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Comprar un coche ya no se lleva: 115 millones para la 'startup' que te lo pone por suscripción
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El futuro del coche se parece mucho a Netflix

Comprar un coche ya no se lleva: 115 millones para la 'startup' que te lo pone por suscripción

La 'startup' española Revel ha conseguido 115 millones de euros de financiación para impulsar su negocio de coches por suscripción. Es solo el último ejemplo del auge de los automóviles a la carta

Foto: Los fundadores de Revel, Enrique de Mateo (izquierda) y Daniel Marcos. (Cedida)
Los fundadores de Revel, Enrique de Mateo (izquierda) y Daniel Marcos. (Cedida)
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Suscribirte a un coche en vez de comprarlo o usarlo en renting o leasing. Es la propuesta que desde hace unos años se lleva colando poco a poco en España y que, a juzgar por el dinero que se empieza a mover y el número de empresas operando, está más en auge que nunca. La última operación es un buen ejemplo de lo que se está cociendo. La startup Revel, fundada en Madrid en 2020, acaba de cerrar una de las operaciones de financiación más abultadas del año: 115 millones de euros que aportarán, entre otros, la firma de inversión estadounidense KKR y el Banco Santander. Serán 15 millones en efectivo y el resto en deuda para financiar el gran obstáculo de este negocio, tener una flota de coches lo suficientemente potente como para funcionar sin problema, pero no tan grande como para hundirse en el camino.

"Estamos viendo un cambio claro de mentalidad, tener un automóvil en propiedad ya no se ve como tan necesario. Y es algo que va a ir a más", explica a El Confidencial Enrique de Mateo, cofundador de Revel. Esta empresa de 40 empleados acaba de anunciar una potente operación financiera de las que hacía tiempo que no se veían entre las startups españolas, que están sufriendo más que nunca el desplome global de las cifras de inversión.

Foto: El Opel Blitz, un coche eléctrico experimental mostrado esta semana en el Salón del Automóvil de Múnich. (Reuters)

Por un lado, la firma de capital riesgo KKR y Banco de Santander, a través de su unidad Santander Consumer Finance, aportarán en total 15 millones de euros, entrando en el accionariado de Revel (no han desvelado a cambio de qué porcentaje). Por otro lado, KKR ha habilitado otros 100 millones de euros en deuda "exclusivamente para la adquisición de coches", señala De Mateo. En este negocio, igual que ocurre en las empresas de VTC, tener una flota amplia de vehículos es fundamental. La clave es cómo negociar la financiación de esos automóviles para que los números cuadren.

De Mateo no ofrece detalles sobre cómo usarán los 100 millones para la adquisición de coches (cuántos vehículos comprarán de inicio, por ejemplo), pero la inyección de efectivo y deuda dará a Revel un impulso definitivo en un sector con una competencia feroz. Una prueba del empuje de este negocio son los 100 millones que Renault pagó hace dos años por Bipi, otra startup muy similar a Revel que en cuatro años logró uno de los mayores exits de 2021. Hoy, solo en España, ya hay más de media docena de empresas que ofrecen servicios de coches por suscripción: Drivalia, Astara Move, OK Mobility, Mimowi, Mocean... Incluso Santander Consumer Finance, además de invertir en Revel, cuenta con su propio negocio en este segmento, una aplicación llamada Wabi.

Más o menos, todas ofrecen lo mismo: un proceso de alquiler 100% digital; una selección amplia de marcas y modelos, desde básicos a gama alta, pasando por eléctricos; te ponen el coche en la puerta de tu casa en unos días y, por un precio mensual, incluyen casi todo: seguro, revisiones, asistencia en carretera, impuestos... Frente al renting o el leasing, que te obliga a estar un número de años determinado con el mismo automóvil, los modelos de suscripción te permiten cambiar a los 12 meses, son mucho más flexibles y, en muchos casos, económicos.

placeholder Tesla es uno de los fabricantes que están experimentando con servicios mensuales de suscripción. (Reuters)
Tesla es uno de los fabricantes que están experimentando con servicios mensuales de suscripción. (Reuters)

Algunos cálculos apuntan a que el modelo de suscripción puede estar rondando ya el 10% de las ventas anuales de coches nuevos en EEUU y Europa, pero está por ver si hay tanto negocio como se esperaba y, sobre todo, cuántas empresas aguantarán el tirón.

Recientemente, la firma Onto, una de las mayores en Reino Unido con enchufables por suscripción, anunció la bancarrota al no poder seguir manteniendo su flota de 7.000 vehículos. Es algo parecido a lo que se está viendo en la compraventa online de coches de segunda mano en EEUU: un enorme boom que ha desembocado en cierres y desplomes de valoraciones de firmas como Cazoo, Caravana, Autohero o Carnext.

Los fabricantes de vehículos se están fijando también en este auge del modelo de suscripción y, aunque quieras comprarte un coche, no va a ser fácil librarse de los pagos mensuales. El último filón que estudian en el sector es hacerte pagar cada mes por servicios extra. ¿Quieres asientos que se calienten? Paga 18 euros más al mes. Eso es justo lo que ha estado probando BMW en varios países. El fabricante alemán ya había intentado cobrar 80 euros extra al año por tener Apple Car Play en el automóvil, pero el servicio fue un fracaso y apenas hubo demanda. Otras marcas como Volkswagen, Toyota, Audi, Porsche y Tesla han empezado a probar suscripciones similares, como usar reconocimiento de voz para accionar funciones adicionales. El futuro del coche se parece, cada vez más, a un catálogo de Netflix.

Suscribirte a un coche en vez de comprarlo o usarlo en renting o leasing. Es la propuesta que desde hace unos años se lleva colando poco a poco en España y que, a juzgar por el dinero que se empieza a mover y el número de empresas operando, está más en auge que nunca. La última operación es un buen ejemplo de lo que se está cociendo. La startup Revel, fundada en Madrid en 2020, acaba de cerrar una de las operaciones de financiación más abultadas del año: 115 millones de euros que aportarán, entre otros, la firma de inversión estadounidense KKR y el Banco Santander. Serán 15 millones en efectivo y el resto en deuda para financiar el gran obstáculo de este negocio, tener una flota de coches lo suficientemente potente como para funcionar sin problema, pero no tan grande como para hundirse en el camino.

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