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Encuentran una posible explicación al misterio del planeta que aparece y desaparece
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Científicos explican su origen

Encuentran una posible explicación al misterio del planeta que aparece y desaparece

Las señales recibidas desde la supertierra 55 Cancri e pueden deberse a que este planeta podría estar perdiendo y recuperando su atmósfera de manera constante

Foto: Representación del exoplaneta 55 Cancri e. (Wikipedia)
Representación del exoplaneta 55 Cancri e. (Wikipedia)

Un nuevo estudio puede haber resuelto el misterio de las señales lumínicas intermitentes que llegan del '55 Cancri e', un planeta rocoso y ocho veces más masivo que la Tierra del que se dice que un tercio está formado por diamante sólido.

Foto: Reinterpretación del Hombre de Vitruvio por inteligencia artificial. (SDXL/Novaceno)

El ‘planeta infernal’

El peculiar exoplaneta '55 Cancri e', antes conocido como Janssen, es la primera supertierra descubierta por los científicos, allá por el año 2004. Sus condiciones son tan extremas que mucha gente le llama el Planeta Infernal. El '55 Cancri e' orbita una estrella similar al Sol llamada Copérnico, a unos 41 años luz de la Tierra. Aunque, como apunta Live Science, lo hace extremadamente cerca, a menos del 2% de la distancia entre la Tierra y el Sol, lo que provoca que un año dure sólo 18 horas, pero también temperaturas en su superficie de hasta 3.498 grados Celsius y la presencia de lluvias y océanos de lava fundida.

Sin embargo, estas condiciones tan extremas no es lo que más llama la atención de los científicos. Su señal de tránsito, la luz que nos llega a la Tierra, produce un pequeño eclipse cuando pasa delante de su estrella y luz visible cuando el planeta pasa por detrás. El problema es que esa luz que llega de manera clara cuando '55 Cancri e' está a punto de perderse por detrás de su estrella no siempre se ve y a veces desaparece misteriosamente.

placeholder Representación del exoplaneta 55 Cancri e descubierto en 2004. (NASA)
Representación del exoplaneta 55 Cancri e descubierto en 2004. (NASA)

Cuando se han analizado las señales infrarrojas que llegan del '55 Cancri e', como las que proporciona el telescopio espacial Spitzer, se ha visto que la señal varía en su intensidad. El lado en el que es día experimenta temperaturas de más de 2.427 grados Celsius, mientras que el lado nocturno solo alcanza los 1.127. Ahora, un nuevo estudio escrito por el astrofísico Kevin Heng, propone una posible explicación, aunque habrá que esperar a los nuevos datos recogidos por el James Webb para desentrañar definitivamente el misterio.

Qué causa las extrañas señales

En su publicación, Heng, asegura que la proximidad del planeta a su estrella está provocando que su atmósfera se pierda y se recupere de manera constante. Los gases liberados por el propio planeta, un proceso llamado desgasificación geoquímica, hacen que se forme una atmósfera. Pero el planeta no puede retenerla debido al calor extremo. El gas acaba siendo expulsado hacia el espacio, dejando el planeta desnudo hasta que comienza de nuevo la desgasificación.

Esta constante pérdida y recuperación de la atmósfera provoca que haya un cambio en el brillo que vemos. Según el artículo de Heng, los gases de la atmósfera (como el dióxido de carbono o el monóxido de carbono) dispersan la luz de una forma que puede explicar estos cambios de brillo que provocan que unas veces se vea el planeta y otras no. Cuando no hay atmósfera, el '55 Cancri e' no emite luz visible porque no la tiene, pero si emite luz infrarroja debido a las altas temperaturas de su superficie. Sin embargo, cuando se forma la atmósfera sí podemos ver tanto una como la otra.

Aunque el investigador reconoce que su trabajo por ahora solo plantea una hipótesis, esta idea se podrá confirmar más adelante gracias a los precisos instrumentos del James Webb. “En el futuro, el telescopio espacial James Webb podría medir la temperatura y la presión de esta atmósfera temporal, así como la temperatura de la superficie del planeta. Esto podría ayudar a los científicos a conocer mejor este intrigante planeta”, escribe Heng en su publicación.

Un nuevo estudio puede haber resuelto el misterio de las señales lumínicas intermitentes que llegan del '55 Cancri e', un planeta rocoso y ocho veces más masivo que la Tierra del que se dice que un tercio está formado por diamante sólido.

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