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Cinco siglos en las faldas del volcán en La Palma: "Hay muy poco espacio disponible"
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la zona afectada por la erupción

Cinco siglos en las faldas del volcán en La Palma: "Hay muy poco espacio disponible"

El historiador Jesús Pérez Morera, de Todoque, una las zonas arrasadas por la lava, repasa la historia de los asentamientos en la zona de la erupción volcánica

Foto: Erupción del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma. (Alejandro Martínez Vélez)
Erupción del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma. (Alejandro Martínez Vélez)

La historia de las erupciones volcánicas en La Palma está bien documentada. De la del 19 de septiembre, aún activa, la del Teneguía en 1971 y la de San Juan en 1949 hay imágenes. De las anteriores tenemos testimonios y crónicas que describen lo sucedido. Así relataba el procurador Domingo González Perera, el 21 de enero de 1586, la erupción que se había producido un año antes en la misma zona afectada ahora:

"... porque después de comensado este pleito sucedió el levantamiento de la tierra y montañas de Tihuya e ríos de fuego por el dicho término corrieron en tal manera que causaron que todas las tierras de Tihuya y las más del dicho término de Tacande se perdieron e consumyeron, no tan solamente las que seruían de pastos de ganados sino las tierras de pan y sercados dellos e muchas casas y tanques e viñas e arboledos e pinos, en tal manera que en toda la vida no darán ni producirán yerua alguna, porque con la fuersa del levantamiento de las dichas montañas e fuego e truenos se enaxenaron las dichas tierras de xable que cubrió los p[inos] más altos que auía y casas y tanques y ansí no abita persona alguna en el dicho término de Tihuya y los ganados de mis partes no tienen otra parte de toda aquella banda de Tihuya de donde paser si no es lo que del dicho término de Tacande a quedado...".

Asentamientos previos a la conquista

Que haya documentos donde se describa lo sucedido significa que ya había habitantes antes de esa erupción. Cuando alguien se pregunta cómo es posible que se haya permitido edificar en una zona de riesgo volcánico, la respuesta no es simple. Los primeros moradores de las islas no eran conscientes del mismo. Su conocimiento y entendimiento fue de la mano del crecimiento de la población. En el caso de La Palma, antes de la conquista castellana ya había asentamientos en la zona arrasada por la colada de lava, pero no fue hasta los años 50 del siglo XX cuando se empezó a convertir en "el corazón de la isla, la zona más productiva y la más poblada", dice el historiador palmero Jesús Pérez Morera.

"Los asentamientos se remontan a antes de la conquista", explica Pérez Morera. "Hay topónimos de origen prehispánico. Según las crónicas y las descripciones de los viajeros, había uno de los señoríos de la isla, el de Tajuya. Había isleños criadores de ganado en el XVI, descendientes de los aborígenes. Después de la conquista, se asientan nuevas familias y se hacen repartos de tierras".

"Por donde ha bajado la lava del volcán, El Paraíso, hay un topónimo que es Alcalá, que deriva de un conquistador, Pedro de Alcalá. Los conquistadores se enlazaron con las familias de isleños que ya vivían allí", continúa el historiador. "El topónimo de Las Manchas hace alusión a manchas de terreno cultivable en medio de malpaíses volcánicos. Las coladas se utilizaban para el pastoreo. Y los terrenos cultivables se utilizaban para el cereal".

Crecimiento desde los años 50

"Fue una zona de secano hasta los años 40 y 50, cuando llegó el agua corriente a Todoque", dice Pérez Morera, cuya familia es de allí y ha perdido varias propiedades, arrasadas por la colada de lava que se llevó por delante esa localidad en su camino hacia el mar. Ahí ya había habitantes antes de la erupción de 1585 y en la actualidad hay más que nunca, con el crecimiento vivido en la segunda mitad del siglo pasado tras la vuelta de muchos emigrantes, que dieron un impulso al sector agrícola.

Entre 1960 y el 2000, Los Llanos de Aridane duplicó su población: de 10.000 a 20.000 habitantes, más que la capital de la isla, Santa Cruz de La Palma. Ese crecimiento no solo se produjo alrededor del casco urbano, sino también al sur del Valle de Aridane, en las tierras al este de la montaña de Todoque, donde empezaron a multiplicarse las edificaciones, muchas de ellas sepultadas ahora por la lava. En el mapa, con datos del catastro, se puede observar ese crecimiento.

Un poco más al sur está la colada de lava del volcán de San Juan de 1949. Alrededor de ella, en la población de Las Manchas, se ha edificado mucho desde 1970. Esa colada la atraviesan varias carreteras, entre ellas la LP-II, cortada un poco más al norte por la reciente erupción. La explosión de 1949 permitió ganar un terreno al mar donde ahora hay plataneras.

Foto: Un depósito en una plantación de plátanos en La Palma. (Alejandro Martínez Vélez)
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"Dime una zona de Canarias en la que no haya riesgo volcánico. No hay ninguna, el riesgo existe en todas partes. Es verdad que hay zonas más antiguas, como Anaga, en Tenerife, o Cumbre Nueva y el norte de La Palma. Esas zonas pueden tener algo menos de riesgo, pero sigue estando ahí. La gente tiene que vivir y cultivar para comer", dijo esta semana en El Confidencial Ángeles Llinares, geógrafa y experta en análisis de riesgos volcánicos.

"En la parte alta de Cumbre Vieja no está permitido edificar, son lugares protegidos. Pero más allá hay que pensar que el suelo volcánico es muy rico y fértil, y a eso hay que añadirle una isla que tiene los vientos alisios, que son húmedos y frescos, más los 300 y pico días de sol con los que cuenta La Palma. Todo eso hace que puedas tener unos cultivos espectaculares, como ocurre con el plátano. Entonces, ¿qué queremos que haga la gente, que no lo aproveche, que no viva ahí? Toda la isla está poblada", añadió.

La experta cree que la población canaria no ha sido consciente del peligro, algo en lo que, con matices, coincide Pérez Morera. "Puede ser que no se haya tenido esa consciencia. Pero, claro, la presión sobre el territorio es grande", dice el historiador. "Hay muy poco espacio disponible. Es una isla muy escabrosa, y el tipo de hábitat es población dispersa".

En su opinión, en La Palma no ha sucedido nada diferente a otros lugares del mundo donde existe riesgo volcánico. Considera que no es realista pretender que no se impida a los palmeros habitar su tierra, y que la isla no puede convertirse en un lugar reservado al estudio de los volcanes. "El apego del hombre por el terruño es una constante en la historia de la humanidad".

Metodología del mapa

Para elaborar el mapa se han utilizado varias fuentes de información. La colada de la erupción activa se ha representado a partir de la información publicada por Copernicus Emergency Management Service el día 30 de septiembre de 2021. La representación de la colada del volcán de 1949 está extraída de Open Street Maps.

Los datos de las edificaciones están extraídos del Catastro y corresponden a los tres municipios afectados por la erupción del volcán: El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte.

La historia de las erupciones volcánicas en La Palma está bien documentada. De la del 19 de septiembre, aún activa, la del Teneguía en 1971 y la de San Juan en 1949 hay imágenes. De las anteriores tenemos testimonios y crónicas que describen lo sucedido. Así relataba el procurador Domingo González Perera, el 21 de enero de 1586, la erupción que se había producido un año antes en la misma zona afectada ahora:

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