La agenda de Von der Leyen: recuperar el Pacto Verde y nuevo plan migratorio

Europa, su sistema, sus valores y su medioambiente son “frágiles”. Ese ha sido el mensaje central de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en su primer discurso del estado de la Unión, la cita anual en la que el líder del Ejecutivo comunitario explica al Parlamento Europeo sus prioridades durante el próximo año. Todas sus propuestas, ideas y planes han girado sobre la fragilidad que rodea a la Unión Europea por todos sus costados.

Esta tradición europea, que se celebra desde hace una década, ha contado esta vez con muy poca lírica. En comparación con su predecesor, Jean-Claude Juncker, Von der Leyen ha realizado un discurso sobrio, con pocas llamadas a los sentimientos y las ideas de fondo. Largo y con propuestas, la alemana ha seguido en su línea: sólida, pero sin emoción, ha fijado la agenda de los próximos meses.

Ninguna gran sorpresa en los principales objetivos: engarzar la recuperación de la crisis del Covid-19 con el Pacto Verde, lograr nuevas competencias en sanidad, aunque sin especificar cuáles y un nuevo pacto migratorio, todo trufado con las muchas amenazas exteriores e internas a las que la UE tiene que hacer frente.

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Reviviendo el Pacto Verde

Von der Leyen ha anunciado durante el discurso un secreto a voces en la capital comunitaria. La Comisión Europea propondrá una modificación de los objetivos climáticos a medio plazo. Siguiendo una petición de la Eurocámara, la alemana ha anunciado el endurecimiento de las metas, con un recorte de las emisiones del 55% para 2030 frente al 40% fijado hasta ahora. Es un salto hacia delante que Bruselas sabe que tendrá consecuencias, pero que sirve para revivir el llamado “Pacto Verde” para una transición ecológica con el que Von der Leyen se ganó la confianza de la Eurocámara.

“Nuestros niveles actuales de consumo de materias primas, energía, agua, alimentos y uso de la tierra no son sostenibles”, ha explicado Von der Leyen, que ha asegurado que es necesario “cambiar la forma en que tratamos la naturaleza, cómo producimos y consumimos, vivimos y trabajamos, comemos y calentamos, viajamos y transportamos”.

El covid-19 cambió completamente la agenda de la Unión Europea y la agenda verde quedó relegada frente a la necesidad de hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia. Ahora Von der Leyen busca entrelazar ambas cosas para revivir su Pacto Verde: la recuperación, el Fondo de Recuperación, tiene que estar dirigido a cumplir con los objetivos climáticos. El 30% de la financiación del Fondo se producirá con “bonos verdes”. Además, el 37% de los 750.000 millones de euros del plan de reconstrucción se dedicará a los objetivos del Pacto Verde.

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Más competencias en salud

Una de las fragilidades que ha destacado Von der Leyen ha sido en materia de salud. Ha señalado que la Comisión Europea ha hecho todo lo que ha estado en su mano, financiando la repatriación de ciudadanos europeos, coordinando a los Estados miembros o haciendo compras conjuntas. “Y lo hemos logrado sin tener competencias completas, así que para mí está claro, tenemos que construir una Unión Europea de la Salud”, ha asegurado la presidenta de la Comisión Europea.

En este marco Von der Leyen ha pedido reforzar la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), así como el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) y la creación de una nueva agencia de investigación biomédica.

Economía y Brexit

La presidenta de la Comisión Europea ha dedicado buena parte de su discurso al estado de la economía. Todos en Bruselas y el resto de capitales europeas se hacen la misma pregunta desde hace ya algún tiempo: con la flexibilización de las normas de disciplina fiscal que harán dispararse el déficit, ¿cuándo y cómo volverá a activarse el Pacto de Estabilidad y Crecimiento? Pues en ningún momento del futuro próximo: Von der Leyen ha asegurado que “no es el momento de retirar el apoyo a la economía”.

Además, la presidenta del Ejecutivo comunitario ha anunciado que este curso se volverá a poner sobre la mesa la idea de un impuesto europeo para los gigantes digitales, una propuesta que ya fue derribada por un grupo de Estados miembros que preferían que se alcanzara un acuerdo a nivel global en la OCDE, unas negociaciones que fracasaron recientemente.

Sobre el Brexit, uno de los asuntos estrella de nuevo en la capital comunitaria después de que el Gobierno británico asegurara que pretendía anular de manera unilateral partes del Acuerdo de Retirada, Von der Leyen ha usado contra Boris Johnson uno de los grandes símbolos del conservadurismo británico, Margaret Thartcher. "Cito: 'Gran Bretaña no rompe los tratados. Sería malo para Gran Bretaña, malo para las relaciones con el resto del mundo y malo para cualquier tratado comercial futuro'. Fin de la cita".

"Con cada día que pasa, las posibilidades de un acuerdo se desvanecen", ha asegurado la presidenta del Ejecutivo comunitario. “Las negociaciones siempre son difíciles [...] pero las conversaciones no han progresado como hubiéramos deseado. Y eso nos deja muy poco tiempo", ha explicado la alemana.

Migración

En los próximos días la Comisión Europea desvelará una nueva propuesta para un pacto migratorio que funcione. Y Von der Leyen, que sabe que es un asunto delicado y que ha generado enormes divisiones en la Unión Europea, ha empezado a adelantar de qué tratará un nuevo plan que tendrá que tener un “enfoque humano”.

“Salvar vidas en el mar no es opcional”, ha asegurado Von der Leyen, en una frase que refleja la realidad de la política migratoria europea: sí, es opcional, y no se está haciendo. Hay una misión para luchar contra las mafias y salvar vidas en el mar, pero los Estados miembros no quieren aportar barcos, medios y, por supuesto, cuando se salvan vidas en el mar se resisten a acoger a los migrantes.

Por eso la alemana ha insistido en que los países que están en primera línea deben “poder contar con la solidaridad” del resto de socios. Migración puede ser uno de los temas más sensibles a los que tiene que hacer frente la Comisión Europea, y por eso tiene que mezclar mensajes humanos con mano dura: defensa de las fronteras exteriores y expulsión de cualquiera que no tenga derecho a estar en suelo europeo.

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Estos mensajes llegan solo días después de que ardiera el campo de refugiados de Moria, en el que se hacinaban como mínimo 13.000 solicitantes de asilo en un espacio construido inicialmente para 3.000. El Ejecutivo comunitario se ha comprometido a ayudar a Grecia en la construcción y gestión de un nuevo campo de refugiados en Lesbos.

“Pero quiero ser clara. Si damos un paso al frente, espero que todos los Estados miembros también lo hagan. La migración es un desafío europeo y toda Europa debe hacer su parte”, ha asegurado Von der Leyen, adelantando lo que la Comisión Europea pedirá la próxima semana con su nueva propuesta migratoria.

Poner orden en casa

Von der Leyen no ha dedicado muchas palabras a la defensa del Estado de derecho que se encuentra bajo asedio en algunos Estados miembros de la Unión Europea, pero sí que se ha centrado en las discriminaciones que muchos ciudadanos europeos sufren en el club comunitario.

“No descansaré cuando se trata de construir una unión de igualdad, una unión donde puedas ser quien eres y amar a quien quieras, sin miedo ni recriminaciones”, ha asegurado la alemana en un mensaje especialmente dirigido hacia las capitales que promocionan la discriminación sexual. “Porque ser tú mismo no es tu ideología, es tu identidad y nadie te la podrá quitar”, ha subrayado.

Quiero ser muy clara. Las zonas ‘libres de LGBTQI’ están libres de humanidad y no tienen lugar en nuestra Unión

Y después se ha dirigido al principal Estado miembro que promociona esa discriminación, Polonia. “Quiero ser muy clara. Las zonas ‘libres de LGBTQI’ están libres de humanidad y no tienen lugar en nuestra Unión”, ha explicado, en referencia a una iniciativa del Gobierno polaco.

Nuevos frentes en Exteriores

Uno de los principales puntos del discurso de Von der Leyen ha sido los asuntos exteriores, en el que la presidenta de la Comisión Europea ha recogido el testigo de su predecesor para pedir, una vez más, que se abandone la unanimidad para la política exterior, de manera que la Unión Europea pueda actuar de manera rápida y decidida, sin bloqueos y parálisis.

Von der Leyen ha atacado duramente a Rusia, recordando que Moscú no va a cambiar su actitud y que el envenenamiento del líder de la oposición no es un caso aislado. Y la alemana ha lanzado un dardo al Gobierno alemán y a la canciller Angela Merkel, la mujer a la que siempre fue fiel durante sus años en el Ejecutivo germano, al explicar que “ningún gasoducto va a cambiar esto”, en referencia al proyecto Nord Stream 2, un gasoducto que conectará directamente Rusia con Alemania. Por el momento Berlín se resiste a abandonar el proyecto.

Ha pedido que se abandone la unanimidad para política exterior, de manera que la UE pueda actuar de manera rápida, sin bloqueos.

También ha atacado a China, con la que se celebró una cumbre esta misma semana en la que ha participado la presidenta de la Comisión Europea. "Debemos denunciar las violaciones de los derechos humanos dondequiera que ocurran, ya sea en Hong Kong o con los uigures”, ha asegurado Von der Leyen durante su discurso.

La presidenta del Ejecutivo comunitario ha abordado los roces entre Turquía y Grecia en el Egeo. Con su crítica a Ankara Von der Leyen ha medido sus palabras, sabiendo que el Gobierno turco puede volver a crear una crisis migratoria en cualquier momento, por lo que ha comenzado por destacar su rol en la gestión del flujo de migrantes y refugiados. Sin embargo, “nada de esto justifica los intentos de intimidar a sus vecinos", Grecia y Chipre.

Por último, la presidenta de la Comisión Europea ha lanzado un mensaje a los ciudadanos de Bielorrusia, que protestan contra Lukashenko desde la celebración de unas elecciones amañadas en las que supuestamente ganó con un 80% de los votos. “Quiero decirlo alto y claro: la Unión Europea está del lado del pueblo de Bielorrusia”, ha asegurado Von der Leyen, que ha criticado que los bielorrusos “no son piezas en el tablero de ajedrez de otra persona".