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Doña Carla y Aguirre quieren hacer volar 'La Moderna'
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CAPÍTULO 64

Doña Carla y Aguirre quieren hacer volar 'La Moderna'

En el capítulo de hoy, Aguirre y doña Carla quieren poner una bomba para hacer volar las galerías, mientras Íñigo tiende una trampa a la viuda de Morcuende

Foto: Imagen del capítulo 64 de 'La Moderna' (RTVE)
Imagen del capítulo 64 de 'La Moderna' (RTVE)

​Los planes de Íñigo y Matilde en el Salón de té La Moderna se están desarrollando sin ningún contratiempo. En el capítulo anterior, la pareja ha conseguido acceder al desván y hacer un agujero donde el dueño del Madrid Cabaret ya ha podido escuchar los deseos empresariales de sus archienemigos. Además, Teresa ha intercedido para que Miguel no sea despedido por don Salvador. Trini y el librero han seguido sufriendo el acoso de Cañete. El jefe de camareros mantiene al matrimonio atrapado y temeroso de que su secreto pueda ser desvelado en cualquier momento.

Laurita ha compartido sus primeras impresiones de Celso con sus compañeras, mientras que Pietro ha llegado a casa de Antonia para recuperarse del ataque de Higinio, algo que no han querido desvelar a Marta. Además, Manuel ha anunciado a los Garcés que se marcha al pueblo.

Cañete acude al Madrid Cabaret para ahogar sus penas. No hay trago que le pueda ayudar a superar la amargura que ha tenido que atravesar esta semana. El camarero se sincera con Emilio. El empleado del salón de té equipara su desamor con la injusta estancia en prisión del vecino de Luisa.

Íñigo tiende una trampa a doña Carla

Emilio se encuentra con doña Carla que le amenaza y le alerta de que pronto acabará en la cárcel. La viuda de Morcuende quiere saber dónde está Íñigo. El joven le cuenta que está en su apartamento y que pidió expresamente que no se le molestara porque iba a tener compañía ¿Será una jugada maestra del camarero o será verdad?

Doña Carla aparece sin pensarlo en el apartamento de Íñigo con el convencimiento de que Matilde está con él. La señora de Morcuende está enfurecida, pero ahora sus celos se disparan hacia otra mujer que, en ese momento, se encuentra con su amado. El dueño del Madrid Cabaret le confirma que no ha vuelto a ver a la dependienta y que no le debe ninguna explicación. El empresario no le está poniendo los cuernos a Matilde.

Simplemente, se trata de un engaño para distraer la atención de la villana de La Moderna. Solo quiere que la empresaria deje en paz al amor de su vida. Por otro lado, Luisa descubre que Raimundo está escondido en la corrala. Emilio está ayudando a su hermano para que no sea descubierto por la policía. El delincuente va a pedir ayuda a Bernabé, algo que el menor de los Peña desaprueba. El camarero del Madrid Cabaret no quiere que vuelva a ver al peligroso contrabandista.

Manuel le anuncia a Matilde que se marcha de la ciudad. Clarita está triste ante la partida del joven, al que ya considera uno más de su familia. La pequeña le ha cogido mucho cariño. La dependienta sospecha de la decisión repentina del inquilino.

Don Fermín anuncia que van a reforzar la seguridad de las galerías. El propietario de La Moderna asegura que van a contratar a un nuevo vigilante para que cubra todo el turno nocturno. Teresa se muestra recelosa, pero la decisión es firme.

Laurita descubre una fotografía suya con Celso en un conocido periódico. La dependienta tiene miedo de que su madre descubra su engaño y planea deshacerse de todos los ejemplares para que nadie la reconozca. Por otro lado, Teresa sospecha que Antonia le oculta algo relacionado con Pietro. La encargada no entiende que precisamente hayan asaltado a un pastelero y no a una persona más adinerada.

Luisa intenta indagar sobre el descubrimiento que vio anoche en la corrala. Emilio finalmente le cuenta la verdad a su amiga y le pide que guarde silencio. Por otro lado, Doña Carla le pide a Íñigo una explicación sobre la mujer que estaba con él en su casa.

Íñigo ha sido muy escandaloso en el desván, algo de lo que es consciente Aguirre. En el salón de té, Cañete sigue chantajeando a Miguel, al que le fuerza a salir al Madrid Cabaret. Mientras, Laurita y Esperanza descubren que hay un periódico del que no se han podido deshacer. Ya es tarde y don Fermín acaba de ver la fotografía de su sobrina junto con Celso Maestre. Su tío le deja claro que no puede salir del brazo de un hombre y le prohíbe ver a ese chico hasta que sus padres den el visto bueno.

Teresa se venga de Laurita ante su burla de "la gallina". La encargada ha sido una chivata y ha alertado a don Fermín de la salida de la dependienta con el aristócrata, algo de lo que el periódico se ha hecho eco. Aguirre está a punto de descubrir a Íñigo en el desván. Por otro lado, Pietro ya ha puesto una denuncia a Higinio.

Antonia se sincera con Pietro y le dice que solo pueden ser buenos amigos, algo con lo que se conforma el pastelero. Por otro lado, Cañete sigue tensando la cuerda con Miguel. El camarero obliga al librero a invitar a unas señoritas, mientras está deseando escapar de esa encrucijada.

Laurita descubre a Celso besándose con otro hombre. La dependienta huye ante una nueva decepción que no esperaba. Aguirre y doña Carla preparan un explosivo para hacer volar La Moderna y arrasar con el negocio de don Fermín.

​Los planes de Íñigo y Matilde en el Salón de té La Moderna se están desarrollando sin ningún contratiempo. En el capítulo anterior, la pareja ha conseguido acceder al desván y hacer un agujero donde el dueño del Madrid Cabaret ya ha podido escuchar los deseos empresariales de sus archienemigos. Además, Teresa ha intercedido para que Miguel no sea despedido por don Salvador. Trini y el librero han seguido sufriendo el acoso de Cañete. El jefe de camareros mantiene al matrimonio atrapado y temeroso de que su secreto pueda ser desvelado en cualquier momento.

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