¿Una fábrica de inteligencia artificial? Estos dos gigantes tienen un plan para batir a Tesla

La inteligencia artificial también puede tener sus propias fábricas. Así es como las han bautizado Nvidia y Foxconn, que acaban de anunciar un proyecto conjunto para elevar esta tecnología a un nuevo nivel mediante la creación de una serie de centros de datos en los que se apuesta por la supercomputación. Tras el boom de la IA generativa, el plan de estas empresas pasa por aplicar estos avances a entornos mucho más sofisticados, como los robots industriales o los vehículos autónomos. Es precisamente ahí donde quieren batir a Tesla, que lleva unos meses trabajando en un proyecto similar.

El proyecto de los dos gigantes de los semiconductores fue presentado este martes por el consejero delegado de Nvidia, Jensen Huang, y su homólogo en Foxconn, Young Liu, algo que da buena cuenta de su relevancia. Además, aprovecharon para ofrecer algunos detalles de la colaboración, que pasa por la creación de una infraestructura de GPU (unidades de procesamiento gráfico) para entrenar modelos de inteligencia artificial que se puedan aplicar a distintas industrias. Pero eso es solo una parte.

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La fábrica de IA es, en realidad, la unión de tres proyectos. Por un lado, los centros de datos mencionados. Por otro, los gemelos digitales, que no son otra cosa que entornos virtuales en los que se prueban y simulan distintas capacidades antes de trasladarlas al plano físico. "Lo que quieren hacer es construir una gran infraestructura de computación para dar soporte al entrenamiento", comenta Juan Antonio Fernández Madrigal, catedrático de Ingeniería de Sistemas y Automática en la Universidad de Málaga.

La tercera parte del proyecto pasa por una factoría física para crear la maquinaría —sea un coche o un robot— con la que se testará el software en un entorno real. "Las fábricas son entornos que producen muchos datos y donde encontrar soluciones de optimización es más fácil", recuerda este profesor e investigador.

Fernández Madrigal recalca que un proyecto de este tipo va mucho más allá de lo que se ha visto hasta ahora con la IA generativa. "Se trata de coger datos de sistemas físicos, procesarlos, y volver a aplicarlos en sistemas físicos para mejorar su funcionamiento", destaca, recordando que "aún no ha habido algo rompedor en ese sentido". "Es posible que en unos meses, o algo más, haya otro boom, porque ahí se entrena mejor al ser algo físico, aunque no haya grandes diferencias en el aprendizaje interno", detalla.

Sin embargo, los sistemas de inteligencia artificial siempre tienen un determinado porcentaje de fallos, "por mucho que se reduzcan", remarca. "Si ChatGPT falla, da un poco igual, pero si eso pasa con un coche o una fábrica, no, porque puede ocurrir en una situación crítica, y es la razón por la que se prueba antes con simulación, para tener una salvaguarda con la que ir probando", desarrolla.

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El enfoque que proponen Nvidia y Foxconn es muy similar al de Tesla. La empresa de Elon Musk lleva años trabajando en Dojo, una supercomputadora con un cometido parecido: entrenar las redes neuronales de Autopilot. "Es la primera vez que escucho este concepto de fábrica de IA fuera de Tesla, donde ha habido mucho secretismo", explica Guillermo Quintana, ingeniero de inteligencia artificial, que lleva años estudiando los desarrollos de esta firma en materia de conducción autónoma. "Cada vez hay más secretismo, porque hace unos años era mucha investigación abierta y se podía consultar más fácilmente", lamenta.

Tesla, además, está utilizando las GPU de Nvidia, aunque ya está diseñando sus propios chips para no tener que depender de terceros. Sea como sea, lo cierto que hay una clara diferencia entre Dojo y la fábrica de IA de Nvidia y Foxconn. Así, si bien el primero solo se utilizará con los vehículos de la casa, el segundo tiene una perspectiva mucho más general. "Es una forma de ofrecer lo mismo, pero ampliando a máquinas autónomas y robots industriales", dice, enfatizando que, "hoy en día, interesa más competir en automatización industrial, que es donde hay más sobrecostes, que en la propia conducción".

La razón de fondo de esta alianza

La alianza de Nvidia y Foxconn no puede tener más sentido desde el punto de vista empresarial, donde una puede complementar allá donde no llega la otra, y viceversa. "Nvidia es muy potente en las GPU y el cómputo para inteligencia artificial, que es lo que necesita Foxconn para tener una base de circuitos muy avanzada", comenta Fernández Madrigal sobre este punto. Sin ir más lejos, las fábricas de IA se basarán en el superchip GH200 Grace Hopper y el software AI Enterprise, ambos de la firma estadounidense.

En el otro lado del acuerdo, Nvidia se asegura el acceso a la cartera de clientes de Foxconn, donde hay sectores tan jugosos para el proyecto como la robótica o las automovilísticas. De hecho, la firma taiwanesa tiene ya acuerdos con Fisker para la fabricación de coches eléctricos. "La cuestión es que Nvidia no puede meterse en este mercado sin Foxconn, porque necesita que hagan de puente", agrega por su parte Quintana. "Es un desafío muy grande, y si se puede lograr es a través de una asociación como esta, no de una startup o una scaleup. Ellos tienen recursos suficientes para hacerlo", explica este ingeniero.

Según explicaron en el evento, el objetivo de Foxconn es pasar de ser "una empresa de servicios de fabricación a una empresa de soluciones de plataforma", algo para lo que quieren centrarse, además de en los coches, en ciudades y fábricas inteligentes. "En el futuro, cada empresa tendrá una fábrica de IA", recalcaron en el evento.

Quintana cree que esto supondrá la creación de "una especie de gran consultora global, donde te ofrecen una IA que evita que tengas que hacer una inversión multimillonaria para construir tu propio modelo". "Estamos hablando de mercados muy distintos, y eso cambia por completo el entrenamiento. Yo tomaría mucha precaución ante un proyecto que quiera abarcar tanto, porque tener satisfechos a todos los fabricantes es algo muy difícil", avisa.