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Gran Hermano a la hora del té: UK pasa del 'keep calm' a la vigilancia con drones
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De no tener DNI a que les revisen la compra

Gran Hermano a la hora del té: UK pasa del 'keep calm' a la vigilancia con drones

Reino Unido ha pasado de la noche a la mañana de ser un país donde los ciudadanos ni tienen DNI a uno en el que drones vigilan si vas al parque y la policía publica las fotos

Foto: The spread of the coronavirus disease (covid-19) in london
The spread of the coronavirus disease (covid-19) in london

A Boris Johnson le costó horrores imponer el confinamiento en el Reino Unido. Intentó a toda costa mantenerse fiel a sus principios liberales y durante el inicio de la pandemia llegó a asegurar que él no podía cerrar los pubs o prohibir a la gente celebrar fiestas en casas. “Somos una democracia madura, adulta y liberal, en la que la gente entiende muy claramente las recomendaciones que damos”, seguía defendiendo a mitad de marzo. Pero, tal y como advirtió Camilla Tominey, una de las principales plumas de The Telegraph (rotativo de cabecera de los 'tories'), en algún momento tenía que “sacrificar sus ideales” si realmente quería salvar al Reino Unido del coronavirus. Y así ha pasado.

Foto: El secretario de Salud, Matt Hancock. (EFE)

El problema es que en tan solo una semana, el país cuyos ciudadanos presumen de no tener que sacarse un DNI (aunque luego las cámaras de seguridad controlen cada uno de sus movimientos) ha cambiado como de la noche al día.

La Policía utiliza ahora drones para seguir los movimientos de los vecinos y examina incluso hasta la bolsa de la compra para retirar los productos que considera "no esenciales". Por su parte, el Downing Street quiere seguir los pasos de Singapur y está desarrollando una aplicación de móvil para que los usuarios reciban una alerta cuando estén cerca de alguien que haya dado positivo por Covid-19.

Así se vive ahora el particular Gran Hermano a la hora del té.

Foto: Boris Johnson y el ministro de Sanidad, Matt Hancock, en una imagen de archivo. (Reuters)

Antes de que el confinamiento en el Reino Unido comenzara el pasado lunes 23 de marzo (en principio es por tres semanas), Westminster aprobó por la vía rápida -debido a la excepcionalidad de circunstancias- la llamada “Ley del Coronavirus”. La normativa otorga poderes especiales tanto al Ejecutivo como la Policía, que puede imponer ahora multas a todos los que no cumplan las reglas.

Y en este sentido, los británicos denuncian que hay determinados agentes que se están “extra excediendo” en sus funciones: se han examinado bolsas de la compra en búsqueda de artículos “no esenciales”, multando con 60 libras (63 euros) a aquellos que los habían adquirido; se ha obligado a volver por las noches a sus casas a coches en los que viajan cuatro pasajeros, que no consiguieron convencer a los agentes de sus trabajos reales (reponedores en supermercado, calificado como “trabajo esencial” por el Gobierno); se ha prohibido a los locales pequeños que pongan marcas en las aceras para que los clientes que hagan cola guarden los dos metros de seguridad; se ha prohibido a algunos establecimientos que vendan conejitos de chocolate de Pascua, tan típicos en Reino Unido durante Semana Santa, al no considerarlos “artículos esenciales”…

'Drone-shaming'

Pero, por encima de todo, lo que ha despertado más polémica son las grabaciones realizadas por los agentes con drones en Peak District, donde están rastreando cada paso de los transeúntes. Se trata de uno de los parques naturales más populares del país. Cuando inicialmente el primer ministro recomendó a los británicos evitar contacto social, pero no impuso ninguna restricción como tal, el Peak District y el resto de parques se llenaron de ciudadanos durante el fin de semana que intentaba disfrutar del buen tiempo.

Las fotografías protagonizaron todas las portadas, mandando a Johnson el claro mensaje de que no se estaban cumpliendo las recomendaciones.

Durante la cuarentena, el Gobierno sí permite ahora salir a los ciudadanos a realizar deporte al menos una vez al día. Pero todos aquellos que continúan acudiendo al parque natural del norte de Inglaterra están siendo grabados por los agentes. Y las imágenes se cuelgan luego en las redes sociales oficiales de la Policía de Derbyshire para poner en evidencia pública a los que salen a pasear o sacar al perro demasiado lejos de casa. "No esencial", recalca el video apuntando cada caso.

Foto: Jugadores de Beer Pong. (MarkScottAustinTX/Wikipedia)

Andy Cooke, jefe de Policía de Merseyside, explica que “no es el momento” de criticar a los agentes por un “pequeño número de malas interpretaciones” de la legislación.

“La gran mayoría de mis colegas están haciendo lo correcto para mantener a las personas seguras en circunstancias difíciles”, agregó. En este sentido, rechazó las sugerencias del ex juez de la Corte Suprema Lord Sumption de que el comportamiento “vergonzoso” de algunos oficiales equivalía a un “estado policial”.

"No es el momento" de criticar a los agentes por un "pequeño número de malas interpretaciones" de la legislación

Peter Goodman, jefe de policía de Derbyshire, señaló que lamentaba algunas actuaciones, pero no los videos realizados con drones. Admitió que no los había autorizado, pero defendió a sus agentes por haberlo hecho, ya que, en última instancia, asegura que se están protegiendo la vida de las personas.

Por su parte, el Gobierno trabaja en una aplicación para móvil destinada a advertir a los usuarios si se han cruzado con alguien que haya dado positivo por Covid-19. El desarrollo de la app ha sido liderado por NHSX, la unidad de innovación del NHS (Sistema Nacional de Salud), que recalca que en todo momento se respetaran las estrictas normas de privacidad de la UE, aunque oficialmente el Reino Unido ya no es miembro del bloque.

Aplicaciones de alerta de infectados

La aplicación utiliza señales de Bluetooth para almacenar una lista de todos los demás usuarios con los que uno se ha cruzado en los últimos días. Si alguien en esa lista se infecta, debe informar a la aplicación. Todos los demás usuarios son alertados y se les aconseja ir a casa y aislarse. Una herramienta similar está siendo utilizada en Singapur, planteando serias dudas sobre si realmente se respeta las libertades civiles.

Las autoridades británicas recalcan que el usuario recibirá la alerta aproximadamente 24 horas después del "incidente" y no se le informará dónde tuvo lugar la interacción con el individuo contagiado para evitar precisamente que se le pueda identificar.

La aplicación sólo sería eficaz si la utiliza un número significativo de ciudadanos. El Gobierno ya ha advertido que será un “servicio opcional”, aunque el NHS espera que aproximadamente el 50% de la población se la descargue. NHSX planea nombrar una junta de ética para supervisar el proyecto. De momento, ya ha mantenido una reunión con un grupo de organizaciones no gubernamentales para discutir cómo se mantendrá la privacidad.

Reducir la expansión del virus

La decisión de apostar por esta herramienta se tomó después de que el Instituto de Big Data de la Universidad de Oxford concluyera que las aplicaciones de rastreo “reducirían enormemente la transmisión” del virus.

Un equipo de investigadores médicos y bioéticos de Oxford publicó recientemente un informe en la revista Science donde advertía que este tipo de herramientas podrían ayudar a controlar el Covid-19. Christophe Fraser, del instituto Big Data, señala: “Las matemáticas son claras: cuantas más personas usen una aplicación de seguimiento, más posibilidades tenemos de adelantarnos a esta pandemia y, finalmente, detenerla”.

En este sentido, Downing Street tiene la esperanza de que, una vez el número de nuevos casos se reduzca lo suficiente (aún no ha llegado el pico, que se espera para dentro de dos semanas), la aplicación podría ayudar a suavizar las medidas de confinamiento, que es al fin y al cabo uno de sus principales objetivos. Grant Shapps, responsable de Transporte, asegura que si la economía colapsa, la crisis podría generar “más daño que el propio virus”.

En este sentido, Philip Thomas, profesor de gestión de riesgos en la Universidad de Bristol, explicó en una entrevista con El Confidencial que si la cuarentena lleva a una caída del Producto Interior Bruto de más del 6,4% prolongada, se perderán más años de vida por la recesión que por el Covid-19.

A Boris Johnson le costó horrores imponer el confinamiento en el Reino Unido. Intentó a toda costa mantenerse fiel a sus principios liberales y durante el inicio de la pandemia llegó a asegurar que él no podía cerrar los pubs o prohibir a la gente celebrar fiestas en casas. “Somos una democracia madura, adulta y liberal, en la que la gente entiende muy claramente las recomendaciones que damos”, seguía defendiendo a mitad de marzo. Pero, tal y como advirtió Camilla Tominey, una de las principales plumas de The Telegraph (rotativo de cabecera de los 'tories'), en algún momento tenía que “sacrificar sus ideales” si realmente quería salvar al Reino Unido del coronavirus. Y así ha pasado.

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