirme que no quedan más bombas por desactivar. En la corrala, Pietro le cuenta a Rosario que la segunda bomba fue neutralizada gracias a su hija Matilde.

Laurita está disgustada ante la mentira de Celso y se desahoga con Esperanza y Trini. Mientras, Teresa les pide a las empleadas que no se burlen más de ella, mientras los primeros rumores apuntan a que Manuel podría ser un anarquista. Por otro lado, Emilio habla con Luisa para enterarse de lo sucedido. Los jóvenes se desahogan mutuamente. La ilustradora intenta recomponerse de la pérdida del inquilino, mientras que el camarero sufre por la estancia de su hermano en prisión.

Fernando Collado se encuentra con Laurita en un nuevo intento de firmar la paz. Sin embargo, la dependienta tiene claro que no quiere volver a ver al actor. Por su parte, doña Carla no logra contactar con Aguirre. Además, Marta intenta agradar a Antonia y le hace la comida.

Antonia está apurada por el dinero. Marta encarga alimentos para cocinar que no pueden permitirse en su situación. Mientras, Trini y Miguel invitan a desayunar a Cañete como forma de redimir su culpa. Por otro lado, Emilio vuelve compungido por la situación que vive Raimundo en la cárcel. Su hermano está incomunicado. El camarero del Madrid Cabaret se enfada con Luisa, a la que le pide que no vuelva a hablar del asunto.

Trini y Miguel se disculpan ante Cañete y agradecen que no les haya delatado y piden una reconciliación con su compañero. Sin embargo, el jefe de camareros no acepta la amistad, pero dice que su chantaje ha terminado. Por otro lado, Pablo comparte tiempo con Marta y celebra que ha encontrado trabajo en un taller.

Pietro le cuenta a Antonia que nadie sabe donde está Higinio. Los amigos no se quedarán tranquilos hasta que sepan cuál es su paradero. Mientras, Aguirre por fin aparece por el despacho de doña Carla. La joven le recrimina a su colaborador haber hecho mal su trabajo, ya que las bombas no han explotado y ahora tienen a la policía pisando sus talones.

El socio de doña Carla sospecha de que Manuel pudo avisar a Matilde de su reunión nocturna. Aguirre ha dejado pruebas para incriminar al joven en el atentado y ha metido una misteriosa llave en la cartera de Manuel, una que abre un apartado postal con anotaciones de los movimientos de su difunto esposo antes de morir.

La viuda del empresario no solo quiere incriminarle del atentado, sino también del asesinato del señor de Morcuende. El inspector Ocampos se presenta en la corrala para registrar la casa de la familia Garcés. El policía tiene indicios de que Manuel estuvo implicado en la colocación de los explosivos.