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TikTok ya no es solo bailes: estos canales 'serios' lo revientan sin una sola coreografía
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Así pisa los talones a YouTube

TikTok ya no es solo bailes: estos canales 'serios' lo revientan sin una sola coreografía

De clases de mates impartidas por un profesor septuagenario a curiosidades para descubrir cómo funciona la inteligencia artificial. Hace tiempo que la red china dejó de ser algo adolescente

Foto: Fuente: iStock
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Carlos Maxi tiene 71 años, es un profesor coruñés afincado en Mallorca y desde hace unos cuantos meses también triunfa como 'tiktoker' dando clases de matemáticas en un minuto. Cuando uno piensa en TikTok le vienen rápidamente a la cabeza adolescentes bailando, retos y bromas virales, pero el caso de Maxi es el ejemplo perfecto de que es hora de ir renovando esa imagen. La plataforma de origen chino se ha convertido en un escaparate más para divulgadores, profesores y otros profesionales que la llevan a competir con un rival que antes apenas se mencionaba en su ascenso, pero que ya parece su enemigo a batir: YouTube.

El del profesor gallego es uno de esos perfiles que se salen de lo habitual y empiezan a asomar la cabeza en una red que parecía acotada solo para los más jóvenes y con unos códigos de comunicación muy limitados y sujetos a una narrativa concreta. Lejos de esa realidad, Maxi aglutina más de 200.000 usuarios y 2 millones de visualizaciones sin una sola coreografía o reto musical. "Bueno, es verdad que lo de los vídeos en un minuto limita un poco el contenido, no puedes dar clases muy complejas, pero para explicar conceptos sencillos y de forma amena es muy interesante. Además, llegas a muchísima gente y la respuesta te abruma. Yo que estoy aquí porque me encanta enseñar matemáticas pues me llena muchísimo", explica el profesor en conversación con Teknautas.

Foto: El canario Javier Santaolalla explica principios de la física cuántica en vídeos de cinco minutos. (Foto: Date un voltio/YouTube)

Su caso no es único, pero sí uno de los más llamativos. ¿Cómo empezó todo? Gracias a su hija, su academia (que lidera desde 1979) y sus ganas de probar ideas nuevas. "Mi hija Patri controla mucho las redes sociales y ha trabajado en empresas relacionadas con ellas, sabía que se me daba bien y me gustaba enseñar las mates de forma sencilla y me retó a hacerlo en TikTok. Ya había hecho algunos pinitos en YouTube hace unos años porque mis alumnos me lo habían pedido, pero ni idea tenía de TikTok", señala. La gran parte de sus vídeos versan sobre ideas sencillas de matemáticas que se suelen dar en los primeros cursos del instituto y las defiende solo con su presencia y una pizarra, pero ya tiene más ideas para explotar.

Es más, cuando su canal empezó a crecer fue después de iniciar una serie de vídeos diferentes, de retos matemáticos. "En verano pensamos que no era buena idea seguir con los vídeos de clase, porque los chicos ya no estarían estudiando, así que hicimos algunos retos. Fue impresionante, se viralizaron y han aparecido en más de 80 medios nacionales e internacionales. Eso hizo que la cuenta creciera mucho", explica. Todo, asegura, lo hace por amor al arte y con la simple idea de enseñar y ayudar. "Si no fuera por la respuesta de la gente yo no lo haría ni me pondría a aprender estas tecnologías, al final enseñar es mi pasión y sentir que ayudas pues te anima a seguir".

Su límite no se queda en TikTok y ahora, para explicar temas más complejos de bachillerato, que le piden sus seguidores, va a probar con Twitch. "Ya me estoy familiarizando con ello. Y te digo una cosa, todo esto del 'streaming' ha llegado para quedarse. TikTok se queda cortito para temas que necesitas explicar bien, pero lo de los vídeos en directo es que da muchísimas opciones", asegura.

Explicar una red neuronal en un minuto

Aunque la idea educativa empieza a calar en TikTok, otro espacio que también está empezando a despuntar es la divulgación científica, incluso de temas complejos que uno pensaría que es difícil explicarlos en un minuto y con el límite de la red social. Es el caso de Carlos Santana, más conocido como DotCSV, que se ha convertido en uno de los grandes divulgadores de inteligencia artificial en España. Sí, y lo revienta en la red hablando sobre redes neuronales, algoritmos, 'machine learning' y conceptos como el 'aprendizaje reforzado'.

"Empecé allí en septiembre, como un nuevo escaparate para probar y atraer a nuevos seguidores a mi lugar principal, que es YouTube. Un lugar en el que puedes subir contenidos más sencillos y además se pueden replicar fácilmente en Twitter e Instagram. Pero la respuesta superó todas las expectativas", comenta Santana. En unos meses ha acumulado más de 300.000 seguidores y 3 millones de 'me gusta'. Una barbaridad que él relaciona con el tipo de red social y con algo que conoce bien: el algoritmo de recomendación. "Es similar al sistema que tiene YouTube, pero va un paso más allá y se nota. De repente en horas tu vídeo puede pasar de tener 1.000 reproducciones a 100.000 y aunque no tengas muchos seguidores. Claro, esto es bueno porque ayuda a viralizar, pero también nos tiene a todos enganchados intentando saber cómo acertar y que no sea una lotería", comenta.

Tiene vídeos que superan el millón de reproducciones; y otro punto que, asegura, es clave en TikTok y le anima a seguir y darle más importancia es el cuidado que tiene con los creadores. "A ver, venimos de redes como Facebook o Instagram donde nadie cuida de los creadores, te cambian los parámetros de la noche a la mañana y tienes que estar continuamente peleando con la plataforma. En TikTok desde el minuto uno tienes gente detrás que te ayuda, que defiende mucho la divulgación y notas que hay un cuidado. Claro, que a ellos también les beneficia para atraer más marcas y dinero", comenta. Por ejemplo, a él le han dado el 'tic' de cuenta verificada y lo han metido en el programa del fondo de creadores (la única forma de monetizar de forma directa el contenido que subes ahí) porque están haciendo mucho hincapié en los divulgadores.

En cuanto al tiempo que dedica, asegura que por TikTok puede necesitar unas dos o tres horas, un tiempo que le sirve para compaginar con contenidos más trabajados para YouTube u otros espacios. "Al final es un contenido que puedes subir cuando quieras, que encima puedes replicar fácilmente y que sirve, como digo, para posicionarte en un sitio que está creciendo y en el que aún es relativamente sencillo crecer. Obviamente ganas muy poquito dinero con TikTok, unos cientos de euros en varios meses, pero la idea es posicionarte aprovecharlo como escaparate y seguir indagando", recalca.

¿Seguirá apostando más y más por TikTok en el futuro? Pues asegura que todo dependerá de cómo evolucione, pero va por buen camino. "Mucha gente cree que es rival de Instagram, pero no, su objetivo es ser el nuevo YouTube y de momento como creador creo que va bien. Cuidan el producto, saben lo que quieren, tratan bien a los creadores... Obviamente el punto de no saber cómo funciona el algoritmo ni por qué un vídeo se ve más que otro puede causar problemas y que muchos acaben enganchadísimos para intentar averiguar cómo acertar, pero hay puntos muy interesantes en esta red no solo para gente que baila o hace humor", asegura Santana.

Curiosidades tecnológicas y humor

En ese mismo grupo de cuentas verificadas y divulgadores podríamos incluir a Tomás San Martín, un ejemplo de la evolución de la red. Empezó, como muchos otros, haciendo vídeos de humor. Venía de Vine, la extinguida aplicación de Twitter de la que salieron muchos otros 'influencers' y creadores que han ido dejando su huella en redes e incluso en televisión (como Jorge Cremades, Dario Eme Hache, Andrea Compton o Manuel Huedo), y por eso decidió probar con el mismo formato de humor corto en una red que calcaba el formato Vine, pero poco a poco ha ido cambiando a un perfil divulgativo. ¿De qué habla? Pues de 'tips' de tecnología en los que te enseña curiosidades, trucos o consejos.

El cambio no le ha salido nada mal, lleva desde 2018 en TikTok, acumula más de 2 millones de seguidores y fue una de las primeras cuentas españolas que aterrizaron en el fondo para creadores de TikTok. "Al hacer vídeos más educativos siento que estoy aportando algo al espectador, donde en menos de un minuto puede aprender algo nuevo. Aunque realmente empecé creando vídeos humorísticos, poco a poco he ido cambiando mi contenido hacía algo más educativo. Ahora se me conoce en TikTok por hacer vídeos de divulgación y es algo que me encanta. El 'feedback' que recibo de los usuarios y saber que lo que explico a muchos usuarios les encanta y sorprende es algo que realmente me llena y me motiva como pocas cosas lo han hecho en mi vida", asegura este joven treintañero.

Como los otros dos 'tiktokers', él también ha visto una evolución brutal, sobre todo en el último año, en el que la red ha roto con el corsé de que era solo para adolescentes. "Hace algunos años se podía decir que TikTok era para niños, pero desde 2020 la red social ha crecido tanto que hay todo tipo de contenido, y hay gente muy adulta tanto creadora como consumidora de estos contenidos", añade. ¿El problema de todo esto y que limita un poco a TikTok respecto al resto de redes? La monetización. El fondo de creadores, asegura San Martín, es interesante y se agradece la recompensa, pero el pago sigue siendo bajísimo. "Con él no puedo pagar ni una quinta parte de mi alquiler del piso", asegura este informático que sube sus vídeos en el tiempo que le queda cuando sale de su trabajo tradicional de lunes a viernes.

Al contrario que YouTube, TikTok no tiene un programa de pago por publicidad; es más, no se sabe cómo reparte ese dinero del llamado fondo de creadores. Solo queda una vía como la de Instagram basada en campañas que las marcas quieran hacer y cierren con el 'tiktoker', pero de momento no hay muchas compañías que se lancen en esta red, y este tipo de monetización lastra proyectos de nicho como los mencionados. "Sí que existen campañas publicitarias con marcas donde se puede generar más dinero, pero como mi contenido es muy de nicho desde hace años no me contacta ninguna marca para hacer una promoción".

Carlos Maxi tiene 71 años, es un profesor coruñés afincado en Mallorca y desde hace unos cuantos meses también triunfa como 'tiktoker' dando clases de matemáticas en un minuto. Cuando uno piensa en TikTok le vienen rápidamente a la cabeza adolescentes bailando, retos y bromas virales, pero el caso de Maxi es el ejemplo perfecto de que es hora de ir renovando esa imagen. La plataforma de origen chino se ha convertido en un escaparate más para divulgadores, profesores y otros profesionales que la llevan a competir con un rival que antes apenas se mencionaba en su ascenso, pero que ya parece su enemigo a batir: YouTube.

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