Alguien se ha llevado 46 Audis (1,2 millones) de Volkswagen España, y nadie sabe dónde están

Hay 46 Audis desaparecidos en algún lugar de Europa y nadie sabe dónde están. Suena a fenómeno paranormal, pero es tan real como el agujero de 1,2 millones de euros que la pérdida de los vehículos ha generado a Volkswagen España, convirtiéndose en uno de los frentes internos más secretos y delicados en su unidad de financiación. El asunto es aún más rocambolesco si se tiene en cuenta que salpica a José Antonio Parrondo, un polémico exjefe del taxi que saltó al negocio de las VTC y acumula múltiples demandas y una detención policial en los últimos años. Tanto la Policía Nacional como la policía francesa han investigado el asunto pero, cuatro años después, los coches siguen sin aparecer.

Volkswagen presentó hace un año una querella que tramita el juzgado de instrucción número 38 de Madrid, a la que ha tenido acceso El Confidencial, contra la empresa JAP Group y Ángel Gutiérrez, su actual administrador. José Antonio Parrondo constituyó esta empresa en 2013 y fue su administrador entre julio de 2019 y septiembre de 2022. A partir de esa fecha, le pasó el cargo a Gutiérrez, uno de sus hombres de confianza. El fabricante alemán y dueño de las marcas Audi, Seat, Skoda, Porsche o los camiones Scania, acusa ahora a JAP y a Gutiérrez de, entre otros delitos, alzamiento de bienes y fraude contable, al no devolver hasta 1,2 millones de euros en deuda contraída con ellos por la venta y financiación de 56 Audis A3 (46 desaparecidos). Parrondo se lava las manos y asegura que él, al no figurar en la querella, está limpio. "Yo solo soy un socio más", explica en conversación con este diario.

El misterio de los Audis desaparecidos se remonta a comienzos de 2020, cuando Volkswagen España realiza una oferta de venta de vehículos a varias empresas de transporte, entre ellas Airtaxi Online (el anterior nombre de JAP Group), una compañía de coches VTC que trabaja con las plataformas Uber, Cabify y Bolt. José Antonio Parrondo era en ese momento su administrador único y todas las negociaciones y firmas de contratos con Volkswagen se llevaron a cabo con él.

Parrondo ya era entonces señalado en el sector. Histórico dirigente del taxi —fue presidente de la Asociación Gremial del Taxi de Madrid entre 2007 y 2009—, acumulaba varias demandas de las que había salido victorioso. La propia junta directiva de la Gremial le demandó por gastos injustificados de casi 300.000 euros durante su mandato, pero la justicia le dio reiteradamente la razón. Del taxi pasó a las VTC, adquiriendo varios cientos de licencias y creando un entramado de empresas de transporte, entre ellas Auro (junto a Félix Ruiz y Zaryn Dentzel), hoy una de las firmas clave del sector (con más de 2.000 licencias) y de la que fue presidente entre 2017 y 2022.

Fue justo en esa época, en febrero de 2020, cuando firmó ante notario un contrato con Volkswagen España: la compra de 56 Audi A3 por un precio total de 1,4 millones y financiados con un préstamo otorgado por Volkswagen Financial Services a pagar en 48 mensualidades. El Confidencial ha podido comprobar la autenticidad del contrato y la firma de Parrondo en el mismo como representante y administrador de Airtaxi Online. Un mes después, ocurrió algo con lo que nadie contaba: el confinamiento por la pandemia del Covid frenó en seco la actividad en todo el mundo. Los coches recién comprados se tuvieron que quedar en el garage.

Varias fuentes consultadas conocedoras de lo ocurrido aseguran que Airtaxi Online solo llegó a pagar la primera mensualidad. "Volkswagen firmó con todos sus clientes una moratoria de tres meses y una refinanciación de la deuda, pero el único que daba largas era Airtaxi. Al final aceptaron, y Parrondo firmó la refinanciación, pero tampoco llegaron a pagar las mensualidades", explica una fuente jurídica con la condición de no revelar su identidad. Comenzó así un largo proceso en el que Volkswagen intentó, sin éxito, recuperar su dinero.

"Volkswagen se enteró además de que esos coches habían estado circulando sin seguro por Valencia. También acumulaban multas"

Durante el siguiente año, incapaz de hacer frente a los pagos, Parrondo decide devolver 10 de los Audis adquiridos como fórmula para reducir la deuda. Los coches devueltos, sin embargo, habían realizado entre 90.000 y 130.000 kilómetros, por lo que su valor era muy inferior al inicial. "Volkswagen se enteró además de que esos coches habían estado circulando sin seguro por Valencia. Tenían también varias multas encima", señalan las fuentes jurídicas. Restaban otros 46 coches y una deuda pendiente que rondaba los 1,2 millones de euros. Fue entonces cuando el asunto dio un giro inesperado.

La conexión rumana

"¡Ese tío ha vendido los Audis fuera!". Fue una de las llamadas internas entre directivos de Volkswagen al enterarse de que, muy probablemente, jamás iban a recuperar ni los 46 Audis restantes ni los 1,2 millones de euros. El desconcierto y el cabreo eran máximos.

El motivo es que Airtaxi, que ya había cambiado su nombre a JAP Group, había supuestamente vendido los coches fuera del país cuando aún existía una deuda asociada a cada vehículo, lo que se conoce como reserva de dominio. La legislación española prohíbe traspasar esos vehículos hasta que se cancela la deuda. Sin embargo, sí es posible venderlos en el extranjero y embolsarse el dinero.

El asunto llegó a salpicar de lleno a Auro, empresa en la que por aquel entonces Parrondo era presidente y consejero delegado. Como represalia, Volkswagen España dejó de financiar la flota de coches de la compañía "hasta que José Antonio no abandonara los puestos de decisión de la organización", según una fuente consultada conocedora de lo ocurrido. El consejo de administración de Auro, con Félix Ruiz, Hugo Arévalo y el venezolano Alejandro Betancourt a la cabeza, decidieron cesar de su cargo a Parrondo en noviembre de 2022.

Consultado sobre los Audis desaparecidos y la querella interpuesta, un portavoz de Volkswagen ha declinado realizar declaraciones. "No podemos hacer comentarios sobre procedimientos judiciales", señalan. José Antonio Parrondo sí ha accedido a hablar con El Confidencial, primero en conversación telefónica, y luego en una reunión en persona de más de una hora acompañado de un abogado. Su versión contradice en muchos puntos la presentada por fuentes conocedoras del procedimiento judicial. José Antonio asegura que se han devuelto ya muchos más de 10 vehículos y que la cifra adeudada también es inferior a 1,2 millones de euros.

"Con el covid no se podía circular, tuvimos que buscar una salida para los coches y generar ingresos. Volkswagen no negoció con nosotros una ampliación como si hizo con otros clientes, como Grupo Auro, y teníamos que pagar la cuota. Así que conocimos una empresa de unos rumanos, bueno, no sé si rumanos, los dirigentes eran de Europa del Este. Trabajaban con Alsa, con Auro y todas las empresas del sector en alquiler y compraventa de coches. De hecho, a mí me los presentó alguien de Alsa. No les vendimos los coches, se los alquilamos, y al principio no hubo problema. Luego dejaron de pagar. Nosotros les decíamos que nos dieran el dinero o los vehículos, pero no nos hacían ni caso", explica.

"La Policía Nacional se puso a buscar los coches en Valencia, y se lo dijimos: "¡Los coches no están, están alquilados!"

El empresario asegura que JAP Group ya ha interpuesto tres reclamaciones a esta empresa "ubicada entre Francia y Austria", señala, de la que, pese a las múltiples peticiones por parte de este diario, no confirma el nombre.

"La Policía Nacional se puso a buscar los coches en Valencia, y se lo dijimos: "¡Los coches no están, están alquilados!". Les enseñamos las reclamaciones, les dijimos que los Audis estarían en Francia o por ahí. Se dio parte a la policía francesa y de esta forma pudimos recuperar tres. Esos ya se han entregado", explica. ¿Y el resto? "Me han dicho que la policía francesa ha retenido allí un montón de coches en un concesionario, hasta que no se abran diligencias y haya sentencia, no se pueden traer. Pero, claro, a Volkswagen todo esto le da igual, ellos quieren sus coches".

Parrondo relata la historia con la seguridad de que, jurídicamente, está a salvo. En junio de 2022, en pleno enfrentamiento con Volkswagen, se borró del cargo y nombró de administrador único a Ángel Gutiérrez al frente de JAP Group. La querella del fabricante alemán se interpuso en febrero de 2023, pero contra JAP y Ángel Gutiérrez, que recibieron la notificación el pasado enero. "Yo voy a los consejos, votamos, y soy uno más, pero no tengo nada que ver ya con esto", insiste. "En realidad, mira, me consta que se acaba de hacer una transferencia de 100.000 euros a Volkswagen y que hay un principio de acuerdo para solucionar esto, se firmará el próximo lunes. Lo único que sé es lo que me ha dicho Ángel, 'ya me he quitado el muerto de encima'".

El empresario muestra un comprobante de la transferencia, realizada el jueves 14 de febrero a las 22:15, justo 10 horas después de recibir la primera llamada de este diario. "La transferencia estaba acordada días antes, ¿eh?", asegura Parrondo. "No sé por qué os interesa dar a conocer un asunto cuando ya está resuelto...". Una fuente conocedora del procedimiento judicial asegura que, al cierre de este artículo, no hay ningún principio de acuerdo. "Quiere evitar a toda cosa aparecer en prensa por esto", señala. "Volkswagen lleva casi tres años intentando recuperar el dinero y, de repente, le llama un medio y la empresa transfiere 100.000 euros. ¿Coincidencia? Ninguna".