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Ni las quiebras hunden al bitcoin: nadie sabe por qué está resucitando otra vez
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SUBIDA DEL 38%

Ni las quiebras hunden al bitcoin: nadie sabe por qué está resucitando otra vez

La criptomoneda ha tenido un repunte en los últimos días, algo que nadie esperaba: su precio ha vuelto a alcanzar los 23.000 dólares

Foto: La conferencia 'A Lightning Summit' en El Salvador, el pasado noviembre. (Reuters / Jose Cabezas)
La conferencia 'A Lightning Summit' en El Salvador, el pasado noviembre. (Reuters / Jose Cabezas)

Bitcoin ha resucitado, al menos, durante unos días. El pasado domingo, la criptomoneda por excelencia marcaba un nuevo máximo de 23.232 dólares, su mejor dato desde mediados de agosto de 2022. Si se compara con el precio que tenía hace un mes, la subida es del 38% y ha llegado cuando prácticamente nada apuntaba a que fuera a suceder algo así. La bancarrota de FTX ha provocado la caída en cascada de otros proyectos como BlockFi o Genesis. Este último quebró la semana pasada, algo que no parece haber tenido ningún impacto en estos mercados. Es lo que ha hecho que ahora nadie tenga claro qué está ocurriendo.

"Hay opiniones de todos los colores. Siempre se escapan factores, tanto cuando sube como cuando baja", reconoce Fernando Gutiérrez, inversor en criptomonedas. De hecho, la caída de bitcoin no ha sido en picado ya que, desde que alcanzó su máximo histórico en noviembre de 2021, cada bajón ha ido acompañado de algún pequeño repunte. Por ejemplo, el pasado noviembre tocó el que por ahora es su suelo, los 15.600 dólares. Lo tocó justo el día en que FTX anunció su colapso, algo que las autoridades consideran que ha sido uno de los mayores fraudes financieros de la historia.

Foto: Sam Bankman-Fried, frente a la Corte Federal de Manhattan. (Reuters/Jeenah Moon)
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"Aunque es relativamente normal, esta vez sí que está siendo más sostenido. Llevamos muchos días de mercado al alza, mientras que otras veces han sido periodos más cortos", continúa este especialista, que se define como "optimista, pero moderado" respecto a esta situación. Sin embargo, hay un aspecto que casi nadie duda que ha tenido una gran influencia en la subida de estos días: la mejora de las previsiones económicas.

El pasado año, la correlación entre el precio de las criptomonedas y el índice S&P 500 alcanzó máximos históricos. Es lo que explica que gran parte de las grandes bajadas de estas monedas digitales hayan tenido como precedente las subidas de tipos de interés —es decir, el encarecimiento de las deudas— anunciadas por los principales bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco Central Europeo. La clave está en que, a medida que subía el precio de bitcoin, iban apareciendo más inversores tradicionales –incluso fondos como Sequoia Capital o Andreessen Horowitz (a16z)–, algo que ha acabado ligando su destino al de estos mercados.

Tal y como se puede ver en el gráfico anterior, la recuperación es mucho más pronunciada que la que ha tenido S&P. "Igual que caen de forma más marcada, también suben con más intensidad", explica Gutiérrez. "Todo el mundo está pensando que lo peor de las subidas de tipos de interés e inflación ha pasado y ahora va a relajar".

No hay tregua para la industria

La resurrección inesperada de bitcoin ha tenido lugar a la par que más empresas de la industria han seguido declarándose en quiebra o anunciando despidos. Entre los primeros, el caso más reciente es el de Genesis. El pasado viernes, la primera se declaró en quiebra después de haber congelado la retirada de fondos poco después del colapso de FTX. A su vez, una firma con la que estaban asociados, Gemini, ha amenazado con demandarles casi a la par que anunciaba un recorte del 10% de su plantilla.

Días antes, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) había denunciado a la empresa, que tenía un funcionamiento similar al de Celsius, otra de las grandes caídas en este criptoinvierno. Cabe recordar que esta firma es parte de Digital Currency Group (DCG), que a su vez también es propietario de CoinDesk, el medio que sacó a la luz las vergüenzas de FTX, y cuyo futuro es ahora una incógnita.

Foto: Un investigador de un laboratorio de nanotecnología en la Universidad del Sur de la Florida. (Getty/Joe Raedle)

Sea como sea, lo cierto es que los despidos han sido la tónica general en estos meses, al igual que ha ocurrido en otras empresas tecnológicas, incluidas las más grandes. El pasado 13 de enero, uno de los exchanges que más había crecido en estos años, Crypto.com, confirmaba el despido del 20% de su fuerza laboral, algo que afectaría a unos 800 empleados. Coinbase, la segunda empresa más importante de este nicho, había hecho un ajuste de las mismas proporciones. Era su segunda ronda de recortes y, entre ambas, han dejado a la empresa con 2.000 trabajadores menos.

Es algo que no hace tanto hubiera supuesto una nueva caída para las criptomonedas, pero que ahora no parece haber tenido ningún impacto. "Hemos llegado a un punto de dolor que ha hecho que la gente esté insensibilizada a las malas noticias. El que tenía miedo ya ha vendido", incide Gutiérrez, que hace hincapié en que "se ha pasado el pánico y ya se habla menos de que bitcoin puede caer a 9.000 dólares". "Hay un suelo a partir del que la gente está volviendo a entrar. El tamaño medio de las operaciones está creciendo, algo que hace pensar en grandes compras de inversores con un buen capital", advierte este inversor.

Bitcoin ha resucitado, al menos, durante unos días. El pasado domingo, la criptomoneda por excelencia marcaba un nuevo máximo de 23.232 dólares, su mejor dato desde mediados de agosto de 2022. Si se compara con el precio que tenía hace un mes, la subida es del 38% y ha llegado cuando prácticamente nada apuntaba a que fuera a suceder algo así. La bancarrota de FTX ha provocado la caída en cascada de otros proyectos como BlockFi o Genesis. Este último quebró la semana pasada, algo que no parece haber tenido ningún impacto en estos mercados. Es lo que ha hecho que ahora nadie tenga claro qué está ocurriendo.

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