Es noticia
El Ejército ruso vuelve a amenazar la ISS con su conducta temeraria
  1. Tecnología
  2. Novaceno
La gran mentira del satélite Cosmos

El Ejército ruso vuelve a amenazar la ISS con su conducta temeraria

Rusia aseguró vehementemente que su prueba antisatélite "no es un peligro" para la actividad espacial. El tiempo ha demostrado que aquello era otra gran mentira del Kremlin

Foto: 'Gravity' muestra los efectos de una explosión espacial que provoca una reacción en cadena destructiva conocida como el Síndrome de Kessler. (Warner Bros.)
'Gravity' muestra los efectos de una explosión espacial que provoca una reacción en cadena destructiva conocida como el Síndrome de Kessler. (Warner Bros.)

Casi 4.000 naves vitales para la humanidad y más de una docena de astronautas continúan en peligro de ser alcanzados por más de 1.500 pedazos de metralla que orbitan la Tierra a velocidad hipersónica. Una metralla resultado de la prueba de un misil antisatélite ruso que, un año después, sigue amenazando la intrastructura espacial que sostiene la civilización. El Kremlin negó que esta prueba de fuerza innecesaria fuera peligrosa, pero el tiempo ha demostrado que eso era otra mentira más del Kremlin, cuyas falsedades han sido ampliamente probadas y documentadas una y otra vez.

Foto: Reunión de Putin con el Consejo de Coordinación del Gobierno sobre las necesidades de las Fuerzas Armadas de Rusia ayer, 2 de noviembre de 2022. (Kremlin)

El 15 de noviembre de 2021, Rusia lanzó un misil espacial para destruir su viejo satélite Cosmos 1408 a una altitud de 480 kilómetros. La innecesaria prueba recibió la condena inmediata de la comunidad internacional, especialmente de los EEUU y Europa, que denunciaron que la explosión suponía un serio peligro para las actividades espaciales de todas las naciones del planeta, incluyendo los propios cosmonautas rusos en la Estación Espacial Internacional.

Rusia queda retratada una vez más

El Kremlin afirmó entonces que la acusación era falsa: "Estados Unidos sabe con certeza que los fragmentos emergentes en el momento de la prueba y en términos de parámetros de la órbita no representaron ni plantearán ninguna amenaza para las estaciones orbitales, los satélites y la actividad espacial". Ahora sabemos con certeza que las palabras del Ministerio de Defensa ruso eran completamente falsas.

Minutos después de aquella prueba, los astronautas de la ISS tuvieron que refugiarse en sus naves durante seis horas, preparados para la evacuación, por orden de los centros de control en Estados Unidos y la propia Rusia. Después de aquella situación, se han sucedido los incidentes. En enero, la estación espacial china se libró por los pelos de un impacto directo: la metralla pasó a solo a 14,5 metros de la estación a 5,27 kilómetros por segundo. Una distancia que en el espacio es equivalente a una bala pasando a un nanómetro de tu piel.

placeholder La última tripulación llegada este mes a la ISS en una nave Dragon. (SpaceX)
La última tripulación llegada este mes a la ISS en una nave Dragon. (SpaceX)

El penúltimo incidente fue en junio de este año, cuando los propulsores Progress 81 de la ISS se activaron durante cuatro minutos y 34 segundos en una acción evasiva contra uno de los trozos del satélite ruso. Esa fue la tercera vez que la ISS tuvo que cambiar su trayectoria por culpa del desafío de Vladímir Putin a las leyes internacionales que rigen la actividad humana en el espacio. Operadores de satélite han tenido que realizar operaciones similares.

Ahora, cerca del primer aniversario de la prueba militar rusa, la NASA ha vuelto a anunciar una maniobra de emergencia en la ISS para reducir el peligro de colisión con un pedazo del Cosmos: “Esta noche, los propulsores Progress 81 de la Estación Espacial Internacional dispararon durante 5 minutos y 5 segundos en una maniobra evasiva predeterminada (PDAM) para incrementar la distancia de la ISS con la órbita prevista de un fragmento [del satélite ruso] Cosmos 1408”.

Chapuzas e insensatez

La nube de desechos metálicos sigue volando a velocidad hipersónica en órbita baja poniendo en peligro futuras misiones. Los trozos pueden originar un juego de carambolas espaciales —el llamado síndrome de Kessler— que podría tener el efecto colateral de derribar parte de la infraestructura espacial global, eventualmente provocando un gran apagón de comunicaciones y servicios fundamentales para el funcionamiento de nuestra sociedad. Estos trozos metálicos también podrían derribar la ISS y otras naves espaciales tripuladas o de carga.

placeholder Cualquier partícula puede dañar a la ISS a una velocidad orbital. (NASA)
Cualquier partícula puede dañar a la ISS a una velocidad orbital. (NASA)

La insensatez rusa con estas pruebas militares nos ponen en peligro a todos, pero no es la única muestra de su reciente imprudencia y falta de preparación en misiones espaciales. La agencia y el programa espacial ruso se están desmoronando, poniendo en peligro al resto de países. Los rusos siguen acumulando fallos y chapuzas, como el último, el del nuevo módulo Nauka de la Estación Espacial Internacional, cuyos componentes estaban caducados antes de lanzarse.

Según la Planetary Society —una organización no gubernamental dedicada al seguimiento y fomento de la exploración espacial con fines científicos—, los rusos tuvieron 15 problemas graves en sus cohetes que acabaron en la destrucción o inutilización de satélites y naves de carga de 2011 a 2016. En 2017, también perdieron satélites y en 2018 la ISS perdió oxígeno por la mala fabricación o un posible sabotaje industrial de una nave Soyuz MS-09.

placeholder Primera imagen de parte de la nube de metralla creada por la explosión de un satélite soviético Cosmos 1408 causada por un misil ruso A-235 Nudol el 15 de noviembre de 2021. (Cam Key/Numerica Corporation)
Primera imagen de parte de la nube de metralla creada por la explosión de un satélite soviético Cosmos 1408 causada por un misil ruso A-235 Nudol el 15 de noviembre de 2021. (Cam Key/Numerica Corporation)

Como apunté en su día, los chinos tampoco están libres de pecado: hicieron una prueba antisatélite como la rusa en 2007.

Mientras, los Estados Unidos tienen ahora el peligro potencial de Elon Musk y Jeff Bezos que, con sus constelaciones Starlink y Kuiper, están plagando el cielo de pequeños satélites de comunicaciones que ya han puesto en peligro la estación espacial de los asiáticos. Musk respondió a China que estaba exagerando y que en órbita había espacio para todos.

Pero la realidad es que no hay tanto espacio. La compañía de Musk tiene ya más de 1.800 satélites en órbita y ha anunciado que mandará 42.000 más al espacio para completar el proyecto Starlink. La situación en órbita baja continúa complicándose gracias a la imprudencia y ambición de Rusia, China, Musk y pronto Bezos. Es ya un gran problema que va a seguir creciendo hasta llegar a un punto en el que, quizá dentro de pocas décadas, correremos el riesgo de quedarnos sin la posibilidad de salir al espacio exterior.

Casi 4.000 naves vitales para la humanidad y más de una docena de astronautas continúan en peligro de ser alcanzados por más de 1.500 pedazos de metralla que orbitan la Tierra a velocidad hipersónica. Una metralla resultado de la prueba de un misil antisatélite ruso que, un año después, sigue amenazando la intrastructura espacial que sostiene la civilización. El Kremlin negó que esta prueba de fuerza innecesaria fuera peligrosa, pero el tiempo ha demostrado que eso era otra mentira más del Kremlin, cuyas falsedades han sido ampliamente probadas y documentadas una y otra vez.

Espacio Militar
El redactor recomienda