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La España desconectada: así es el drama de vivir sin cobertura y que a nadie le importe
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La España desconectada: así es el drama de vivir sin cobertura y que a nadie le importe

Un centenar de pueblos tienen nula o muy escasa cobertura móvil. Los operadores se niegan a invertir y el Estado no les puede forzar. Sin señal, estos núcleos están condenados a morir

Foto: Una mujer camina por la carretera de Navacepedilla de Corneja. (David Brunat)
Una mujer camina por la carretera de Navacepedilla de Corneja. (David Brunat)

En Navacepedilla de Corneja viven 35 personas y casi siempre hay alguna en el cementerio. A veces se juntan dos y tres coches frente a la tapia. No es que Navacepedilla tenga la tasa de mortalidad más alta del país ni un gran fervor cristiano. Se trata de personas que suben los 700 metros que hay hasta el cementerio porque es el único lugar con cobertura de teléfono en todo el municipio. A veces allí se sube hasta el mismo alcalde. O los turistas desesperados que ya no saben adónde ir para contactar con sus allegados o comprobar su WhatsApp.

Entrada ya la tercera década del siglo XXI, en España sigue habiendo decenas de municipios sin cobertura móvil o con una señal tan débil que apenas permite hacer llamadas, y a veces ni eso. Este diario ha localizado 40 núcleos de población sin ningún tipo de conexión telefónica y otros 88 núcleos con un acceso prácticamente nulo, en base a los datos oficiales del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Son núcleos de población condenados a morir por la desidia de los operadores telefónicos, que sencillamente no ven ningún beneficio en invertir allí en infraestructura, y por la incapacidad de encontrar soluciones por parte del ministerio y de los respectivos gobiernos autonómicos. Si fijar población en el medio rural ya de por sí es complicado, hacerlo sin ofrecer a sus habitantes una mínima conexión telefónica es literalmente imposible.

Navacepedilla de Corneja se ubica en las faldas del macizo de la Serrota, junto a la sierra de Gredos, en Ávila. El lugar es tan atractivo que incluso sin ninguna cobertura telefónica hay un hotel de 84 camas, dos casas rurales, un bar y un restaurante gastronómico. Eso no impide que Navacepedilla tenga hoy un futuro negrísimo. “Si tuviéramos cobertura y un acceso a internet decente, aquí estarían viviendo unas 20 personas jóvenes que tienen casa y les gustaría establecerse. Tengo amigos que han querido venirse pero, como no han logrado tener un ADSL que les garantice ocho horas a buena velocidad y sin cortes, no se han venido. Esa es la diferencia entre un pueblo con futuro y otro sin”, cuenta Marian Mendoza, gerente del restaurante La Plaza, que subsiste gracias a la tenacidad de sus responsables y a la calidad de su oferta, que atrae a clientes de toda la zona.

placeholder Plaza mayor de Navacepedilla de Corneja, en Ávila. (D.B.)
Plaza mayor de Navacepedilla de Corneja, en Ávila. (D.B.)
placeholder Emilio Jiménez y Marian Mendoza frente al restaurante La Plaza, en Navacepedilla. (D.B.)
Emilio Jiménez y Marian Mendoza frente al restaurante La Plaza, en Navacepedilla. (D.B.)

En La Plaza, por ejemplo, hace tiempo que quitaron el datáfono. “Nos daba muchos problemas, se iba la señal en mitad de un pago, no sabías si habías cobrado y era muy incómodo para todos”, cuenta el chef Emilio Jiménez. “También a veces tenemos clientes que se van sin comer porque no pueden estar sin cobertura de teléfono, o que comen nerviosos. Algunos ya nos han dicho que no vienen porque no hay cobertura. Es muy bucólico irte a un sitio sin teléfono pero la gente cuando sale a comer no siempre es por ocio, también hay reuniones de trabajo en las que hay que consultar cosas o estar localizado. Eso nos perjudica mucho”.

El alcalde de Navacepedilla, Antonio Mendoza, ha perdido la cuenta de las reuniones, llamadas y cartas enviadas reclamando algo tan sencillo como cobertura móvil. Todos los alcaldes afectados resoplan al recordar todas las reuniones, todo el tiempo perdido, todas las promesas incumplidas. Este pasado fin de semana en Navacepedilla ni siquiera hubo telefonía fija. No hay mes en que no falle la línea algún día.

Mendoza remitió una carta al subdelegado del Gobierno en Ávila para expresar su “indignación por los habituales cortes de suministro” y para recordarle que “Telefónica de España es perfectamente conocedora de los problemas que se vienen produciendo desde hace YA MUCHOS AÑOS [las mayúsculas son suyas] por la falta de mantenimiento o inversión en la red”, cuestión de la que Mendoza lleva quejándose desde el año 2010. Y le recordó al subdelegado el peligro de que “ante una urgencia médica no se pueda dar aviso a los servicios médicos”.

Los pueblos no dan dinero

Estamos en el callejón sin salida de siempre. Las operadoras de telefonía, principalmente Telefónica, no tienen ningún interés comercial en dotar de infraestructura a núcleos urbanos de 20, 50 o 100 viviendas, y las administraciones no son capaces de encontrar una solución definitiva, que pasa principalmente por sufragar ellas lo que las empresas no quieren pagar. El resultado: pasan los años, la población envejece, cierran los negocios y las escuelas, y ninguna familia joven quiere mudarse a un lugar con unas telecomunicaciones del año 1960.

Pasan los años, la población envejece, cierran los negocios y las escuelas, y nadie quiere mudarse a un lugar con telecomunicaciones de 1960

Según el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, el 99,9% del territorio español cuenta con cobertura 4G y un 90% dispone de banda ancha. Son datos del año 2019. “En banda ancha tenemos como objetivo ampliar la cobertura al 100% de la población a 100 Mbps en 2025, con un hito intermedio que es cobertura del 100% de 30 Mps en 2023. Acabamos de presentar un plan para la conectividad que invertirá 583 millones en 2021 y más de 2.320 millones hasta 2025 para llegar a ese 100%”, señalan a este periódico.

placeholder Zamayón pagó una repetidor de telefonía instalado sobre el tejado del ayuntamiento. (D.B.)
Zamayón pagó una repetidor de telefonía instalado sobre el tejado del ayuntamiento. (D.B.)

“Cada año es lo mismo. Te prometen que este año sí van a traerte la fibra, que este año sí van a instalarte el repetidor de telefonía. En el año 2000 dijeron que todos los pueblos de España tendrían internet y cobertura telefónica para 2010 y es mentira, nos han engañado miserablemente”, se lamenta Ángel Luis del Arco, alcalde de Zamayón, un municipio de Salamanca con 206 empadronados y escuela abierta para primaria y secundaria.

Si Zamayón tiene vida es por las explotaciones ganaderas, que fijaron población años atrás. Pero esos ganaderos envejecen y pocos jóvenes se animan a vivir en un pueblo sin cobertura móvil. Aguantan el bar que regenta el alcalde, el hogar del jubilado y una farmacia. “Luego ves a los inmigrantes en las costas de África que se comunican con sus móviles cuando se suben a las pateras y aquí no podemos hacer ni eso. En telecomunicaciones estamos peor que en el tercer mundo”, resopla Del Arco.

En Zamayón han montado un sistema rocambolesco para conectarse al mundo que hay que explicarle a todo el que llega nuevo. Para empezar: si tu operador es Movistar estás de suerte, tendrás una rayita de señal en casi todo el pueblo gracias a una antena repetidora instalada en lo alto del ayuntamiento, servicio que pagó el pueblo de su bolsillo. Los vecinos admiten que funciona peor de lo esperado, pero que sin ella no habría ni siquiera señal. Si tu operador es Vodafone, junto al bar del alcalde hay una valla de metal donde podrás encontrar una raya. La valla es famosa en Zamayón por este motivo. Si tienes cualquier otro operador, estás perdido.

¿Y el acceso a internet? El pueblo ha instalado un servicio público de wifi gracias a una torre de telefonía que pagó el ayuntamiento años atrás para ayudar a las operadoras a traer la cobertura al pueblo. Ni así lo logró, así que esa torre sirve hoy para dar señal wifi gracias a un servidor instalado por Vodafone. Cada vecino tiene un usuario y se ‘loguea’ cada vez que necesita acceso en un espacio público. Funciona lento pero seguro en la mayoría de las calles.

“Nos gastamos 13.000 euros en poner esa torre para que las operadoras no tuvieran excusas de que era muy caro traernos cobertura, pero ni así. Ahora vamos a pagar unos 60.000 euros para amplificar la señal wifi dentro de las 60 viviendas activas del pueblo. O lo pagamos nosotros, o aquí nadie nos hace ni caso”, protesta el alcalde. La mayoría de vecinos tiene instalado ADSL en sus hogares, pero la velocidad es tan lenta que es habitual que se cuelgue con tan solo entrar en la aplicación del banco. Velocidad de hace 20 años pero con tarifas de 2021.

placeholder Repetidores de telefonía instalados en Zamayón, Salamanca. (D.B.)
Repetidores de telefonía instalados en Zamayón, Salamanca. (D.B.)

Castilla y León es la comunidad autónoma con más puntos negros en toda la península. En parte es lógico. Es la comunidad más extensa y con los núcleos de población más disgregados, pequeños y envejecidos. Todo esto junto ahuyenta a las operadoras de telefonía, que tienen los pueblos de Castilla y León al final de su lista de intereses comerciales.

La dirección general de Telecomunicaciones de Castilla y León señala que un 99,3% de su población tiene acceso a redes móviles 3G y un 98,7% a 4G. No obstante, reconoce a este periódico que no puede forzar a un operador a dar servicio a un municipio desconectado. La Administración puede incentivar con subvenciones la inversión en determinado núcleo, pero si el operador no tiene interés el concurso queda desierto. “No se puede condicionar la libertad de los operadores para elegir los lugares que serán objeto de sus proyectos. Ellos deciden libremente el alcance de los proyectos y las localidades en función de sus planes de negocio y de despliegue”, indican desde la dirección.

"No se puede condicionar la libertad de los operadores para elegir los lugares objeto de sus proyectos", argumentan desde Castilla y León

De un modo algo más adornado se lo hizo saber Telefónica, en una carta firmada por su presidente, Emilio Gayo, al alcalde de Navacepedilla cuando este, ya desesperado, se dirigió a él expresamente en 2019. “Navacepedilla de Corneja no tiene previsto despliegue este año, pero sí que forma parte de esos municipios para los que estamos buscando una solución”, le informó Gayo. Han pasado dos años y la situación es exactamente la misma.

placeholder Sonsoles Sánchez, frente al hotel Ribera del Corneja. (D.B.)
Sonsoles Sánchez, frente al hotel Ribera del Corneja. (D.B.)

Sonsoles Sánchez es la directora del hotel Ribera del Corneja. Está harta de tener que justificar ante sus clientes que no hay cobertura móvil y que la velocidad del wifi “es ligera, por no decir ligerísima”. Esto ya le ha provocado cancelaciones y broncas años atrás, cuando abrió el hotel y tuvo varios eventos de empresa fallidos. El lugar tiene tanto encanto que no para de organizar bodas y las opiniones de los usuarios en internet son casi inmejorables; pero no poder traer a empresas, trabajadores de paso o campamentos de verano dificulta su futuro y el del pueblo, que se nutre de esos visitantes para sobrevivir.

“Como no aprovechemos este momento en que la gente está desando salir de las ciudades para conseguir cobertura y buen acceso a internet estamos perdidos. Es ahora o nunca”, suspira la directora. El propietario del hotel está incluso dispuesto a pagar parte de la antena repetidora o la infraestructura que haga falta para traer la cobertura, ya que ningún operador tiene el más mínimo interés.

La ley protege a Telefónica

En realidad, estos pueblos han caído en la trampa de los operadores y la legislación española. La ley dice que los servicios de telecomunicaciones se prestan en régimen de libre competencia por los operadores privados; por lo tanto, su actuación viene determinada por sus propios intereses de negocio y por la rentabilidad de las inversiones que llevan a cabo. La ley sí permite al Estado imponer algunas obligaciones de servicio público a los operadores en materia de telecomunicaciones, el denominado Servicio Universal, cuyo operador designado es Telefónica, pero esa obligación se ciñe solamente a la telefonía fija.

El Estado está obligado a velar por que Telefónica dé servicio de telefonía fija a toda la población. Cumpliendo con eso y con una conexión a internet de 1Mbps, lo cual sobre el papel se cumple en todos los casos, por mucho que el tendido telefónico falle y el ADSL se cuelgue constantemente, Telefónica ya cumple. En cuanto a cobertura móvil, la ley no dice nada y Telefónica no tiene mayor obligación. El Estado no puede imponer a los operadores que presten ese servicio; y como ellos eligen dónde invierten y dónde no, existen estos núcleos de población abandonados en los que ni con subvención pública se logra darles cobertura móvil.

placeholder Palacios del Arzobispo, uno de los pueblos desconectados. (D.B.)
Palacios del Arzobispo, uno de los pueblos desconectados. (D.B.)
placeholder Regina Isabel Herrero, alcaldesa de Palacios del Arzobispo. (D.B.)
Regina Isabel Herrero, alcaldesa de Palacios del Arzobispo. (D.B.)

“Aquí ya hemos aprendido hace tiempo que o nos cuidamos nosotros mismos o nadie va a venir a ayudarnos en nada”, afirma Regina Isabel Herrero, alcaldesa de Palacios del Arzobispo (161 habitantes), municipio aledaño a Zamayón. Una antena de telefonía pegada a una de las paredes de la iglesia da algo de señal, pero poco más. Desde esa antena salen un ramillete de cables que se extienden a lo largo del pueblo y que dan a los postes de luz el clásico aspecto de los poblados chabolistas enganchados al suministro. El ayuntamiento ha habilitado un wifi público que da cobertura a la plaza Mayor, pero en horario de oficina a veces hay que cortarlo para que los administrativos del ayuntamiento puedan trabajar en condiciones. Por suerte, la Unión Europea les ha aprobado una subvención de 14.000 euros para instalar una señal pública independiente.

"Hay al menos cuatro familias que me han dicho que se vendrían a vivir si tuviéramos cobertura y buena señal de internet"

Una tienda, dos bares y dos talleres de chapa son los últimos negocios de Palacios del Arzobispo. “Hay al menos cuatro familias que me han dicho que se vendrían a vivir si tuviéramos cobertura y buena señal de internet. Una familia de Madrid pasó aquí el confinamiento y pasaron un verdadero calvario para trabajar. Yo ya no sé a quién acudir, si ni siquiera puedo hablar con un responsable cuando llamo a Movistar”, se queja la alcaldesa. Su próximo proyecto para dar algo de cobertura móvil al pueblo es instalar un repetidor en una de las puntas del pueblo para amplificar la señal. Un aparato que, por supuesto, pagará el municipio.

El Ministerio de Asuntos Ecómicos y Transformación Digital asegura que “el despliegue de fibra óptica es de los más altos de Europa” y adelanta que seguirá ampliando internet de alta velocidad hasta alcanzar el 100% en el año 2025. Según la Comisión Europea, España ocupa el puesto 11 entre los países más digitalizados de la Unión. Mientras la fibra óptica llega a los pueblos, la oportunidad de fijar población desde ya mismo gracias al efecto de la pandemia en las grandes ciudades se va diluyendo.

En Navacepedilla de Corneja viven 35 personas y casi siempre hay alguna en el cementerio. A veces se juntan dos y tres coches frente a la tapia. No es que Navacepedilla tenga la tasa de mortalidad más alta del país ni un gran fervor cristiano. Se trata de personas que suben los 700 metros que hay hasta el cementerio porque es el único lugar con cobertura de teléfono en todo el municipio. A veces allí se sube hasta el mismo alcalde. O los turistas desesperados que ya no saben adónde ir para contactar con sus allegados o comprobar su WhatsApp.

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