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Vuelve el enredo con el pasaporte covid: ¿servirá para evitar un repunte de casos en Navidad?
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UN IMPACTO DUDOSO

Vuelve el enredo con el pasaporte covid: ¿servirá para evitar un repunte de casos en Navidad?

La exigencia del certificado covid ha incrementado las cifras de vacunación en otros países y en otros momentos de la pandemia, pero ¿tiene sentido ahora en España?

Foto: Vacuna. (EFE/Nathalia Aguilar)
Vacuna. (EFE/Nathalia Aguilar)

La situación de España en los últimos meses es envidiable si se compara con otros momentos de la pandemia o con otros países de Europa. Sin embargo, el lento pero progresivo incremento de la incidencia acumulada está desatando los nervios. ¿Llegaremos a Navidad en medio de una nueva ola? A estas alturas de la pandemia y sin una repercusión tan directa en la saturación hospitalaria, nadie quiere volver a las medidas más duras. Sin embargo, aumenta la presión para actuar antes de la situación se desboque. Por eso, algunas comunidades autónomas estudian la posibilidad de implantar el pasaporte covid como requisito para acceder a determinados espacios, como la hostelería y otros lugares de ocio. Todo el mundo tendría que enseñar el certificado a la puerta para demostrar que está vacunado.

Los departamentos de salud y los tribunales ya estudian la viabilidad de esta nueva restricción en Aragón, Canarias, Murcia, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra, Galicia, Andalucía y Castilla y León. En paralelo, algunas comunidades piden al Ministerio de Sanidad que fije un criterio. Sin embargo, cabe preguntarse si la medida tiene sentido, teniendo en cuenta que la vacunación puede limitar pero no impide los contagios. Por otra parte, el propio Fernando Simón ha puesto el foco en la limitada utilidad que tendría en una población que ha alcanzado el 90% de cobertura vacunal: "¿Si todo el mundo está vacunado para qué necesitas saberlo cada vez que entras a un bar?", se ha preguntado el director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias. ¿O se trata de convencer al 10% de los españoles que, de momento, ha decidido no vacunarse?

Foto: El responsable de un establecimiento pide el certificado covid a una clienta. (EFE/Ramón de la Rocha)

Una vez más, la complejidad de las medidas contra el covid, sus múltiples matices, sus consecuencias directas e indirectas y la falta de evidencias científicas sobre su utilidad enredan el debate político y social. Sin rechazar por completo la idea, los expertos se muestran escépticos. "Podría tener sentido en determinadas circunstancias. No se trata de decir en términos absolutos sí o no, y depende de cuál sea el objetivo que queremos conseguir", señala Pedro Gullón, epidemiólogo de la Universidad de Alcalá de Henares, en declaraciones a Teknautas. Analicemos qué efecto puede tener la exigencia del pasaporte covid a la hora de estimular la vacunación y de atajar los contagios.

Fomentar la vacunación

Aunque sea el objetivo menos declarado, probablemente por su carácter indirecto y coercitivo, la exigencia del pasaporte covid busca el fomento de la vacunación. Este asunto apenas ha tenido relevancia en España por la gran aceptación que han tenido las vacunas. Dentro de la población diana (los mayores de 12 años), el 90,7% de los españoles tienen al menos una dosis y el 89% la pauta completa. Sin embargo, otros países han recurrido a esta estrategia para animar a sus ciudadanos a inyectarse las dosis. Por ejemplo, ocurrió en Francia a comienzos del verano: la exigencia del certificado de vacunación en cines, restaurantes y piscinas impulsó la vacunación entre los jóvenes, que estaban siendo más reacios que otras generaciones.

"En determinados países donde la cobertura no era especialmente buena la instauración del pasaporte ha motivado a algunas personas a vacunarse", afirma Óscar Zurriaga, vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE). En este sentido, como medida de salud pública, "puede tener lógica si tienes un grupo de población con algunas reticencias pero no extremadamente contrarios, de manera que con ciertos estímulos pueden acceder a vacunarse", señala Gullón. En el caso de Francia, "fue un impulso para quienes se lo estaban pensando".

placeholder Cola en un local del ocio. (Reuters)
Cola en un local del ocio. (Reuters)

Por el momento, apenas hay muchos estudios que pongan cifras concretas al impacto del pasaporte covid en el incremento de la vacunación. Una investigación publicada en la plataforma 'medRxiv' (sin revisión por pares) indica que su exigencia tiene un efecto relativamente importante sobre el número de personas vacunadas, sobre todo entre los menores de 30 años. Este análisis toma como referencia datos de Francia, Israel, Italia, Suiza, Dinamarca y Alemania de entre mayo y agosto de este año. Estos países, que tomaron algún tipo de medidas restrictivas para los no vacunados en ese periodo, se comparan con otros que no lo hicieron. En general, el incremento en las vacunaciones fue bastante pronunciado en Francia, que tenía cifras inferiores a la media europea, pero insignificante en Alemania, que estaba alcanzando una mejor cobertura. No obstante los autores reconocen las limitaciones de esta evaluación, que tiene especular sobre cuál habría sido la cifra de vacunados en un escenario sin pasaporte covid.

¿Qué pasaría en España en la situación actual? "El impacto sería pequeño porque llegar a un 100% de personas vacunadas es muy difícil", opina Zurriaga. Ahora mismo, "sumar nuevos puntos de incremento de la cobertura vacunal es muy difícil; es como una maratón, los últimos kilómetros cuestan mucho más". Entre otras cosas, es muy probable que el 10% de población que queda sin vacunar sea realmente reacia a hacerlo, no como los jóvenes francesas que estaban en duda. Es decir, a estas alturas todos los españoles "han tenido muchas oportunidades de vacunarse, así que seguramente no se trata de gente que se lo está pensando", comenta Gullón. No obstante, antes de sacar conclusiones sería necesario analizar el perfil de los no vacunados. "Frente a lo que parece, no podemos simplificar diciendo que son personas antivacunas", apunta el epidemiólogo. "Seguro que es un grupo heterogéneo, compuesto por gente que tiene reticencias, pero también por otros que quizá tienen más problemas de acceso o poco contacto con la administración", señala. En cualquier caso, "habría que asumir que hay un techo y que no se puede llegar a todo el mundo salvo que se impusieran otras medidas, como la vacunación obligatoria".

Foto: Cómo obtener el certificado covid digital en toda España (Foto: Comunidad de Madrid)

El impacto en la incidencia

La segunda razón para implantar el pasaporte covid de forma generalizada para acceder a locales interiores sería disminuir la incidencia de forma directa. Este argumento también tiene muchas implicaciones. En primer lugar, la vacuna no está diseñada para evitar el contagio, sino la enfermedad grave. No obstante, aunque ha habido bastantes dudas e informaciones contradictorias al respecto, en la práctica los vacunados sí tienen menos riesgo de contagiar y contagiarse. Así lo explica un estudio publicado en 'The Lancet' a finales de octubre que ya incluía la variante delta, a pesar de que la carga viral puede llegar a ser similar.

placeholder Tercera dosis. (EFE)
Tercera dosis. (EFE)

Así, en teoría, "al impedir determinadas actividades en personas no vacunadas, podrías cortar bastantes cadenas de transmisión, al menos si lo vemos desde un punto de vista estrictamente epidemiológico", explica Gullón. Sin embargo, si de nuevo llevamos esta idea al contexto actual de España pierde gran parte de su sentido. "Solo estarías impidiendo actividades a un 10% de la población. Es verdad que en términos relativos, una persona no vacunada tiene más riesgo; pero en términos absolutos estás dejando al virus circular igualmente en nueve de cada diez personas, así que la medida tendría una efectividad limitadísima". Por otra parte, este tipo de cálculos implica asumir que los no vacunados se distribuyen de forma aleatoria entre la población, aunque en realidad no es así porque probablemente se relacionan más entre ellos.

Zurriaga coincide en que el impacto de esta medida en la transmisión comunitaria sería muy pequeño. No obstante, dado que muchos brotes se producen, precisamente, en locales de ocio, el pasaporte sí que podría tener cierto impacto en las consecuencias, dado que generalmente los vacunados no acaban en el hospital. "En sí misma, la transmisión no la estamos evitando, pero no generaría una proporción de casos graves muy elevada", apunta.

Foto: Una sanitaria realiza un test de antígenos a una mujer en la Comunidad de Madrid. (EFE/Fernando Villar)

Sin embargo, el vicepresidente de la SEE alerta de otro peligro. "Podemos pedir el pasaporte, pero si lo hacemos en la puerta de un recinto cerrado, sin ventilación, donde no se va a mantener la distancia de seguridad y donde todo el mundo se va a quitar la mascarilla, nos estaría dando una falsa sensación de seguridad", advierte. Añadir una nueva medida no significa que se pueda prescindir de las demás y, si ese va a ser el resultado, sería totalmente contraproducente. En este caso, corremos el riesgo de pensar que estamos en un entorno seguro por compartir espacio con otros vacunados, pero la realidad es que el riesgo es similar.

En cualquier caso, más allá de esta puntualización y de que su efectividad sería pequeña, los expertos no creen que en la situación se le puedan poner otro tipo de objeciones al pasaporte covid. "Antes del verano ya se hablaba de esta medida y muchos epidemiólogos advertíamos de los problemas y las injusticias que suponía su implantación. En aquellos momentos había gente que no se había podido vacunar, no porque no quisiera, sino porque no le había tocado todavía, así que nos parecía injusta. Sin embargo, desde un punto de vista epidemiológico habría tenido mucho más sentido", afirma Zurriaga. Por el contrario, hoy en día "no tiene ningún problema desde el punto de vista ético, porque todo el mundo se ha podido vacunar". Sin embargo, afloran las dudas sobre su eficacia.

La situación de España en los últimos meses es envidiable si se compara con otros momentos de la pandemia o con otros países de Europa. Sin embargo, el lento pero progresivo incremento de la incidencia acumulada está desatando los nervios. ¿Llegaremos a Navidad en medio de una nueva ola? A estas alturas de la pandemia y sin una repercusión tan directa en la saturación hospitalaria, nadie quiere volver a las medidas más duras. Sin embargo, aumenta la presión para actuar antes de la situación se desboque. Por eso, algunas comunidades autónomas estudian la posibilidad de implantar el pasaporte covid como requisito para acceder a determinados espacios, como la hostelería y otros lugares de ocio. Todo el mundo tendría que enseñar el certificado a la puerta para demostrar que está vacunado.

Fernando Simón The Lancet Ministerio de Sanidad Castilla y León Alcalá de Henares
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