Sílvia Abril: "Voy aprendiendo a decir no... Ya he dicho unos cuantos y me siento conforme"

Sílvia Abril es sinónimo de cachondeo, alegría, espontaneidad y talento, pero también de constancia, esfuerzo y humildad. La actriz y humorista, conocida por sus múltiples trabajos dentro y fuera de televisión, es uno de esos rostros que se ha ganado por méritos propios el cariño y respeto del gran público.

Hace unas semanas sorprendía con el lanzamiento de Pérdidas de risa, su nuevo proyecto, esta vez en forma de libro, con el que se deja conocer un poco más y acerca al lector a través de vivencias, casi todas reales, su lado más personal y desconocido. Sílvia es energía pura y sana, tal y como demuestra en este encuentro exclusivo con El Confidencial.

No solo tiene los pies en la tierra y transforma posibles debilidades en fortalezas, es que a través de la risa, la naturalidad y las imperfecciones afronta una profesión a la que se sigue entregando en cuerpo y alma 30 años después. Alimentando el alma del público que entiende su forma de ver y entender la vida.

PREGUNTA. Sílvia, ¿cómo nace la idea de publicar este libro?

RESPUESTA. Pues viene Harper Collins, que tiene un equipo femenino maravilloso, y me hace la propuesta de escribir un libro. Les confieso que no soy escritora y que solo he escrito literatura infantil, pero que no me veo capaz de hacer algo para adultos. Al final me acaban convenciendo y me he abierto en canal. De lo único que podría escribir es de las cosas que me pasan. De esta mujer imperfecta que soy. Hice un esbozo de temas de los que me gustaría hablar, de la familia, de las vacaciones en familia, de ser madre, ser feminista, de mi oficio... como digo yo, "de mis mierdas" [risas].

P. ¿Es una pequeña autobiografía?

R. Es un ejercicio de autoficción. Es decir, arranco de una anécdota que casi siempre es real, porque alguna me la he inventado, y ahí tiro para donde me conviene. Hay cosas reales y otras que ficciono... todo para provocar la risa del lector, que es lo único que me interesa. He venido a este mundo para haceros reír. Y si es a través del teatro, la televisión o un libro, pues es lo que intento. A veces me sale mejor, a veces peor, pero aquí está esta publicación.

Una cosa curiosa que me ha pasado es que he tenido que tirar de mis colegas para que me recuerden algunas vivencias porque tengo una memoria relativamente corta. Es más, mi mejor amiga, Eva Merseguer, que ha escrito el prólogo, me ha dicho que a veces me he adueñado de sus anécdotas y que las recuerdo como si me hubieran pasado a mí [risas].

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P. ¿De dónde has sacado el tiempo para escribirlo?

R. De los huecos. En los trayectos de tren para arriba y para abajo. Es un libro escrito en las notas de mi móvil. Empecé a escribirlo en el iPad y escribí el que pretendía que fuera el primer capítulo, pero no sé qué hice que lo borré cuando ya lo tenía. Lloré y dije, "se acabó, me voy a las notas del móvil que es donde me lo apunto todo". Temía también perderlas, pero mi hermana me tranquilizaba y me decía que estaba todo en la nube.

"Me ha pasado que empezaba un capítulo, no sabía por dónde tirar, pero galopando, llegaba"

P. Eres una trabajadora incansable, pero aseguras que todos estos proyectos extra no te suponen un sobreesfuerzo...

R. Disfruto mucho con mi trabajo. En catalán hay un dicho, lo voy a decir en castellano, "arrancada de caballo y parada de burro"... He tenido muchos altibajos en este proceso, pero he descubierto que la frase de la inspiración, "que te pille trabajando", es así. Que si me siento a escribir, me viene la inspiración. También me ha pasado que empezaba un capítulo, no sabía por donde tirar muy bien, pero galopando, llegaba.

P. Dices en el libro que uno de los secretos de tu éxito ha sido mantener tu vida privada al margen... ¿Es una línea que has tenido siempre clara?

R. Sí. A pesar de que hablamos de nuestra hija públicamente o hablo de Andreu en el libro, siempre he marcado hasta dónde contar y qué contar. Hemos conseguido marcar tan bien, desde el principio, que nunca no han perseguido los paparazis. Si marcas, leéis [risas].

"La niña de Shrek' no está enterrada y en cualquier momento sale, estaré con 60 años e interpretándola [risas]"

P. Hablas también de la niña de Shrek como un antes y después en tu carrera...

R. Con ella la gente comenzó a conocerme con nombre y apellido. Me ha dado muchas alegrías... me lo ha dado todo. Y yo se lo he dado todo a ella porque me he entregado en cuerpo y alma a ese personaje que jamás me ha llegado a pesar. A mí que la gente me recuerde por la niña me encanta. Es más, no está enterrada y en cualquier momento sale... Estaré con 60 años e interpretándola [risas]. Me lo paso genial encarnándola.

P. Has hecho prácticamente de todo en televisión, ¿siempre te lanzas a la aventura?

R. En todos los proyectos hay un poco de respeto ante el trabajo. Respeto tanto este oficio... La primera vez que presenté un concurso, Juego de juegos, me generó miedo, dudas, pero luego soy muy descerebrada también. Me lo pienso al principio, pero poco. Soy de tirarme a las piscinas haya más o menos agua. Lo que pasa es que soy jugona y disfrutona. Es mi esencia

Quizá desde que soy madre pienso un poco más las cosas, pero en el sentido de "¿esto lo puede ver mi hija?". Me preocupa lo que ella pueda ver, que el trabajo de su madre sea digno en según qué cosas.

P. Si algún proyecto no ha ido como se esperaba, ¿has tenido la capacidad de darle la vuelta y acabarlo bien?

R. Sí, siempre saco aprendizaje. Si quieres, si estás abierta, siempre puedes aprender de todo. Cosas buenas, malas, cosas que no volverás a hacer o cómo salir del paso cuando te vuelvas a equivocar. Es importante aprender a decir que no. Mi representante siempre me dice que las carreras muchas veces se construyen con los noes. Y estoy de acuerdo porque no se puede hacer todo. Voy aprendiendo y ya he dicho unos cuantos. Y me siento conforme cuando digo no. Hay que ser valiente y yo lo soy.

"Me da igual si es teatro, televisión, radio... Dame público en directo. Son mi gasolina, mi alimento"

P. De todas las facetas que desarrollas, ¿cuál te llena más?

R. Siempre contesto lo mismo porque así lo siento. Me quedo con los proyectos que tienen público en directo. Me da igual si es teatro, televisión, radio... Dame público en directo. Son mi gasolina, mi alimento. Sentir el feedback en directo me da mucho placer. Sois los que me dais la vida. Cuando se me acerca alguien por la calle y no tengo un buen día, pienso, "tú estás aquí por ellos". A veces es un coñazo el tema de la exposición, pero tenéis que aprender a encontrar el momento para pedir una fotografía. En verdad no deja de ser una cuestión de sentido común.

P. ¿Cómo llevas las críticas de la gente y del medio?

R. Me protejo un poco de los comentarios en redes y no leo lo que escriben de mí. A veces es gente que se envalentona gracias al anonimato y tiene muy fácil el machacar. Y en general, soy receptiva a las críticas y las acepto. Las leo, pero ya está. ¿Qué vas a hacer? No te vas a encerrar en casa a llorar, no es mi manera de ser. A nadie le gusta que le amarguen un dulce, pero así es este mundillo. Hay gente a la que le gustas y otra a la que no, también trabajos que te salen mejor y peor.

Pero, por ejemplo, llevo ya casi 30 años en la profesión y ante la nominación de Andreu a los Feroz, le decía, "a mí nunca me han nominado". Y al final te dices a ti misma, "pues por algo será. Igual no eres tan buena actriz, Sílvia, porque este acaba de hacer su primera serie y ya le han nominado...".

Lo que pasa es que soy una tía muy higiénica en esto porque sé bien en el sitio en el que estoy. No soy tan buena actriz, no soy tan guay, estoy cargada de defectos, pero me he podido ganar la vida y hay gente a la que le gusto. Con un canto en los dientes me doy.

P. ¿Qué cosas te hacen enfadar?

R. Las gordas, las importantes. Que el ser humano esté todavía como está. Con un mundo lleno de guerras... estas son las cosas que me mosquean. Que no hayamos evolucionado como deberíamos con todo lo que sabemos. Con todo lo vivido, ¿de verdad está pasando lo que está pasando? ¿De verdad la religión nos tiene que llevar a escenarios tan terribles? ¿De verdad damos la espalda y seguimos viviendo como si nada? ¿Nos hemos vuelto tan insensibles?

P. Para finalizar, Sílvia, ¿qué te gustaría hacer en este momento en televisión?

R. Me encantaría hacer una serie de mujeres. Una comedia de situación que hace mucho tiempo que no se hace. De hecho, tengo un proyecto que estoy moviendo... está hirviendo la cosa y vamos a ver si lo conseguimos.