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Tres meses de guerra y sin noticias de los cazas de Putin. ¿Qué pasa con la aviación rusa?
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CONFLICTO A LAS PUERTAS DE EUROPA

Tres meses de guerra y sin noticias de los cazas de Putin. ¿Qué pasa con la aviación rusa?

Se esperaba mucho de una fuerza aérea rusa que contaba, sobre el papel, con una abrumadora superioridad técnica y numérica. Sin embargo, estos son los motivos para que no haya ocurrido así

Foto: Avión de ataque Sukhoi Su-34. (Vitaly V. Kuzmin)
Avión de ataque Sukhoi Su-34. (Vitaly V. Kuzmin)
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Esta guerra de Ucrania nos ha dado muchas sorpresas, sin duda. Hemos visto errores manifiestos por parte de Rusia y una inesperada resistencia ucraniana. También hemos visto caer a los blindados rusos por centenares y una artillería ucraniana muy activa. La explicación para algunos de estos hechos es sencilla. Algunos errores lo fueron por una doctrina anticuada. Los blindados cayeron por armas contracarro y la artillería llegó de lejos. Pero lo que no es tan fácil de explicar es el mediocre, por no decir pésimo, desempeño de la aviación rusa. ¿Qué está ocurriendo aquí?

Se esperaba mucho de una fuerza aérea rusa que contaba, sobre el papel, con una abrumadora superioridad técnica y numérica. Nadie esperaba que la aviación ucraniana pudiera resistir más de 48 horas cuando, además de contar con muchos menos aviones, todos eran de fabricación rusa. Es decir, ningún secreto para los invasores. Por si fuera poco, sus bases fueron atacadas con misiles de largo alcance desde los primeros compases de la guerra. Parecía sentenciada.

Foto: Voladura del campo de minas por los ingenieros del RING nº1. (Juanjo Fernández)

Otro factor añadido es el hecho de que el ejército ruso siempre ha contado con una —en teoría— excelente 'sombrilla' de defensa antiaérea. Era la doctrina heredada de la época soviética. Una doctrina que establecía que, ante la superioridad técnica de la aviación de la OTAN, dotada con mejores medios y sistemas, y ante la imposibilidad de lograr el ansiado dominio del cielo, la alternativa era negarle ese espacio aéreo al enemigo. De ahí el fuerte entramado de misiles antiaéreos de largo, medio y corto alcance.

Con este panorama parecía que el control del espacio aéreo era cosa hecha. También se iban a producir bajas en las filas rusas, es cierto y muy probablemente estaba asumido. Del mismo modo que los rusos sabían de las características de los MiG-29 y Su-27 ucranianos, sabían de sus misiles S-300 o sus MANPAD, como los Strela o Igla. Además, los sistemas de misiles de largo y medio alcance, los S-300 y los 9K37 Buk, se convertirían de inmediato en objetivos prioritarios, por lo que tampoco se les auguraba un largo recorrido.

placeholder Helicóptero de ataque Ka-52 derribado. (Oryx)
Helicóptero de ataque Ka-52 derribado. (Oryx)

Nada de esto sucedió. La aviación rusa empezó con mal pie y muchas bajas, sobre todo en helicópteros de ataque y transporte. Las pérdidas de helicópteros se explican en parte debido a la desastrosa operación de toma del aeropuerto Antonov en Hostomel y también en que, además de los MANPAD de origen ruso, a los ucranianos les llegaron enormes cantidades de modelos occidentales, como el polaco Piorun o el americano Stinger.

Pero también se explica por los propios problemas rusos. Los ataques con misiles a las bases aéreas no fueron tan precisos y letales como se suponía. A día de hoy los ucranianos todavía mantienen operativos aviones MiG-29 y Su-27 y la realidad es que, mermada e imposibilitada de realizar misiones de ataque complejas y a gran escala, la actividad de la aviación ucraniana, por muy reducida que sea, supone un fracaso de la VVS o fuerza aérea rusa.

Una colección de problemas

Más allá de los fallos iniciales, podemos encontrar varios problemas crónicos que explicarían buena parte de esta escasa contribución al esfuerzo ruso en Ucrania. Son carencias que ya se apreciaron desde el primer mes de guerra y que afectan a varios aspectos clave. El primero quizás sería la falta de suficientes reservas de armas guiadas, que habrían permitido a los aviones, sobre todo los sofisticados Su-34, realizar ataques de precisión desde distancias seguras y lejos del alcance de los MANPAD. Rusia ha hecho gala y se ha esforzado en publicitar su arsenal de armas guiadas, con la sana intención de venderlas. Quizás el problema es que existir, existían, pero no en la cantidad suficiente que requiere una guerra convencional.

Asociado a lo anterior, también se ha detectado la ausencia de los famosos 'pods' de designación de objetivos. Se trata de una especie de contenedores que los aviones llevan en su parte inferior. Estos designadores están dotados de FLIR (cámaras térmicas) y láser para señalizar objetivos y son vitales para atacar con precisión blancos en tierra.

placeholder Bombardero Tupolev Tu-22. (Alexander Beltyukov)
Bombardero Tupolev Tu-22. (Alexander Beltyukov)

La cuestión es que en las imágenes de aviones armados no se ven estos equipos de designación, lo que significa una infrautilización de un avión sofisticado como el Su-34, que sin esos sistemas es incapaz de realizar ataques de precisión. Ese puede ser unos de los motivos por el que se hayan visto imágenes de este modelo armado con bombas de caída libre. Con probabilidad, la causa sea que no hay 'pods' disponibles o se han averiado con demasiada rapidez o facilidad.

Un ejemplo de esta falta de capacidad ofensiva es el caso del puente de Zatoca, próximo a Odesa y que los rusos se empeñaron en destruir desde el inicio de las hostilidades. Aunque dañado y sin posibilidad de tráfico ferroviario, aún se mantiene en pie tras más de tres meses de guerra. Este es un trabajo sencillo para los Su-34 e incluso para los Su-25 de ataque. Aun sin 'pods' de designación, disponen de bombas de guiado por GLONASS (equivalente ruso al GPS), pero a la vista de los resultados, o la precisión de las bombas no era tal o se realizaron pocos ataques. Hay que tener en cuenta aquí, es cierto, que no es lo mismo operar en el Donbás que tan al oeste.

El fallido 'mando y control'

Lo que en el mundo occidental se denomina C3 ('command, control & communication'), y que en español se suele denominar como 'mando y control', ya que el aspecto de las comunicaciones se supone implícito, es la red y sistemas que posibilitan que las decisiones del mando se puedan llevar a cabo. Esta red permite que los flujos de información lleguen al mando, este pueda tomar sus decisiones y emita una serie de órdenes a las unidades para su ejecución. Un sistema de mando y control robusto es vital y resulta un factor clave para realizar acciones complejas y, sobre todo, lograr la coordinación entre las diferentes unidades que intervienen.

A los rusos esto les ha fallado. La coordinación entre las tropas terrestres y la aviación es esencial, sobre todo en un conflicto como el de Ucrania, donde los combates han sido terrestres en su inmensa mayoría y sin un frente bien definido. Sin esa coordinación es muy difícil que los elementos aéreos acudan en apoyo de las tropas terrestres, ataquen a las fuerzas enemigas detectadas y, sobre todo, procedan esas acciones en el momento adecuado.

placeholder Avión de alerta temprana Beriev A-50U. (Mil.ru)
Avión de alerta temprana Beriev A-50U. (Mil.ru)

Sin esa coordinación, corrían un gran riesgo de que, si su aviación actuaba en misiones de apoyo cercano, acabara bombardeando a sus propias tropas. No solo eso, la ausencia de canales adecuados para el flujo de información impidió (y parece que sigue haciéndolo) que la sombrilla antiaérea funcionara como debería, ante el riesgo de derribar a sus propios aviones. Un riesgo aún más elevado con las baterías de medio y largo alcance, los S-400, S-300, Buk y Kub, al estar situadas lejos del frente.

Un último factor podría estar en una escasa capacidad operativa, desde luego muy por debajo de lo esperado. La aviación rusa es muy numerosa, pero mantener en disposición de hacer salidas de combate un elevado número de aviones es difícil. Pese a las abultadas cifras de aviones en el inventario, es muy posible que tan solo una fracción hayan estado disponibles para misiones de guerra. A esto, no olvidemos, está contribuyendo el elevado número de aviones y helicópteros que Rusia lleva perdidos en estos más de tres meses de guerra y tengamos en cuenta que un avión perdido en combate es un ejemplar que se encontraba en condiciones operativas.

El resultado final: escasa eficacia

La conclusión, tras todo lo que acabamos de ver, sería que la aviación rusa no está desaparecida, pero dista mucho de ser eficaz. No está ausente porque continuamente estamos viendo vídeos de ataque aéreos y porque, esto es cierto, sus aviones de radar aerotransportado, los Beriev A-50 —equivalente ruso del AWACS occidental— están operando y se han visto por Bielorrusia, sus bombarderos Tu-22 estuvieron muy activos durante el ataque a la acería Azovstal en Mariúpol y los Tu-95 y Tu-160 se han utilizado para ataques en profundidad.

placeholder Lanzador de misiles S-400. (Vitaly V. Kuzmin)
Lanzador de misiles S-400. (Vitaly V. Kuzmin)

Ese conjunto de problemas ha hecho que estas intervenciones no sean tan eficaces como deberían. Las imágenes, por ejemplo, de los Tu-22 cargados de bombas FAB-500 de caída libre, un arma potente —son 500 kg— pero sin guiado de precisión, son un buen indicador. Pero quizás el gran problema esté en los aviones y helicópteros que deben atacar a baja cota y apoyar a las tropas de tierra.

Una escasa operatividad (pocas unidades disponibles) impide mantener patrullas de aviones armados. Esto consiste en mantener en vuelo varios aviones de forma casi permanente y con armamento aire tierra listos para atacar en cuestión de minutos. Se les mantiene orbitando sobre zona segura y se dirigen a atacar objetivos que se detecten o para apoyar tropas propias que estén siendo amenazadas. Es una técnica que en Occidente está muy depurada, se ha utilizado mucho en Irak y Afganistán, pero que exige contar con muchos medios.

placeholder MiG-29 ucraniano. (USAF)
MiG-29 ucraniano. (USAF)

Esta incapacidad para mantener patrullas armadas fue uno de los motivos que propiciaron el desastre del intento de paso del río Donets. Estas patrullas deberían haber atacado de inmediato los emplazamientos de la artillería ucraniana, impidiéndoles actuar. También es un fracaso su incapacidad para realizar misiones SEAD o de supresión de defensas aéreas. Los S-300 ucranianos siguen activos y se deberían eliminar con este tipo de patrullas y con aviones armados con misiles antirradiación protegiendo al resto. Si los ucranianos no emplean sus misiles, no hay amenaza, pero si encienden sus radares, se les lanza un misil antirradiación como el Kh-58, que tiene un alcance del orden de 120 km. O apagan el radar y quedan ciegos o son destruidos.

Otros detalles sorprendentes. Por ejemplo, los ataques de los Ka-52 lanzando cohetes no guiados en tiro parabólico. Este tipo de arma, barata y existente en grandes cantidades, se suele utilizar en tiro tenso, apuntando al objetivo con el propio helicóptero. La técnica rusa de subir el morro del helicóptero antes del lanzamiento sirve para incrementar su alcance, sin embargo, su precisión cae de manera brutal. Es verdad que es una técnica que los rusos ya empleaban en Siria, pero aun así, los cohetes van a caer sobre una posición demasiado aleatoria.

Esta técnica denota dos cosas ya mencionadas. Por un lado, la escasez de armas guiadas y por otro, el miedo de las tripulaciones rusas a los misiles MANPAD ucranianos. El resumen general es que la aviación rusa está ahí, pero ni ha conseguido el dominio del espacio aéreo ni se ve capaz de actuar como es debido contra objetivos terrestres.

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Esta guerra de Ucrania nos ha dado muchas sorpresas, sin duda. Hemos visto errores manifiestos por parte de Rusia y una inesperada resistencia ucraniana. También hemos visto caer a los blindados rusos por centenares y una artillería ucraniana muy activa. La explicación para algunos de estos hechos es sencilla. Algunos errores lo fueron por una doctrina anticuada. Los blindados cayeron por armas contracarro y la artillería llegó de lejos. Pero lo que no es tan fácil de explicar es el mediocre, por no decir pésimo, desempeño de la aviación rusa. ¿Qué está ocurriendo aquí?

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