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El negocio oculto del rey del glutamato: así se ha forrado con las sobras de su producto estrella
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EN TU ROLLITO DE PRIMAVERA Y EN TU PC

El negocio oculto del rey del glutamato: así se ha forrado con las sobras de su producto estrella

Ajinomoto es conocido mundialmente por el potenciador de sabor que reina en procesados y restaurantes chinos. Ahora se ha destapado como un actor crítico para la industria mundial de los microchips

Foto: Botes del glutamato de Ajinomoto.
Botes del glutamato de Ajinomoto.
Las claves
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Chulapas, murcianicas, granaínas...

Terruño y glutamato, la fórmula secreta para vender lo mismo a toda España
J. Melguizo Á. Villarino

Se encuentra presentes en cientos de productos a nuestro alrededor. Procesados, aperitivos como pipas o maíces fritos y, muy probablemente, haya empapado el último rollito de primavera que se comió en su restaurante chino de cabecera. El glutamato monosódico, un conocido que se utiliza para multiplicar el gusto de los alimentos, hizo hasta un particular cameo en la moción de censura protagonizada el mes pasado por Tamames. "Vox es el glutamato de la derecha: un simple potenciador del sabor más extremo y radical", espetó desde la tribuna el presidente Pedro Sánchez en su réplica a Santiago Abascal en el Congreso de los Diputados.

Lo que pocos podrían imaginar es que este aderezo está también presente en el interior de tu portátil. Ya no solo es que se utilice para la fabricación de estos y otros componentes electrónicos, es que además está resultando un negocio muy rentable.

Al menos para un peso pesado del gremio como el grupo Ajinomoto, uno de los mayores fabricantes de este condimento y uno de los más conocidos a nivel mundial. No en vano, gracias a esta particular situación está atravesando su mejor momento en décadas, después de aprovechar los vientos de cola que han supuesto para algunas empresas la escasez mundial de semiconductores, una crisis que destapó en 2020 y que todavía está lejos de solucionarse.

La compañía, que ha vuelto a romper su propio techo bursátil, acaba de cerrar su año fiscal. Y todo apunta a que cuando presente las cuentas, estas vendrán acompañadas con un nuevo ejercicio de récord, como ha ocurrido cada curso desde que el covid-19 pusiese patas arribas la vida de medio mundo y la OMS declarase la pandemia.

Del sazonador a tu CPU

Alguno podría pensar que ese extra de volumen de negocio se debe a la explosión de aficionados a los fogones y la repostería que salieron debajo de las piedras con los confinamientos. Cabe recordar que el glutamato es el producto estrella de la casa, hasta el punto de que el nombre de la multinacional, Ajinomoto, significa la esencia del sabor. Pero nada más lejos de la realidad. El éxito radica en un producto muy especial, conocido en la industria de los microchips por las siglas ABF. En una traducción gruesa, podría definirse como aislamiento de microfilm.

Foto: Empleados de ASML, finalizando el montaje de una de las máquinas de litografía extrema ultravioleta. (Reuters)

Es una resina que a día de hoy está presente prácticamente en todos los ordenadores y portátiles del mundo. Se estima que hasta un 90% de PC han sido fabricados con este ingrediente, que se encuentra concretamente en el procesador, donde se utiliza como aislante eléctrico en los circuitos que componen estas piezas. Entre sus virtudes, destaca la de poder resistir aumentos críticos de temperatura. Esta característica le hace idóneo para recubrir procesadores y otros componentes.

Sus orígenes se remontan a la década de los setenta, cuando la compañía empezó a investigar con lo que sentaría las bases de este producto. Sin embargo, se tuvo que esperar casi 30 años para que tuviese su oportunidad y entrase en el mercado. Lo hizo a mediados de la década de los noventa, cuando la industria de la informática estaba inmersa en la transición de MS-Dos a Windows. Un fabricante de componentes ya extinto acudió a Ajinomoto con la esperanza de que su experiencia creando materiales adhesivos desde 1940 les sirviese para crear un material aislante. En 1999, ABF se estrenó en el mercado.

Química de aprovechamiento

El ABF no es glutamato, pero está hecho de sus restos. Para lograr el producto estrella alimenticio de su catálogo, Ajinomoto coge azúcar y lo fermenta hasta que se convierte en ácido glutámico. El sazonador que llega a nuestras casas se consigue al mezclar dicho ácido con sodio extraído de la sal. Es en este último proceso de separación en el que se produce un desecho en forma de parafina que se utiliza como base para la mencionada resina, que se logra al mezclarla con una serie de sustancias adhesivas. Vamos, que el ABF es cocina de aprovechamiento, pero en versión química.

Foto: Técnicos aprendiendo a montar una máquina de ASML. (Reuters/Ann Wang)

No es el único producto que vende la compañía nipona, pero sí el más popular. Según Research Report, la producción y venta de ABF supuso el pasado año un negocio global de 4.000 millones de dólares. Se espera que para 2027 esta cifra escale hasta los 10.000 millones. En el último ejercicio fiscal (el que se cerró en marzo de 2022), Ajinomoto consiguió aumentar la facturación de su departamento de materiales más del 50%. A pesar de ello, el negocio clave sigue siendo el de toda la vida. Tres cuartas partes de sus ingresos siiguen generándoose gracias a la venta del glutamato y otros productos alimentarios, como salsas o condimentos.

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Foto: E. Laurent.

Es cierto que la historia del ABF no siempre ha sido tan brillante. No se emplea en telefonía móvil y, por tanto, su demanda se desplomó la pasada década. Sin embargo, ahora están teniendo una segunda gran oportunidad. La remontada vino de la mano del aumento de la demanda de portátiles a raíz del coronavirus, pero ahora que la vieja normalidad ha vuelto no parece que vaya a retroceder. La razón, tecnologías como la inteligencia artificial, que conllevará un notable aumento de los equipos que sostienen los centros de datos en todo el mundo.

No se usa en móviles, pero la proliferación de centros de datos le ha dado un nuevo impulso

Ajinomoto tiene un dominio bastante extendido del mercado, aunque es cierto que hay otros fabricantes de sustratos que pueden proporcionar materiales con propiedades similares.

El de Ajinomoto es un caso parecido al de ASML y sus equipos de litografía ultravioleta extrema. Solo ellos pueden producir la resina ABF así que mientras no haya alternativas, no habrá otra manera que pasar por su aro. Y esperarles. Los plazos de entrega, en muchos casos, alcanzan las 30 semanas, lo que ayuda a la escasez que se ha instalado en el negocio. Intel y AMD llevan tiempo explorando una alternativa, pero los expertos descartan que esto ocurra en el corto plazo.

Se encuentra presentes en cientos de productos a nuestro alrededor. Procesados, aperitivos como pipas o maíces fritos y, muy probablemente, haya empapado el último rollito de primavera que se comió en su restaurante chino de cabecera. El glutamato monosódico, un conocido que se utiliza para multiplicar el gusto de los alimentos, hizo hasta un particular cameo en la moción de censura protagonizada el mes pasado por Tamames. "Vox es el glutamato de la derecha: un simple potenciador del sabor más extremo y radical", espetó desde la tribuna el presidente Pedro Sánchez en su réplica a Santiago Abascal en el Congreso de los Diputados.

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