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El Starlink español hará que una aldea tenga mejor internet que el centro de algunas ciudades
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SE ESTRENA EN JUNIO

El Starlink español hará que una aldea tenga mejor internet que el centro de algunas ciudades

Hispasat empezará a ofrecer banda ancha de 100MBs por satélite en zonas remotas por 35 euros. Algo que puede poner fin a una histórica deuda con la España desconectada y crea una particular paradoja

Foto: Instalaciones de Hispasat. (Cedida)
Instalaciones de Hispasat. (Cedida)

Reyero, en León, es actualmente el mayor núcleo de población totalmente desconectada de España. Los 123 habitantes de este municipio, situado en la Montaña Oriental Leonesa, no disponen de conexión a internet o de 4G en el móvil. Podrían quejarse a Movistar, la empresa que instaló el único repetidor que hay en los alrededores y que se quedó en el 2G, pero incluso hacer llamadas les supone una tortura porque la red "nunca está disponible", según han denunciado en repetidas ocasiones.

No son los únicos. Según los últimos datos de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, a día de hoy quedan 15 pueblos —repartidos por Burgos, León, Soria, La Rioja, Cuenca, Guadalajara, Teruel, Zaragoza y Castellón— en los que están censadas 729 personas, donde no hay nada de nada. Son los últimos españoles totalmente offline, pero cerca de ellos hay muchísimos más lugares donde hay muy poco internet, quizá suficiente para revisar el correo, pero no para ver un vídeo y mucho menos una serie en streaming.

Foto: Una mujer camina por la carretera de Navacepedilla de Corneja. (David Brunat)

Los habitantes de esta España desconectada, que se calculan en 1,3 millones de personas, llevan años escuchando promesas. Se han visto algunas honrosas excepciones, como es el caso de Castroserracín, Navares de las Cuevas y Cerezo de Abajo, tres pueblos del norte de Segovia que apenas suman 200 habitantes. Allí se ha montado una teleco rural gracias a la fibra oscura, que es como se conoce a aquella que discurre por canalizaciones eléctricas o infraestructuras ferroviarias pero que no está activada. La cabezonería de un ingeniero ha conseguido que los vecinos ahora puedan tener mejor conexión que la que muchos de los lectores de estas líneas, ya que ofrece velocidades de hasta 1 Gbps. Pero este es un caso aislado y en absoluto generalizado.

Ahora parece que se abre una nueva esperanza. El próximo mes arrancará el proyecto Plan Único Demanda Rural. Hace unos días se anunció que Hispasat logró la adjudicación del contrato para ofrecer este servicio hasta 2027 por unos 76 millones de euros. Los habitantes que residen en las zonas elegibles solo tendrán que llamar a su operadora —aunque para hacerlo tengan que salir de sus comarcas— para que les ofrezcan un servicio de internet de 100 megas por 35 euros al mes, velocidad y precio fijo, no negociables.

Los 1,3 millones de habitantes de la España desconectada llevan años escuchando promesas

Además del router que todos tenemos en casa, estos vecinos necesitarán una antena parabólica para recibir internet, pero los gastos correrán a cargo de la empresa española de satélites. "El usuario no tiene que hacer ningún desembolso por la gestión ni la instalación, simplemente tiene que llamar a uno de los operadores que colabora en este proyecto y solicitar una conexión a internet vía satélite a 35 euros al mes", explica a El Confidencial Jorge Rodríguez, gerente de Producto en Hispasat.

La comunidad autónoma que más puede beneficiarse es, precisamente, aquella donde está Reyero. Se calcula que un 27% del territorio de Castilla y León podrá acogerse a este nuevo plan. Por detrás encontramos a Galicia (17%) y Andalucía (12%), pero todas las regiones españolas tienen sus zonas de blackout. En total, unos 2.700 municipios reúnen la principal característica para acogerse a este plan: disponer de una conexión menor a esos 100 Mbps.

En realidad, Hispasat ya ofrecía desde hace un tiempo un servicio mayorista de 100 Mbps en cualquier punto de la geografía española, pero para el mundo rural su precio no resultaba competitivo ya que era muy superior a las alternativas que ofrecían las redes terrestres. Ahora eso se ha ajustado y, además, se tramitará a través de las operadoras, lo que evitará altas, bajas y demás papeleo.

Operadoras: oportunidad o faena

Para las empresas, esto supone un cambio tan drástico como para los consumidores. Actualmente, las ofertas de internet para zonas rurales por ADSL ofrecen en torno a 20 o 30Mbps a cambio de precios de partida muy parecidos: entre 29 y 33 euros al mes. Si se opta por el internet por radio para tener algo más de velocidad, el coste se incrementa. Ahora, por un par de euros más, estarán obligados a ofrecer 100. Para colmo, ni siquiera podrán competir en precio o prestaciones. "El hecho de que hasta ahora se ofreciera por ese precio unos servicios de 20 o 30 Mbps evidencia la necesidad que existía de poner en marcha este plan, ya que el objetivo es que cualquier ciudadano disponga de una conexión de 100 Mbps a un precio asequible", indica Rodríguez. "El precio de 35 euros para el usuario final es fijo y está definido por la Administración, no puede ser ni superior ni inferior".

Esta tarifa resulta también una opción más asequible que la de Starlink, el servicio de internet por satélite de SpaceX, la empresa de Elon Musk, que lleva ya tiempo operando en España. Aquí el plan cuesta 70 euros al mes, aunque también es cierto que la velocidad máxima que puede alcanzar es de 350 mbps. A las facturas mensuales hay que sumar, eso sí, 390 euros de desembolso inicial para adquirir la antena necesaria para utilizarla.

placeholder Receptor de señal de Starlink. (SpaceX)
Receptor de señal de Starlink. (SpaceX)

Todo esto parece que acerca la solución a un problema histórico de España en lo que se refiere a la conectividad de zonas remotas, condenadas a una conectividad primitiva que no siempre alcanzaba su máximo teórico, ya que el rendimiento de las conexiones de cobre dependía de su distancia a la central de turno. Llevar fibra hasta los confines de la geografía patria nunca ha sido una opción viable.

A pesar de que se considera como algo esencial, está el espinoso asunto de quién paga la fiesta, que al final el despliegue de las redes, desde la liberalización del sector de las telecomunicaciones hace un cuarto de siglo, depende de un conjunto de empresas privadas como son Telefónica, Orange, Vodafone o MásMóvil, que se rigen por el principio de la rentabilidad.

"Es un asunto que suele pasar más o menos desapercibido, ya que el 90% de la población española se concentra en el 30% del territorio"

No parece muy factible pedir a estas compañías que tiren cable hasta un poblado donde viven medio centenar de almas para que lo contraten 4. Las cuentas no salen y durante años se ha escurrido el bulto y se ha mantenido la oferta de ADSL existente. Es un asunto que suele pasar más o menos desapercibido, ya que el 90% de la población española se concentra en el 30% del territorio y no experimentan ni de lejos estos problemas. Pero de vez en cuando entra la agenda pública, como fue en la negociación de los apoyos para la investidura de Pedro Sánchez cuando Teruel Existe puso este punto entre sus exigencias para dar el voto afirmativo.

Internet vía satélite es una buena manera de solventar los costes que conllevan otro tipo de conexiones pero también tienen letra pequeña. Por ejemplo, es un sistema sensible a las inclemencias meteorológicas. Con un día soleado y despejado no habrá problemas, pero las nubes y tormentas pueden interferir en sus capacidades e incluso interrumpirlas. En el caso de Hispasat, como ya comentaban en un reportaje en este periódico, lo que hacen es "incrementar la capacidad espectral" con el fin de que estas molestias se reduzcan. Aquí también entra en juego la potencia del satélite o el número que componen la red en cuestión. A mayor número de satélites, mayor posibilidad de saltar de uno a otro cuando las condiciones no sean óptimas.

El satélite ahorra costes de despliegue, pero tiene contrapartidas como la latencia

El otro problema que tradicionalmente presentan estos sistemas es el de la latencia, que es el tiempo desde que se hace clic hasta que se recibe la respuesta. La descripción del programa acordado con Hispasat recoge que la latencia máxima sería de 690 ms, en el peor de los escenarios. Esa cifra es demasiado elevada para determinadas actividades como jugar 'online' a algunos juegos o ver una serie en alta definición, aunque sus responsables aseguran que no habrá problemas para mantener una videollamada en condiciones, que era uno de los requisitos de este programa.

Ese tiempo es sensiblemente superior a la media de 20ms que suele ofrecer la fibra óptica. También es mayor, por ejemplo, del que ofrecen sistemas como Starlink que se mueve entre los 40ms y los 50ms, una cifra excelente pero que está por encima de los 20ms que llegaron a prometer en su aterrizaje en España. La primera de ellas tiene que ver con la latencia del servicio de Hispasat. Según la Descripción General del programa, la latencia media unidireccional que alcanzaría este servicio de internet satelital estaría en un máximo de 690 ms.

Los urbanitas condenados al ADSL

La paradoja de todo esto, al menos de forma temporal, es que internet por satélite permitirá a un pueblo como Reyero o una aldea de menores dimensiones tener una conexión que la que disfrutan algunos domicilios y comercios en el centro de algunas ciudades como Granada, Zaragoza, Santiago de Compostela o Badalona. ¿La razón? Las normas de patrimonio para proteger ciertas zonas y edificios históricos imposibilitan el despliegue o, en el mejor de los casos, multiplica el coste de hacerlo exponencialmente, obligando a los ayuntamientos a negociar con la teleoperadora de turno soluciones a medida y subvencionando gran parte de las obras.

placeholder Adsl Home Router Broadband Wireless Modem
Adsl Home Router Broadband Wireless Modem

Es el caso de Toledo, donde el consistorio alcanzó con Telefónica un acuerdo para conectar el cogollo central del municipio en 2019. El objetivo era llevar banda ancha a 3.600 viviendas y 900 negocios. La alcaldesa, Milagros Tolón, habló de "negociaciones difíciles" dada la singularidad del despliegue. A pesar de ello, muchos tuvieron que pasar la pandemia con una conexión que no daba para hacer una "videollamada ni con la cámara apagada".

En el centro histórico de algunas ciudades siguen condenados al ADSL

San Sebastián es otro buen ejemplo de cómo van de lentas las cosas. En 2016 se anunció que la central de cobre de San Marcial se apagaría en 2021.

Sin embargo, la declaración de la Zona Vieja como conjunto monumental en 2019 obligó a plantear un despliegue mucho más personalizado de la fibra óptica. Al recibir esta condición, la normativa obliga a minimizar hasta el extremo el uso de elementos visualmente contaminantes en los edificios de la zona, como cartelería, toldos o cajetines de conexiones telefónicas. A día de hoy, todavía no se han conectado todas las comunidades de esa parte de la ciudad.

"En estas zonas históricas cada casa es diferente. La gran mayoría, al ser antiguas, no tienen ni cuarto de comunicaciones", explicaba a este periódico Claudia Fuentes Rueda, gerente y propietaria de TM Digital, un pequeño operador que actúa en Granada y alrededores. Allí en zonas del centro y del Albaicín llevan demandando esta conectividad años sin que se les haya dado una solución. "Es la pescadilla que se muerde la cola. Son edificios considerados bien de interés cultural, entonces hay que olvidarse de tirar cable por fuera. El problema es que hacerlo por arquetas puede ser muy costoso".

El negocio que despega

Este negocio, el de la comunicación satelital, se ha empezado a poner de moda a todos los niveles. En el lado de la electrónica de consumo, tanto Huawei como Apple lanzaron el año pasado terminales capaces de conectarse a este tipo de redes. En estos dos casos, el sistema estaba ideado para enviar un mensaje emergencias.

Pero en el pasado CES de Las Vegas, Qualcomm dio un paso con el lanzamiento de un sistema para terminales Android diseñado tanto para enviar como para recibir mensajes de texto vía SMS y también en otras apps como WhatsApp. En el lado de las operadoras también está empezando a formarse parejas de baile para este negocio: Elon Musk se ha aliado con T-Mobile para ofrecer conectividad móvil por satélite a todos los clientes de la operadora. 

Estos movimientos también han llegado a nuestro país. Y lo hará de la mano de Vodafone. La teleco tiene previsto iniciar el piloto de la primera red de banda ancha móvil espacial en Europa a finales del verano, tal y como anunció durante MWC 2023. Un piloto que conectará directamente la señal del satélite de prueba BlueWalker3 (BW3) de la empresa estadounidense AST SpaceMobile con teléfonos móviles estándar 5G, 4G y 2G, sin necesidad de ningún tipo de adaptación o modificación. 

Este proyecto tiene como objetivo, una vez se superen los trámites técnicos, legales y regulatorios correspondientes, ampliar la huella de cobertura 4G y 5G actual en España hasta un 95%. En un futuro, explica la operadora, esta tecnología podría extender la conectividad y proporcionar cobertura móvil a áreas rurales, remotas o de difícil acceso y corredores marítimos, además de proporcionar comunicaciones instantáneas en caso de desastres naturales o humanitarios.

Reyero, en León, es actualmente el mayor núcleo de población totalmente desconectada de España. Los 123 habitantes de este municipio, situado en la Montaña Oriental Leonesa, no disponen de conexión a internet o de 4G en el móvil. Podrían quejarse a Movistar, la empresa que instaló el único repetidor que hay en los alrededores y que se quedó en el 2G, pero incluso hacer llamadas les supone una tortura porque la red "nunca está disponible", según han denunciado en repetidas ocasiones.

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