La tensión se desata en 'La Moderna': Aguirre asesina a Manuel

• Avance del capítulo 65 de La Moderna del viernes, 29 de diciembre
• Doña Carla y Aguirre quieren hacer volar La Moderna

​Miguel y Trini siguen atrapados en la encrucijada prolongada por Cañete en el Salón de té La Moderna. Mientras, Íñigo y Matilde intentan indagar sobre los perversos planes de doña Carla y Aguirre. En el capítulo anterior, el dueño del Madrid Cabaret le ha tendido una trampa a la viuda de Morcuende y le ha hecho pensar que se está viendo con otra mujer. Además, Pietro ha denunciado a Higinio y Antonia ha confirmado al pastelero que entre ellos solo podrá haber una bonita amistad.

Laurita ha sufrido una nueva decepción. La dependienta ha recibido una regañina de don Fermín. El propietario de La Moderna ha visto una foto de su sobrina con Celso en un reportaje del periódico y la joven ha descubierto al aristócrata besándose con un hombre. Además, Aguirre y doña Carla tienen entre manos una misión definitiva: hacer explotar el salón de té.

Doña Carla y Aguirre ultiman los preparativos para su peligroso plan: sin víctimas ni daños materiales que no sean necesarios. El soldado colocará los explosivos en un punto estratégico del salón y los dejará a punto para su detonación. La misión se desarrollará por la noche. La viuda de Morcuende le pone una condición para dar su golpe más perverso. El empresario deberá ir acompañado de Manuel, algo a lo que se niega el socio que prefiere trabajar solo.

Doña Carla y Aguirre, criminales y sin escrúpulos

Íñigo vuelve a escuchar desde el desván y un nuevo ruido que inquieta a Aguirre. Doña Carla quiere que su socio vaya acompañado de un cómplice para endiñarle el golpe y la culpa frente a la policía. En la corrala, la familia Garcés prepara un delicioso desayuno a Manuel como despedida. La que siente más pena por su marcha es Clarita que no tendrá al lado a su maestro particular para ayudarle en las tareas de la escuela.

Manuel se sincera con Matilde y le confiesa a la joven que ha sentido por ella algo especial. Además, el primo de doña Carla se disculpa por no haber estado a la altura mientras la dependienta sabe que algo esconde el inquilino. Mientras, el matrimonio de Trini y Miguel no pasan su mejor momento después de que Cañete siga chantajeando al librero.

Miguel fue forzado a pagar las bebidas, a bailar y a llevarle a cuestas, algo a lo que no ha podido negarse a las peticiones de su compañero, que sigue sufriendo las amenazas del jefe de camareros. Trini cree que lo mejor es contarle la verdad a Teresa para terminar con la pesadilla y así no tener que fingir más tiempo.

Don Fermín se entera de que los atracadores que atacaron a Pietro no eran desconocidos. El pastelero confiesa que hay un malnacido que le está haciendo la vida imposible a Antonia y que fueron a buscarle para darle un escarmiento. Mientras, Laurita no está nada convencida con Celso tras una revelación que le ha inundado de dudas sobre el aristócrata.

Manuel recibe una nota misteriosa en el que alguien le cita en La Moderna a las doce de la noche. Por otro lado, Trini no sabe si es una buena idea contar la verdad a Teresa, ya que teme que la encargada que no está de muy buen humor pueda tomar medidas drásticas. Además, Celso aparece en las galerías para aclarar las cosas a Laurita y pedir disculpas a la dependienta. La joven se niega a escuchar al aristócrata. No quiere que nadie más se ría de ella. Tras las insistencias de su última conquista, la joven accederá a escuchar qué tiene que decirle.

Cañete sigue chantajeando a Miguel y Trini. La pareja admite su error y se arrepiente de su mentira mientras Trini se atreve a contarle la verdad a Teresa. Sin embargo, Cañete intercede ante su compañera que podría haber puesto en peligro su puesto de trabajo con la revelación.

Emilio ayuda a Raimundo que sigue escondido en la corrala. El joven quiere irse lejos para no ser descubierto. El delincuente se arrepiente de robar en el colmado y admite que está perdido en la vida y temeroso de arrastrar a su hermano.

Matilde ha notado algo raro en Manuel que parece ocultar algo. La dependienta cree que les está mintiendo y que la enfermedad de su madre es una excusa. La trabajadora lee la misteriosa nota y confirma sus sospechas. Por otro lado, Marta sospecha que Higinio es el responsable del ataque de Higinio, pero el italiano niega cualquier posibilidad.

Doña Carla ha organizado un encuentro entre Manuel y Aguirre. El joven no entiende para qué tiene que acompañar a ese hombre. Por otro lado, Laurita se cita con Celso con la intención de saber la verdad. El joven admite que es homosexual mientras la dependienta se sienta dolida. Otro hombre ha vuelto a jugar con ella.

El aristócrata le pide que engañen a la alta sociedad y que se hagan pasar por novios, ya que no concibe hacer pública su orientación sexual. A cambio, le ofrece independencia y terminar con la presión de su madre. Laurita se niega a la propuesta, ya que quiere un amor verdadero.

Aguirre coloca los explosivos bajo la aterradora mirada de Manuel. "En una hora este local volará por los aires". El joven quiere escapar de allí, pero el soldado se lo impide y apuñala al joven que acaba tendido en el suelo. En ese momento, Íñigo y Matilde aparecen para auxiliar al inquilino que les alerta de que hay una bomba. Raimundo finalmente es detenido por la policía. Finalmente, Íñigo ha logrado desactivar una de las bombas y ha resultado herido.