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Radares y cazas perdidos: las pistas que indican un giro en la guerra en Ucrania
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Traslado de tropas y más armamento

Radares y cazas perdidos: las pistas que indican un giro en la guerra en Ucrania

Mientras las amenazas nucleares de Putin van y vienen, sobre el terreno Ucrania y Rusia están dando señales de un posible cambio de estrategia. Estos son los movimientos que pueden anticipar un cambio

Foto: Lanzador de misiles MIM-23 Hawk del ejército rumano (Reuters)
Lanzador de misiles MIM-23 Hawk del ejército rumano (Reuters)
Las claves
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"UN 30% DE PROBABILIDAD DE GUERRA NUCLEAR"

Drones, satélites y miedo: Ucrania se está convirtiendo en el gran laboratorio militar
Manuel Ángel Méndez
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El refrán dice que tras la tempestad viene la calma, pero lo contrario también aplica. Ucrania está viviendo una aparente tranquilidad en los frentes, pero están ocurriendo algunos sucesos que pueden significar el preludio de lo que está por venir. En el lado ruso, más allá de las cambiantes amenazas nucleares de Putin, se puede apreciar el traslado de tropas y la evacuación de civiles de Jersón, además de los extraños accidentes con aviones de combate o la famosa ‘bomba sucia’. También hay movimientos por la parte ucraniana, que recibe material antiaéreo a toda prisa y que podría estar preparando alguna sorpresa.

Rusia ha conseguido recuperar parte de la iniciativa perdida gracias a su cambio de estrategia y al empleo de los drones iraníes. Una nueva estrategia que, mientras causa grandes penalidades a la población civil, da pie al optimismo en los sectores prorrusos. Es difícil de estimar cuánto va a durar esta situación, porque el presidente ucraniano Volodímir Zelenski necesita recuperar el impulso y volver a acaparar la atención. En parte, por su propia población civil, pero también porque debe mantener ese apoyo internacional del que depende su estrategia.

Foto: Misiles de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, en sus siglas en inglés), una rama de las Fuerzas Armadas iraníes. (EFE)

Justo por ese motivo, Rusia tendrá que tomar medidas, que podrían ir desde una defensa a muerte del terreno ocupado hasta las acciones ofensivas. Lo cierto es que están teniendo algunos éxitos. Por ejemplo, están consiguiendo buenos resultados contra objetivos militares, logrando destruir con sus drones unas cuantas baterías antiaéreas y de artillería ucranianas. También hay otros signos de avance, como son las pruebas de que sus helicópteros de ataque Kamov Ka-52 han empleado –y ha salido bien, según parece– misiles guiados de última generación, aunque sufriendo tremendas pérdidas.

Lo mismo se podría decir de los Su-34, que en un vídeo difundido por el canal de televisión Zvezda –dirigida por el Ministerio de Defensa ruso– podían verse imágenes de estos sofisticados aviones de ataque armados con misiles guiados Kh-29T, la variante con guiado por televisión, equipada con una cámara en el morro. Con este sistema, el piloto designa un objetivo que sea identificable en tierra y, una vez que el misil lo ha ‘enganchado’, se lanza y se dirige hasta el blanco de forma autónoma. Una sorpresa, pues hasta ahora lo normal era verlos con bombas de caída libre.

placeholder Kamov Ka-52 con parte de su panoplia de armas. (Juanjo Fernández)
Kamov Ka-52 con parte de su panoplia de armas. (Juanjo Fernández)

Las opciones de Putin

La sospecha de que pueden optar por una defensa férrea tiene sus razones. Por un lado, están fortificando buena parte de las líneas del frente de los territorios ocupados, muchas de ellas a base de trincheras e, incluso, esto más insólito, defensas a base de fosos y obstáculos ‘antitanque’ en la región de Kursk y Volgorod, en las propias fronteras rusas con Ucrania.

Lo anterior podría indicar que se continúa con la estrategia de castigo a las ciudades, apostando por una guerra estática y larga que doblegue a Kiev por agotamiento. A esta idea también contribuye el hecho de que se estén enviando miles de soldados como refuerzo al frente de Jersón, ciudad clave que Rusia no está dispuesta a ceder ‘gratis’. Sin embargo, podría suponer una verdadera catástrofe si sus tropas se quedan aisladas. También podrían optar por lanzar una ofensiva o realizar un esfuerzo máximo, intensificando sus ataques con el nuevo material que esperan recibir de Irán o, también, lanzando su aviación a la batalla.

Foto:  IRIS-T. (Dihel Defence)

En este punto, resulta significativo el hecho de que en las últimas semanas se hayan producido tres fatales accidentes con aviones de combate, en los que han perdido un Su-25, un MiG-31 y un Su-34. Estos infortunios, que se han dado en zonas alejadas del frente, podrían no ser casuales. La explicación vendría por tres factores unidos. El primero es que se están intensificando los vuelos de adiestramiento, mientras que el segundo es que estos vuelos estarían buscando completar el entrenamiento de pilotos con poca experiencia, habida cuenta de que muchos de los veteranos están involucrados en el frente o han caído con sus aviones. Por último, y teniendo en cuenta las graves pérdidas sufridas, se estaría recurriendo a aviones fuera de servicio, puestos en estado de vuelo de manera apresurada. Todo esto puede ser un claro signo de que se está fraguando algún tipo de acción ofensiva.

La ‘bomba sucia’

Basta recordar los meses previos a la invasión para darse cuenta de que puede haber un gran trecho entre lo que los rusos dicen y lo que luego hacen. Es su famosa ‘maskirovka’ o arte del engaño, negando con vehemencia lo que luego van a hacer. A este estado de sospecha permanente sobre sus verdaderas intenciones, contribuye el asunto de estos días sobre las ‘denuncias’ rusas respecto a que Kiev estaría preparando una ‘bomba sucia’.

placeholder El presidente ruso, Vladímir Putin. (Reuters)
El presidente ruso, Vladímir Putin. (Reuters)

Este tipo de arma es un artefacto explosivo que libera material radiactivo. No se debe confundir con una bomba termonuclear, porque no tienen nada que ver. La bomba sucia no es más que una bomba ‘normal’, con explosivo convencional, pero a la que se le añade una carga de material radiactivo que, al detonar, se libera contaminando un área de unos cientos de metros. A diferencia del ingenio termonuclear, que arrasa un área de muchos kilómetros a la redonda, la destrucción que provoca la bomba sucia es mínima, pero genera un área que queda inutilizable, a la vez que causará daños a la población que quede expuesta.

Este tipo de armas son muy baratas y fáciles de construir, pues precisan tan solo material radiactivo del que se puede encontrar – y robar - en laboratorios, hospitales o equipos industriales. Son una especie de bomba química, en la que se esparce material radiactivo y constituyen un arma de terror. El problema es que, con estas acusaciones - rápidamente negadas por la inteligencia occidental - Putin está sembrando la duda y, a partir de aquí, casi cualquier desenlace sería posible, desde una detonación en territorios ocupados, lo que originaría acusaciones mutuas, e incluso una detonación de este tipo en el propio territorio ruso, lo que se denomina como ‘ataque de falsa bandera’, que se trata de hacer ver como una acción del enemigo.

¿Y los ucranianos?

Volodímir Zelenski sigue necesitando también que ‘pasen cosas’ y estamos viendo movimientos interesantes. El primero de ellos es que, pasada - hace meses – la fase de las armas contracarro, necesarias para detener la ofensiva rusa, llegó la fase de los HIMARS, con la que golpeó el interior de sus líneas y se atacó su logística debilitando su capacidad de defensiva. Ahora estamos en plena fase antiaérea.

placeholder Artlleros ucranianos disparando una pieza M777 de 155 mm en el área de Járkov (Reuters)
Artlleros ucranianos disparando una pieza M777 de 155 mm en el área de Járkov (Reuters)

Son las armas que les están llegando de todos lados, incluido España, que decidió enviar baterías de misiles Hawk y Aspide. Ya no solo hablamos de sistemas punteros y sofisticados, cuyo mejor ejemplo lo constituye el IRIS-T alemán. Hablamos de misiles ya superados por armas más modernas pero que, en un escenario donde todo se va degradando día a día, pueden ser de enorme ayuda.

Un misil Hawk, que cubre el medio alcance, puede ser una gran amenaza para unos aviones y helicópteros que también se van degradando, que saldrán a volar con pilotos menos avezados y, quizás, con sistemas defensivos que no estén al cien por cien. En un conflicto simétrico y de alta intensidad como este, las armas tecnológicamente punteras se van agotando y hay que tirar de sistemas de generaciones anteriores. No hay más que ver el dato de que, de aquellos ‘obsoletos’ blindados antiaéreos Guepard que Alemania envió, los ucranianos ya han agotado la munición (más de 35.000 proyectiles) que llegó con ellos. Buen uso les deben estar dando.

Quizás el signo más importante sea el de las prisas. Hay muchas prisas en enviar armas antiaéreas y esto se ha visto en el caso del IRIS-T. De momento solo hay una batería y se va a la carrera en preparar las otras tres. La clave de este sistema se encuentra en el misil, pero también en el radar. El IRIS-T SLM puede utilizar dos modelos de radar asociados, el Master 200 y el TRML-4D, el primero fabricado por la francesa Thales y el segundo por HENSOLDT, empresa alemana. Sería el modelo alemán el que se envía a Ucrania al tener así el control total del material.

El problema es que, al ser un sistema tan nuevo, no hay suficientes radares, por lo que el gobierno alemán ha puesto a su industria a trabajar a contrarreloj para tener listos cuanto antes otros tres radares. Esta prisa en suministrar estos sistemas, más el anuncio de un posible envío urgente de más baterías de misiles Hawk por parte de Estados Unidos, da que pensar que la inteligencia occidental también sospecha de los rusos, que podrían estar tramando una serie de acciones ofensivas aéreas.

placeholder Radar TRML-4D asociado al sistema antiaéreo IRIS-T-SLM (Juanjo Fernández)
Radar TRML-4D asociado al sistema antiaéreo IRIS-T-SLM (Juanjo Fernández)

Por otro lado, el estado mayor de Zelenski, bien asesorado como de costumbre, podría estar preparando otra sorpresa. Como sabemos, la fulgurante ofensiva de Járkov estuvo precedida de fuertes ataques en Jersón, hasta el punto de que se llegó a decir que la presión sobre la ciudad del Dnieper no fue más que una maniobra de distracción, aunque iban muy en serio.

Las circunstancias ahora podrían repetirse. El cerco a la ciudad cada vez es más peligroso para los rusos y ya vimos que están trasladando hombres y material. Esto podría propiciar, como hicieron antes, que los ucranianos lancen otra contraofensiva terrestre en un lugar diferente. Esa táctica ya les fue muy bien, otra cuestión es dónde podrían actuar. Hay, sin embargo, un objetivo claro que, de conseguirse, dejaría a los rusos al borde del más completo desastre. Hablamos de Melitópol.

La maniobra no dejaría de ser arriesgada, pero el premio, muy sustancioso. Esa ciudad es el nudo de comunicaciones que une el frente este – y el territorio ruso – con el oeste y la península de Crimea. Su pérdida por parte rusa dejaría aisladas a las tropas que combaten al este del Dnieper y comprometería el sostenimiento de Crimea. Para Rusia sería terrible, por lo que es de suponer que también tomen medidas y que no se dejen sorprender una vez más.

Qué sucederá al final, no lo sabemos. Hay varias alternativas posibles sobre el tablero y veremos quien juega mejor sus cartas. Se habla del ‘general invierno’, pero es mucho peor el barro que sigue a las lluvias, al dificultar los movimientos de vehículos. Lo que es cierto es que el final no se vislumbra cercano.

El refrán dice que tras la tempestad viene la calma, pero lo contrario también aplica. Ucrania está viviendo una aparente tranquilidad en los frentes, pero están ocurriendo algunos sucesos que pueden significar el preludio de lo que está por venir. En el lado ruso, más allá de las cambiantes amenazas nucleares de Putin, se puede apreciar el traslado de tropas y la evacuación de civiles de Jersón, además de los extraños accidentes con aviones de combate o la famosa ‘bomba sucia’. También hay movimientos por la parte ucraniana, que recibe material antiaéreo a toda prisa y que podría estar preparando alguna sorpresa.

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